Carta a un amigo invisible

 
   Hola, (...), como estás. Espero que muy bien en unión de tu familia, sobre todo en estos días de apagones y aires decembrinos, que espero los terroristas de la oposición no se atrevan a malograr con insensatas actividades desestabilizadoras. Ya las elecciones pasaron y no pueden revertir los resultados. Pero lo que sí pueden hacer, y el consejo es gratis, es aprender de sus torpes y colosales errores, pues tanto los sabotajes cometidos contra los servicios públicos, entre ellos la electricidad, como el desabastecimiento de productos alimentarios no les dio ningún resultado. Todo lo contrario, la gente no fue tonta y supo quienes fueron sus autores, por eso se los cobró con creces en las urnas electorales.
 
   En relación con tu último correo tengo que aclararte, porque al parecer quedó en el aire esa idea, que no tengo nada contra Felipe. Todo lo contrario, pues si existe alguien que tenga de él las mejores impresiones como persona y como economista soy yo. Y no sólo eso, porque también tengo que agradecerle, aparte de sus generosos e inmerecidos  comentarios sobre mi persona, la gentileza de invitarme a formar parte de Qué Hacer, sin tener  el suscrito ninguna credencial para participar en ese foro integrado fundamentalmente por economistas.
 
Pero qué fue lo que sucedió. Sucedió que en uno de mis correos me referí positivamente a los extraordinarios logros obtenidos por la Unión Soviética durante su corta  y azarosa existencia, y que nadie, a menos que sea un desequilibrado y que desconozca la impresionante historia de ese país, puede negar. Eso bastó para que ese troglodita que es el tal Per, montara en cólera y me llamara fumón. Me preguntó que cuántas lumpias me había fumado, y se extendió en los consabidos ataques contra Stalin y sus supuestos crímenes cometidos contra el pueblo ruso. Olvidando, como suele ocurrir con fascistas como este, que a Stalin jamás se le ocurrió derribar torres gemelas con más de 3000 personas adentro. O propiciar horribles matanzas de civiles, como lo hicieron los Estados Unidos en Libia y continúa haciéndolo en estos momentos Siria. Y eso, sin tomar en cuenta Vietnam y sus innumerables My Lai, su agente naranja, bombas de bapalm y demás crímenes horrendos cometidos en ese devastado país. Sin tomar en cuenta tampoco las atroces y vesánicas atrocidades cometidas en Irak y su cárcel de Abu Ghraib y Afganistan, donde la soldadesca gringa hasta se orinan sobre los cadáveres de los patriotas de ese país asesinados por ellos.
 
   Ante esta gratuita agresión del malhablado del Per, yo reaccioné como tenía necesariamente que reaccionar todo el que tuviera un poquito de dignidad y se viera ofendido y ultrajado en su reputación y dignidad personal. Por eso lo llamé Per-juro por no llamarlo Per-ro. Le dije, además, que era un animal y una bestia -lo que es igual no es trampa-, debido a unos ensordecedores relinchos en los que habia incurrido apropósito de unos comentarios suyos sobre la gasolina. ¿Cómo reaccionó Felipe? Una persona que se encuentre al frente de un grupo como Qué Hacer, está obligada a actuar de la manera más imparcial y equilibrada posible. Eso, por supuesto, en el caso de que quisiera mantener el respeto y la armonía dentro del grupo de personas al frente de los cuales se encuentra él. Lo cual, como es fácil entender, constituye la única garantía de alcanzar los objetivos propuestos. Pero lamentablemente, Felipe no actuó así. Porque haciendo gala de un manifiesto e indisimulable favoritismo, publicó una especie de bula papal -decreto pontificio-, como te dije, que me condenaba únicamente a mí a un aflictivo e injusto silencio. Lo cual era como si me estuviera condenando a las terribles llamas del infierno, pues las excomuniones implican automáticamente eso, el envío del condenado al Averno. 
 
