Me da mucha pena decirlo pero la verdad es que ignoro donde queda la puerta del cielo para tratar de ir a ver si hablo con San Nicolás y menos tengo el número de su celuloco.
El caso es que hace poco yo aposté a que el rector del CNE, Vicente Díaz iba a salir a hablar necedades al menos quince días antes de las elecciones municipales del 8 de Diciembre -es su costumbre- y es el caso que todavía él no ha salido a decir ni pío contra este rééégimen tiránico y despótico.
Y ya estamos a una semana del evento electoral, por lo que temo perder una suma de aproximadamente setecientos bolos, lo que cuesta la prenda de la apuesta que es un frasco bien bueno.
Yo me he portado muy bien últimamente, no he cometido un solo pecado, excepto que me enamoré de mi maestra pero si eso es pecado ya lo he confesado, así que estoy libre de pecado y puedo tirar la primera piedra, a más en mi favor no pido una canaimita ni un par de zapatos ni un carrito y mucho menos una bicicleta, yo sólo quiero ganarme el frasco para celebrar el triunfo de la revolución ese día pero por culpa del referido aguafiestas no puedo cantar victoria aunque todavía no pierdo las esperanzas.
Lo único que yo quiero es que San Nicolás le busque pleitos al tal Vicente Díaz para que le pique la lengua y cuando éste se despepite, luego yo cobraría mi apuesta.