Las primeras medidas tomadas por el Presidente Maduro en el marco de la Ley Habilitante que le otorgó la AN para enfrentar la guerra económica, están enfocadas a controlar las especulación a través de la limitación de la ganancia y, a la creación de nuevos mecanismos que impidan la reiteración de fraudes en el otorgamiento de las divisas y a garantizar la asignación de éstas se haga según las prioridades del Plan de la Nación. Sin duda, ambos instrumentos dan cuenta de un esfuerzo por transformar el actual modelo obsoleto de administración de divisas pero, se deja intacta la política pro-inflacionaria del “anclaje cambiario” y se mantiene la carencia de una política industrial que permita avanzar en la “siembra del petróleo”, a través de la inversión de la renta petrolera en el desarrollo socioproductivo diversificado endógeno del país.
La Ley Habilitante podría ser un poderoso instrumento para impulsar una Revolución Socioproductiva, que revierta la tendencia inercial hacia la desindustrialización iniciada hace más de tres décadas con el agotamiento del modelo neocolonial de sustitución de importaciones. Más aún, para el gobierno es imperativo hacerlo porque dicha tendencia se ha profundizado durante la revolución, debido al fortalecimiento del modelo rentístico-importador en detrimento del desarrollo del aparato productivo nacional, en contravía al objetivo número uno del Programa de la Patria.
En ese orden de ideas, es esencial formular una política industrial que promueva ampliamente la industrialización del petróleo aguas abajo y aguas arriba. Que utilice como “locomotoras” el plan de Inversiones de PDVSA y los planes de inversión que se adelantan en los sectores minero-metalúrgico, ferrocarrilero, naval, eléctrico, Gran Misión Vivienda, telecomunicaciones, militar, agrícola, salud, educación, infraestructura, transporte, ambiente y seguridad ciudadana entre otras áreas estratégicas. La cooperación internacional debe ser una gran palanca para impulsar el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación a través de una transferencia tecnológica efectiva, articulada con el desarrollo de la investigación y la educación universitaria territorializada pertinentes.