En medio de un torbellino de sensaciones y hasta pasiones, de crisis económica, saboteos eléctricos, ataques mediáticos y tensión, una vez más, por vez número dieciocho (18), triunfó la Revolución Bolivariana, cifras que como siempre superan los niveles de participación esperada, todo gracias a los niveles de conciencia cada vez superiores del pueblo venezolano, factor estratégico y fundamental que le da la Victoria y un nuevo voto de confianza al Proyecto de La Patria que inicio como decía Chávez: desde Bolívar y Zamora. Esta Revolución se encuentra en pie de Batalla, lo que nos obliga a redoblar los esfuerzos, a tomar decisiones trascendentales y llegar cada vez más a la raíz de los principales problemas que aquejan a la población, con el firme propósito de erradicarlos.
Ahora bien, terminaron las elecciones y el trabajo desarrollado hasta ahora toma un nuevo rumbo, inicia un vuelo hacia una etapa superior, la cual, se ve reflejada en las declaraciones de Nicolás Maduro Moros, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela después de haber ejercido su derecho al voto el pasado 08 de Diciembre: ”El 2014 es el año del trabajo en la economía, de la construcción del Socialismo Democrático y Humanista” además expresa el inicio de otra modalidad del Gobierno de Calle, estrategia que implica ineludiblemente por una parte; la participación protagónica del Poder popular consciente y dispuesto, el Poder Ejecutivo con voluntad y motivación para hacer las cosas; y por la otra, los Gobernadores, Alcaldes y Concejales metidos en los tuétanos del pueblo, sintiendo su clamor y atendiendo a sus llamados, haciendo realidad desde el trabajo colectivo, todas las acciones necesarias para concretar en la práctica la consolidación definitiva del proyecto patrio desde lo cotidiano.
Ganamos, si, y con una gran diferencia, eso no es otra cosa que sinónimo de lo que hay que hacer: trabajar incansablemente, hacer las cosas bien, demostrar con más hechos y menos palabras, hacer y ser, simplemente. Abarcando todos los frentes, activando todas las fuerzas. Con este nuevo triunfo cobran mayor fuerza las palabras del Comandante Eterno Hugo Chávez, aquel 30 de Marzo de 2006, desde el Teatro Municipal, cuando afirmaba: “Estamos en un horizonte donde se aprecian las luces de un amanecer: estamos saliendo de la noche, está amaneciendo en esta tierra, es tiempo de resurrección, es tiempo de un nuevo despertar, de un nuevo mundo, de una nueva patria”. Y, no lo decía por casualidad, lo decía porque el pueblo venezolano cada vez más es protagonista, propulsor y activista de la construcción del Socialismo Bolivariano.
Pero sin ser inocentes, debemos recordar que no cabe duda que a partir de esta fecha Venezuela entrará en una etapa de reversión o consolidación del proceso revolucionario, no es un absurdo, ni mucho menos exabrupto pensar que la mano pelua del saboteo y el descredito a las políticas, planes y programas gubernamentales arreciaran en los próximos días, que la lucha contra la tranquilidad del pueblo se mantendrá, pues la oposición tiene su objetivo claro, tan claro que ningún revés les hará cambiar su rumbo. Quizás cambien de estrategia pero el fin está claro: la conquista de las joyas de la corona (como ellos le llaman), que históricamente estuvo en su poder hasta que el pueblo, desde aquel maravilloso POR AHORA, dijo basta y asumió las riendas de su propio destino afirmando con los resultados obtenidos el pasado 8 de diciembre, que también está claro en lo que quiere. Sin embargo, se asoma otro escenario ineludible, y del que tenemos plena confianza, saldremos victoriosos una vez más, este será el de mantener la mayoría en la Asamblea Nacional en los comicios del 2015 y para lo que el Presidente de la República dijo que estábamos listos para avanzar en función a ello, lo que permitirá que el proceso Revolucionario continúe con la política de reivindicaciones sociales, políticas, económicas y culturales a todos los venezolanos.
Chávez fijo el rumbo, Maduro ha hecho el trabajo, el pueblo se ha seguido sumando, y las fuerzas se han venido reorganizando en torno a la consigna: Unidad, Lucha, Batalla y Victoria; consigna vida, consigna carne, consigna práctica. Ahora toca arreciar las transformaciones, seguir cerrando el chorro, meterle acelerador al bus y continuar la obra de la Revolución Bolivariana.
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