Aunque usted no lo crea, pero sí, el dólar se queda a seis treinta
como está, con lo que se demuestra que tenemos una moneda fuerte: el
bolívar. Así que se puede comprar barato internacionalmente y vender
caro nacionalmente, para eso tenemos reservas para traer al país, lo
que a pobres y a ricos le satisfaga y, otra cosa sumamente importante
que así como el dólar se queda como está, también Nelson Merentes,
regresa al Banco Central de Venezuela, es decir, que el dólar y
Merentes tienen algo en común que no pueden estar distante. Por lo que
es bueno para el país es bueno para Merentes y para el Banco Central,
lo que pudiera clasificarse como una adherencia sólida.

El presidente Maduro estuvo en la AN, para dar su Memoria y Cuenta
anual, y todo lo que dijo en gran parte fue a base de Chávez, es
decir, que su discurso fue una copia casi fiel en su especificidad de
lo que en vida expresaba en público nuestro comandante.

Algarabía y exhortación por demás con el consiguiente lema de: “así,
así es que se gobierna” y aplausos por demás que reconfortan cuando se
ofrece en no caer en lo de siempre y cumplir y hacer cumplir medidas
que están por verse, porque una cosa es lo que se dice públicamente y,
los reacomodos en que muchos de los que manejan organismos de poder,
caen en la tentación de prestarse a jugar sucio contra las políticas
trazadas de buen provecho para el país y se dislocan en provecho
propio y, de esos son tantos los malos ejemplos que se pierden de
vista en cada una de esas situaciones irregulares que a la larga no
deja implicados y, la sospecha es un indicio que no escapa a los
vicios de corrupción que conviven a diario en nuestras instituciones
que son vulneradas por la “oligarquía perversa y mafiosa” es lo que
nos dicen y el caso Cadivi está ahí y, porqué desaparece.

Volvamos a lo nuestro que sobre las medidas especiales que saldrían a
flote, lo que salió bien especial fue la fusión de dos ministerio y,
además, el precio justo de un máximo del treinta por ciento de acuerdo
a la ley habilitante de precios justos, ya veremos hasta dónde lo
justo va a durar y, además de las comisiones de trabajo y organización
que algunas andaban con nombres, otras se incorporan con algún jefe de
los que tienen el privilegio dentro de la revolución de valer a todo
dar con otros que rotan en ese desplazamiento de un ministerio a otro
en que se guarecen los más altivos y activos personajes que tienen
vida propia bien ganada desde Miraflores y, no se pueden dejar afuera
de sus funciones ni que Dios quiera, ya que son los benditos
afortunados e imprescindibles que nos orientan con su sabiduría
funcional socialista sin aspavientos.

Alabados los que siempre estarán en el reino de los cielos que es el
reino del Señor (en alguna parte eso debe estar escrito) y acá nos
defienden de todos los males infructuosos que puedan venir, para que
nuestra nación calce a lo grande hacia su futuro inmediato.

¡Venceremos! –no hay duda- que por los menos hay voluntad que es
primordial para salir adelante y, allí es cuando los adecos echaban
adelante a los milicianos y los ponían a luchar por ellos como buenos
adecos.

Pero, desde todo punto de vista no se puede desdeñar que Nelson
Merentes es un profesional afortunado: lo sacan y lo regresan,
imposible alejarlo, por lo que podemos decir, matemáticamente que hay
una función envolvente además, de recíproca, heteromorfo y
topológicamente hablando hay isomorfismo bien resguardado entre el
funcionario Merente y el Gobierno Nacional a través del Banco Central
de Venezuela como institución que administra nuestra divisa que desde
ya aseguró el presidente Maduro el dólar jamás cogerá malos senderos
ni paralelismos dudosos, no señor y además no habrá más raspadera.

Sin temor a equivocarnos y, por la publicidad del acto en sí podemos
afirmar que las medidas anunciadas dejaron al pueblo exhausto y con
una duda que quedó en el aire como si fuera una realidad de lo que nos
espera. Pero…