Me gustaría ampliar, extender, o extrapolar sobre el concepto – el cual me parece excelente – que presentó Nelson Jesús Lanz Fuentes en su reciente artículo “Poco a poco se va uniendo el agua con el aceite,” (http://aporrea.org/ideologia/
Agua = oposición
Aceite = gobierno
Con fines dialecticos, me gustaría modificar este concepto de la siguiente manera:
Agua = oposición (capitalistas, individualistas, abusadores, racistas, explotadores, corruptos, sus líderes, asesores, colaboradores, y seguidores)
Aceite = verdaderos chavistas (humanistas, empáticos, socialistas, comunalistas, sus líderes, colaboradores, y seguidores)
La analogía, o metáfora de Nelson me hizo pensar inmediatamente a las vinagretas para ensaladas que son normalmente compuestas de vinagre (mucha agua y un poco de acido acético), aceites, y condimentos. Existen diferentes colores, gustos, consistencias, etc., pero casi siempre, si no se ha sacudido durante mucho tiempo, la emulsión se separa, y se transforma visiblemente en una suspensión donde se ve claramente la diferencia entre el agua y el aceite. Si la mezcla se bate durante mucho tiempo y de manera agresiva, la emulsión da la apariencia de ser una solución, pero no lo es, es decir, dependiendo de las circunstancias, la apariencia de la vinagreta puede ser engañosa. Aun así, alguna gente prefiere percibir la misma vinagreta batida, o al descanso, dependiendo del tiempo y las condiciones en la cual se encuentra la vinagreta o el observador.
DEFINICIONES
Emulsión: Líquido que tiene en suspensión pequeñísimas partículas de sustancias insolubles en agua. Por ejemplo, vinagreta, leche, etc. (Si la leche de vaca pura no homogenizada se deja tranquila en un envase durante un cierto tiempo, se separa la crema del resto, y, como el aceite, la crema flota encima del líquido.)
Solución: Mezcla homogénea que se obtiene al disolver una o más sustancias llamadas solutos en otra llamada disolvente. Por ejemplo, almíbar, suero medico, vitaminas liquidas, cerveza, etc.
Suspensión: Estado de un cuerpo cuyas partículas se mezclan con un fluido sin lograr la disolución. Por ejemplo, la vinagreta cuando ha estado en estado de reposo durante un tiempo, y los componentes se separan.
LA METÁFORA
Para seguir con la metáfora, o analogía, podríamos imaginarnos que cuando no existe intercambio entre los opositores y los chavistas, la separación es muy evidente, así como la vinagreta que no se ha sacudido. Cuando el intercambio de ideas y propósitos (dialogo) entre chavistas y opositores existe, la vinagreta empieza a parecerse homogénea (parece ser una solución), aunque fundamentalmente no es una solución, y nunca lo será porque sigue siendo una mezcla de dos componentes que nunca se podrán disolver una con la otra. Juntos no pueden jamás ser una solución homogénea verdadera.
- El agua se evapora rápido en el calor, comparado con el aceite que puede durar siglos.
- El agua en un ambiente abierto, expuesto a la intemperie, al sol, o al frio, se transforma, o desaparece, cambia su apariencia y sus propiedades, y es temporal, mientras que el aceite bajo las mismas condiciones pude existir durante generaciones, casi incambiado, guardando sus propiedades fundamentales.
- El agua puede ser, de manera natural, dulce o salada, es decir, tiene dos caras, pero el aceite, de manera natural, siempre retiene sus mismas propiedades, aunque puede ser más, o menos fluido dependiendo del ambiente.
- El agua no se puede incendiar, al aumentar el calor, se evapora y desaparece, pero el aceite, cuando el calor aumenta de manera dramática, sí se puede transformar en un ardiente incendio.
- Dentro del agua se pueden disolver ciertas materias, y dentro del aceite otras. Es rara vez que se pueda disolver la misma materia en agua y en aceite, es decir, los conceptos y valores que pudiesen integrarse al agua no pueden ser normalmente los mismos que se integran al aceite.
- En general, ácidos no se pueden disolver en aceite, pero sí se pueden disolver and agua. Ácidos pueden ser muy corrosivos o malos al gusto en grandes cantidades. En pocas cantidades agregan sabor.
- El agua es esencial para sostener la vida, es decir, en el sentido del capitalismo, pudiera compararse al instinto de sobrevivencia del individuo como tal, es decir, es un instinto individualista. Si el individuo carece de agua, más pronto que tarde morirá. Pero aunque un ser humano tenga toda el agua del universo, morirá si carece de otros elementos esenciales como los aceites, por ejemplo los triglicéridos, que son esenciales para la transformación y el transporte de la materia alimenticia dentro del cuerpo.
Me parece que el agua y el aceite tienen que existir para garantizar la vida, y que los dos siempre existen simultáneamente, y que la cantidad de agua y aceite, bajo diferentes circunstancias, y en ciertos porcentajes, pueden garantizar la mejor condición de vida posible. No es que uno sea dependiente del otro, sino que los dos cumplen con diferentes funciones en la vida, uno básicamente para sobrevivir, y el otro para mantener y mejorar la existencia.
EL DIALOGO
Yo personalmente no creo en el dialogo entre opositor y [verdadero] chavista. Nadie de la oposición me convencerá que el capitalismo es bueno para la humanidad y la Pachamama, y de igual manera, yo no trato de convencer a nadie sobre mis creencias, simplemente, coexisto con los opositores cuando se quedan quietos sin revolver la vinagreta, y me interpongo verbalmente o físicamente cuando empiezan a agitar la mezcla, y particularmente cuando agitan la vinagreta para engañar al observador – para que la vinagreta tenga la apariencia de ser una solución, cuando es imposible que lo sea.
En nuestro país la vinagreta social es más o menos 45% vinagre (agua con acido acético) y 55% aceite, es decir una vinagreta de calidad regular, demasiado acida para el paladar. Las mejores vinagretas se componen de un tercio vinagre (33%) y dos tercios aceite (66%), y para llegar a esta alta calidad, nos falta todavía. Si la vinagreta contiene demasiado vinagre, se pone muy acida para el paladar, y difícil de ingerir, y si no contiene suficiente vinagre, se pone aburridor y monótono. Además se le puede agregar condimentos, pero para cada gusto existe una receta personal.
Algunas personas tenemos los mismos gustos, y otras no, y a veces estos gustos dependen de las costumbres que tengamos. Por ejemplo, aquí donde yo vivo en los Andes del Táchira, la gente tiene la costumbre de preparar la comida con muy poca sal o condimentos, con muy poca variación, y casi nadie come picante.
A algunos nos gusta el picante, o el cilantro, o lo dulce, o lo acido o amargo, y a otros no, etc., pero la idea, creo yo, es que nuestra Revolución humanista encuentre la receta que sea de suficiente buen gusto común y de suficiente alta calidad para satisfacer a la mayoría de la población, y creo que Nicola Maduro anda en eso. Cuando alcancemos la meta de la perfecta vinagreta será cuando podremos distribuir hacia el resto del mundo nuestro fabuloso producto, la “Vinagreta Venezuela.”