Puerto Ordaz, 16 de diciembre de 2013

Algo extraordinario está pasa en la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). Para poder valorar, en su justa dimensión, lo que estamos viendo, necesariamente tenemos que  reseñar, aunque sea sucintamente, por razones obvias, a los antecedentes de la Corporación más exitosa de cuantas han existido en Venezuela, durante su democracia. El organismo que se convirtió en el emblema de una ciudad y del estado Bolívar, sus zonas de influencias.

                                                         I

                                            Antecedentes:

La Corporación Venezolana de Guayana, fue fundada el 29 de diciembre de 1960, con dependencia de la Presidencia de la República. Su primer presidente fue el general Rafael Alfonzo Ravard. Tenemos que aceptar que esos años fueron los años de oro de ese organismo. A él se le encargó la planificación  y la construcción de una ciudad moderna: Puerto Ordaz. Y lo cumplió. Con el correr de los años la CVG se convirtió en un ente emblemático de la región. Cada cevegista sentía un gran orgullo de exhibir en su camisa el emblema de la CVG.

Más tarde, cuando el presidente Chávez asume el poder, en el 2001 adscribe la institución a la Secretaría de la Presidencia, mediante el decreto 1.531. Posteriormente, fue adscrita al ministerio de Industria y Minería (MIBAM). Durante los últimos años ha tenido  distintos presidentes. Pero el organismo fue perdiendo, poco a poco, su fuerza creadora. Hasta quedar reducida a un cascarón vacío. Lamentable, pero cierto. Los cevegistas hicieron rodar su orgullo de ser de la CVG por el suelo. La moral cayó. La mística se perdió. Y, lo peor, se temió que la Corporación más exitosa de Venezuela, fuera a desaparecer. Hasta de eso se habló.

II

                               Vientos nuevos y prometedores

Así llegamos al 2013. El presidente electo el 14 de abril, Nicolás Maduro Moros, reacomodó su gabinete. Y así fue como cayó en la CVG el general Carlos Osorio, quien venía de ejercer el ministerio de la Alimentación. Los cevegistas y los trabajares de las empresas básicas no se hicieron mayores expectativas con la presencia del general Carlos Osorio al frente de la CVG. Ya estaban cansados de tantas promesas,  y tanto bla, bla, bla. Los jubilados y pensionados de la CVG,  tampoco revivieron sus esperanzas. Reconozco que son muchos los problemas que tiene por resolver el general Osorio. Pero para eso lo mandó Nicolás. Para solucionarlos.

Para ser más preciso, pregunté a un cevegista: ¿Cómo está la vaina, allá dentro? Y esto fue lo que me respondió: Me parece que el general Carlos Osorio era el hombre que necesita la CVG y sus empresas. En tan poco tiempo ha cumplido lo que ha ofrecido. Ordenó pagar algunos pasivos laborales. Autorizó pasar a fijos los contratados. El sindicado renovó autoridades. Le cumplió a los sidoristas, aunque persistan ciertos descontentos. Le cumplió a los ferromineros. La gente esta alegre y han renovado sus esperanzas. El propio general está al frente de las revisiones a los empresarios especuladores. Le cumplió a los del aluminio. Tiene planes para recuperar las empresas básicas. Yo creo, sinceramente, que si sigue así, el futuro se ha despejado, la oscuridad ha desaparecido, y ojalá no se quede allí. La CVG necesita asumir su rol promotor y las empresas básicas recuperarse y comenzar a producirle divisas al país.

III

Veremos

El general Carlos Osorio tiene la capacidad para gerencial eficientemente a la CVG y su grupo de empresas. Además cuenta con el apoyo del presidente obrero Nicolás Maduro, quien está comprometido con defender el legado del Gigante Hugo Chávez. Sólo tiene que liquidar de raíz las mafias que existen en algunas empresas básicas, y atacar despiadadamente a los corruptos. Con esas dos acciones se ganará por completo el respeto de la masa trabajadora de la CVG y de sus empresas. Por cierto, general Osorio, el próximo 29 de diciembre estará cumpliendo la CVG 53 años de fundada. Una fecha clave para que usted se vista de gloria. General ¡mano dura contra las mafias! ¡Los corruptos a la cárcel!

¡Chávez viva, la Paria sigue!

Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la isla del Burro, en la década de los 60.

teofilo_santaella@yahoo.com