La derecha denuncia con vehemencia que el gobierno actual es el más corrupto que haya existido en la historia de nuestro país y que la riqueza petrolera se ha despilfarrado como nunca y que lo peor de todo es que lo que la riqueza se está regalando a países vecinos.
Desde la acera de la revolución decimos que ciertamente hay niveles importantes de corrupción que, con el desfalco al SITME por 20.000 millones de dólares, están amenazado con derrumbar los últimos 15 años de luchas revolucionarias que Chávez nos legó, por lo que se hace urgente que el gobierno ponga coto a este terrible flagelo; la riqueza petrolera debe seguir redistribuyéndose abarcando especialmente a los sectores históricamente excluidos y la solidaridad internacional con países hermanos en desventaja deben mantenerse porque en el futuro sólo la unidad y la hermandad suramericana garantizará que el imperio no nos aplaste.
La derecha ha desarrollado la “cubafobia”, entendida como odio visceral, ya no solo contra la Revolución cubana y sus dirigentes sino contra el pueblo todo de Cuba, lo que la lleva permanentemente a denunciar, echando espuma por la boca, que Cuba nos gobierna, que los cubanos han invadido nuestro país y que debemos expulsar a los cubanos y romper con esa “dictadura comunista” que desde apareció Chávez nos gobierna.
Desde la acera de la Revolución insistimos en que la relación con Cuba debe mantenerse y profundizarse, ya que de su experiencia de revolución podemos aprender mucho, especialmente como enfrentar la lucha contra el imperialismo y el Capital que no deja de soñar en posar sus garras de nuevo sobre nuestra riqueza petrolera.
La derecha habla de la incapacidad del gobierno para resolver los problemas a la gente y muestra la diferencia entre las soluciones que brinda el sector privado a los problemas y las limitaciones que tiene el Estado al intentar bridarle solución a los mismo problemas. Solapando en su propaganda al capitalismo que la diferencia sustancial es que en el capitalismo sólo quienes pueden pagar, y bastante por cierto, pueden resolver sus problemas, mientras en la propuesta de Socialismo se plantea atender por igual las necesidades de la gente y darle respuesta sin distinguir las diferencias de clase social o de otro tipo.
Desde la acera de la revolución denunciamos que el capitalismo que durante más de 100 años nos sembraron, con la cultura del rentismo petrolero, la peor herencia que nos ha dejado son los valores del egoísmo, individualismo, desprecio por lo nuestro y sobrevaloración de lo exótico y lo distinto, el concepto del progreso y el éxito (siempre individual) asociado a la obtención de riqueza material menospreciando lo espiritual y subestimando valores y creencias ancestrales propias de nuestros antepasados.
En estos días de febrero de 2014, cuando se recuerda aquella gesta de los militares patriotas del 4F, quienes a riesgo de sus propias vidas se enfrentaron a un sistema para proclamar que en el seno del Ejército que comando Bolívar se gestaba la esperanza de redención de un pueblo. Ahora que ese Gigante que nos mostró el derecho a rebelarnos y a criticar y que vino a resucitarnos a Bolívar y a poner a todo un pueblo de pie en su nombre, cuando ya no está entre nosotros, desde la acera de la Revolución decimos que no acallaremos la crítica, porque la crítica obliga a que se debate y que ese debate consolide la Unidad, para mantenernos en Batalla y alcanzar la Victoria, como lo indicó el Comandante Hugo Chávez Frías.