I.
Los resultados electorales del domingo 8 de diciembre dejan lecturas muy claras en el escenario geopolítico: a) una derrota al imperio norteamericano que lanzó el plebiscito como táctica para derrocar a Nicolás Maduro el 8-D; b) un gran perdedor en la figura de Capriles, que en este tercer intento fracasa como jefe nacional de campaña, desplomándose como líder de la oposición; c) un gran ganador en la persona de Nicolás Maduro que se perfila en el liderazgo ascendente hacia el 2021 y d) un pueblo chavista vencedor y en franca recuperación después de la ida del Comandante Eterno, Hugo Chávez Frías.
II.
La verdad es que 77% de los chavistas que elegimos a Maduro presidente en Abril pasado, este 8-D salimos a votar y ganamos 255 alcaldías.
Por el lado de los caprilistas, solo salió 66% a votar y ganaron 80 alcaldías.
Le sacamos 11% en la partida y 52% con los municipios ganados.
Maduro con mayor poder de convocatoria y ascendencia sobre los votos duros obtiene un segundo triunfo corrido con gran ventaja numérica, territorial y política.
Capriles con su cuarta derrota corrida por el lomo y convocatoria disminuida, difícilmente se levante, aunque seguro insistirá en la lucha política.
El PSUV con un millón de votos de ventaja sobre la MUD, el gran partido de la revolución venezolana, latinoamericana y caribeña.
III.
La línea gruesa del balance es que la oposición quedó muy mal para recorrer el año 2014, donde no habrá ninguna elección que es lo único que ha dado vida en los últimos años, pues siempre está a favor de los intereses imperialistas.
La MUD con esa derrota electoral a cuestas, no tendrá fuerzas ni razones suficientes para enfrentarse las leyes de la habilitante que van contra los corruptos que se cobijan bajo su estandarte.
Analizando discursos de alcaldes de la oposición se puede predecir que en el primer semestre mas de uno asumirá el Plan de la Patria y abandonará a Capriles.
Por los vientos que soplan el desmoronamiento de Capriles y la desaparición de la MUD son inevitables.
IV.
Le toca al PSUV analizar las pérdidas sufridas, sobre todo aquellas que no se ven a simple vista: a) municipios donde se ganó pero las parroquias electoralmente estratégicas han dejado de ser chavistas(Unare del Municipio Caroni en Bolívar); b) municipios donde la oposición se da el lujo de tener varios candidatos y sacar todos los votos (El hatillo en Miranda) y c)los casos de capitales de estado donde se perdió o se ganó de “chiripa”.
También hay que elaborar escenarios donde la oposición pudiera actuar con fines distintos a los electorales, pues sabemos que su objetivo es derrotar la revolución y desterrar el socialismo, utilizando cualquier medio.
De igual manera, el PSUV debe renovar su dirigencia regional porque esta es una victoria del Comando Nacional y del espiritu de Chavez.
¡Ganamos el Plebiscito y las municipales, seguimos en batalla!