   Y hay que ver lo que una sanción como esta significa para cualquier persona, pero en particular para aquellas que tengan una urgente necesidad de comunicar o expresar sus angustiasy preocupaciones en relación con cualquier problema. Cómo será e terrible una medida de este tipo, que Juan Pablo II, para inferirle un castigo ejemplar a Leonardo Boff, fraile franciscano, por su rebeldía en relación con algunas actuaciones irregulares del Vaticano y,en general, de la iglesia, lo condenó al silencio. Y en cuanto a las dictaduras, que se caracterizan por una feroz y brutal persecución contra la libertad de expresión, esa es una de las razones por las cuales son tan odiadas. Ahora, como se lo dije al mismo Felipe, a mí lo que me incomoda no es tanto que me hayan expulsado, porque de mejores casas lo han hecho, sino que se haya absuelto a Per-ro, el vulgar provocador, de toda culpa. Y eso, pese a que casi no hay un colistero que no haya sido víctima de las groseras intemperancias de este palurdo. Y si no, que se lo pregunten a Marx, que fue otro de los innumerables blancos de sus incalificables e intolerables dicterios. Como ya antes lo había sido yo cuando me dijo que lo que yo quería era que me nombraran administrador de los ingresos petroleros. Fue entonces cuando lo llamé pendejo. Sin embargo, mi admiración y afecto por él, por Felipe,  permanecen intactos.
 
   Y ya para terminar estas líneas, debo decirte dos cosas más. Primero, que al día siguiente de mi expulsión, nuestro común amigo me envió una comunicación haciéndome saber que me iba a incorporar  al grupo. Garantizándome, además, que iba a moderar a Per. En cuanto a lo primero, todavía no se ha concretado nada y no sé si se producirá esa reincorporación. Yo creo que no, cosa que me tiene completamente sin cuidado. Y en relación con lo segundo, tampoco sé si se habrá cumplido. Por otra parte, debo ser honesto y decirte que haciendo una lectura más detenida y serena de lo que en ese foro se dijo durante mi corta participación en él, me he encontrado con varias expresiones de Felipe que francamente no encajan, que chocan frontalmente con lo que dice acerca de su militancia en el campo progresista. Se trata, uno, de ciertas alusiones al FMI, que a mi juicio, desde su perspectiva izquierdista, son absolutamente incongruentes. Dos, a la expulsión de Eudes y que por repetitivo, en la cual se deja ver una clara intención retaliativa. Y tres, a la posibilidad de incorporar al grupo a los economistas de la oposición. Pero esto lo trataremos más extensamente en una carta abierta dirigida a él.
 
   Y a propósito de lo que me dices en el sentido de que nuestros militares están recibiendo instrucción de este tipo en Cuba,. No sé si esto sea  exactamente así. Pero en el caso de que lo sea, debo informarte que no sólo en Cuba sino también en Bielorrusia y Rusia. Al respecto debo recordar que en los gobiernos anteriores la misión militar yanqui tenía su sede en el propio FuerteTiuna y que nuestros militares recibían adiestramiento en la Escuela de la Américas, donde se les enseñaba el muy "noble y edificante" arte de torturar. Yo no comparto muchas de las actuaciones de estos gobiernos, ni del anterior ni del actual. Pero si esos entrenamientos que están recibiendo los miembros de nuestra fuerza armada en los mencionados países contribuyen a mejorar la capacidad defensiva del país, por supuesto que estoy completamente de acuerdo. El imperialismo no es un mito ni un invento de mentes alucinadas, sino una peligrosa realidad. Por algo está entrenando y asesorando a ejércitos de países vecinos muy agresivos con los cuales tenemos vitales diferendos territoriales. Remember Panamá y sus cinco barrios arrasados en apenas minutos.
 
Deseandote unas felices navidades y un venturoso año nuevo junto con tu hermosa familia, recibe un apretado abrazo de tu amigo...Alfredo S.
 
Al amigo Jairo Larotta, que recuerde que estamos esperando sus extraordinarios y lúcidos comentarios en Aporrea,. Sobre todo, los que tienen que ver con el inevitable colapso del dólar y la revaluación de nuestra moneda, o sobre cualquier otro tema económico que él considere oportuno tratar.  
 

alfredoschmilinsky@hotmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2732 veces.



Alfredo Schmilinsky Ochoa


Visite el perfil de Alfredo Schmilinsky Ochoa para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Alfredo Schmilinsky Ochoa

Alfredo Schmilinsky Ochoa

Más artículos de este autor