…Nadie permitía que los demás se diesen cuenta de que nada veía, para no ser tenido por incapaz en su cargo o por estúpido. Ningún traje del Monarca había tenido tanto éxito como aquél.
¡Pero si no lleva nada! -exclamó de pronto un niño.
-¡Dios bendito, escuchen la voz de la inocencia! -dijo su padre; y todo el mundo se fue repitiendo al oído lo que acababa de decir el pequeño.
-¡No lleva nada; es un chiquillo el que dice que no lleva nada!
-¡Pero si no lleva nada! -gritó, al fin, el pueblo entero.
El traje nuevo del Emperador (Hans Chrsitian Andersen)
¿Quién ha dicho que el Presidente Maduro no tiene potestad para designar a los miembros de su gabinete?, pero carajo, si esto no fuera así no sería a él a quienes estaríamos criticando por la integración al gabinete de “personajes” sujetos de sospecha en la mentada lucha contra la corrupción que tanto se ha proclamado.
Acaso porque apoyemos la continuidad del legado de Chávez y de la Revolución no debemos expresar inconformidad con la decisión, legítima del Presidente, de que Nelson Merentes vuelva al BCV, sabiendo que bajo su gestión en el año 2012, en medio de la tormenta política que se vivía en el país se traspasaron desde el SITME 20.000 millones de dólares del erario público al patrimonio privado (“empresas de maletín”) que contribuyeron notablemente a apalancar esta “guerra económica” continuada que amenaza con arrasar con la herencia del Comandante Chávez. ¿No declaró esto el mismo Jorge Giordani?.
¿Cuántos en el campo de la revolución creen sinceramente que con la eliminación de Cadivi el gobierno erradicará definitivamente el “cadivismo”?, olvidan lo que respecto al tema planteó Giordani cuando señaló que “…cuando se crea un sistema de administración de divisas, el otro polo, la gente que quiere burlarlo, nace automáticamente”. No estaremos en este caso sólo vendiendo el sofá, como el marido víctima de la infidelidad de su pareja, del chiste aquel.
No fue el mismo Presidente Maduro quien nos alertó, meses atrás, que “…la renta petrolera debía ser capturada para el desarrollo de la economía y no para el enriquecimiento de grupos particulares que quieren controlar el poder político, sea por la vía del disfraz rojo o por la vía de la burguesía parasitaria amarilla”.
Precisamente por apoyar la construcción del Socialismo Bolivariano, horizonte al que Chávez nos orientó, creemos necesario y obligatorio pronunciarnos oportunamente contra lo que podemos considerar errores que desde el gobierno de Maduro se cometen. No nos hablaba Chávez frecuentemente de la crítica y la autocrítica como herramientas necesarias y obligatorias para corregir el rumbo de la Revolución. Olvida tan pronto, el camarada Maduro, que el viejo método cartesiano de la duda le funcionó al Comandante Chávez porque lo usaba regularmente.
Acaso en el párrafo de Roland Denis, que citamos a continuación, no están contenidas parte de las deficiencias, vacios e interrogantes que planteaba el propio Comandante Chávez en su Golpe de Timón, donde expresó “…Nicolás te encomiendo esto como te encomendaría mi vida: las comunas, el estado social de derecho y de justicia…”
“El Estado Comunal, en ese sentido, es una fantasía burocrática agregativa, externa totalmente al proceso concreto en que se desenvuelve tanto la lucha de clases, como los proyectos emancipativos en cada región o territorio, e igualmente externo a las pocas comunas que realmente se han venido constituyendo con el pueblo en lucha a la cabeza. Ese Estado Comunal que ya habla a través del ministerio de comunas y el discurso social del gobierno, suma, según declaraciones, más de trescientas comunas constituidas este año (¿dónde?, ¿quienes hablan por ellas?, ¿qué cambiaron?, ¿qué hacen?, ¿qué producen? ¿cuánta gente participa?, ¿qué insurgencia les dio vida?, ¿qué expropiaron?, ¿cuál es su ley autogobernante?), y alrededor de tres o cuatro mil, dentro de tres años, de acuerdo al plan estratégico establecido en las oficinas ministeriales”, http://www.aporrea.org/poderpopular/a180065.html (Estado Comunal o Revolución Comunal).
¿Estamos obligadas las bases del chavismo a acallar errores, desaciertos, desatinos del gobierno que a nuestro entender pudieran estar distanciándonos del horizonte de la revolución y del Socialismo por temor a ser acusados de hacerle el juego al enemigo de clase?. Enemigo de clase que, por otro lado, se mantiene silente en espera de que el gobierno “legitimado” de Maduro cumpla ahora con el requisito y la exigencia que nunca cumplió antes el gobierno de Chávez, como es estar dispuesto a negociar los fines últimos de para qué se accede al poder, a través del gobierno.