Faltando apenas una semana para la realización de las elecciones municipales, podemos decir en términos generales, que tenemos una patria libre y soberana, a pesar de las risas de hilaridad de los oposicionistas cuando escuchan ese término. Y tenemos patria porque con el gobierno revolucionario por primera vez en más de 500 años las riquezas naturales del país van a parar (vía renta petrolera) a la mayoría del pueblo venezolano. Ya pasaron aquellos tiempos en la cual regalábamos nuestro petróleo a precios viles, con el pago por parte de las empresas petroleras de un impuesto sobre la renta ridículo y con regalías que no llegaban al 2%. Por primera vez un gobierno destina alrededor del 60 % en gastos de tipo social, con lo cual la deuda histórica con ese pueblo sufrido se ha comenzado a saldar.
También por primera vez en años, nuestros adultos mayores ven satisfechas sus aspiraciones económicas a través de un masivo plan de pensiones subsidiados por el estado y nuestros estudiantes de todos los niveles de primaria, y ahora de secundaria, ven entre sus manos el acceso ilimitado a las tecnologías la información, con el reparto masivo de canaimas, canaimitas y tabletas, dándole de esa manera a la educación un puesto relevante en el desarrollo del país.
A pesar de la guerra económica y psicológica emprendida por una burguesía parasitaria y obscena, no ha habido hambruna en nuestro pueblo, debido al papel responsable de un estado por la seguridad alimentaria, quien ha gastado ingentes cantidades de divisas para lograrlo.
Por primera vez en años tampoco hemos tenido que ir arrodillados a los organismos internacionales en busca de dinero para financiar proyectos de desarrollo; las asociaciones de negocios que se han hecho han tenido siempre por delante los derechos de la república y no el entreguismo.
Igualmente se ha protegido el ingreso del pueblo trabajador a través del incremento salarial (cuando en USA y Europa los están rebajando) y con el control del estado en los precios de venta de productos y mercancías, ahora vendidas a precios justos, regulando de paso, la vorágine alcista promovida por esa burguesía importadora.
Podríamos seguir enumerando logros sociales en desarrollo pero lo que está a la vista no necesita anteojos, a pesar de que la canalla mediática quiera hacer ver lo contrario a través de la guerra psicológica usando para ello todos los medios a su alcance (prensa, radio tv, rede sociales, etc.)
Si todo lo anterior no es suficiente para garantizar un triunfo en las elecciones del 8D, estaríamos si, en presencia de una situación peligrosa, en la cual la patria podría perderse, tal vez por la inconsistencia ideológica de algunos líderes que dirigen el proceso, que los ha llevado a cometer errores inexcusables o al engaño a que someten a nuestro pueblo los eternos “engañadores de siempre” , que no pierden oportunidad para tratar de recobrar lo que “consideran de ellos”, es decir, el país y su soberanía.
Ante esto eso, todos a votar por las opciones revolucionarias, dejando de lado apetencias personales o grupales. Pero también es nuestra oportunidad de profundizar los cambios revolucionarios que promuevan una verdadera vía hacia la transformación de la sociedad actual hacia el socialismo real.