En el oriente lo llaman atajaperro, en algunos pueblos de Cúmana, le dicen taparera, los gringos lo llaman dogfight bites, que en la traducción quiere decir: “Pelea de perros a dentelladas”, una especialidad política de La Central de Inteligencia Americana, y que siempre ha rendido frutos, surtió el efecto deseado en la Grenada, de Maurice Bishop, en la Nicaragua Sandinista logró que el FSLN se dividiera, en el gobierno de Salvador Allende, fue muy eficaz.
La Dogfiht Bites no es novedoso, es un plan sencillo que consiste en “Levantar un ego por aquí”, “soltar una calumnia por allá”, “dejar una intriga en el camino”, “meter un chisme a manera de juego”, “acusar a fulano, zutano, y mengano de conspiradores” etc.
La pelea de perros ha venido preparándose desde hace tiempo. Inicialmente se planteo la división entre civiles y militares, entre militares originarios del 4F y militares institucionalistas. Durante el proceso constituyente se utilizaron términos como Talibanes, Chavistas Ligh. Posteriormente se formaron categorías políticas, como derecha endógena, boliburguesía, poder constituido, y otro montón de lemas y consignas cuyo objetivo filosófico era sustentar la Dogfiht Bites.
Concepto sacado de las viejas tácticas de guerra, de la experimentación de lo que sucedía en los cuerpos armados del ejército, cuando el comandante del grupo desaparecía. Su aplicación necesita algunas condiciones especiales: en primer lugar se requiere un entorno de confusión e incertidumbre, segundo la desaparición de un liderazgo importante, tercero un beneficio o botín que repartir.
El ambiente del país brinda condiciones favorables para la aplicación de la pelea de perros. No es de extrañar que algunos colectivos e incluso individualidades, sin ser agentes de la CIA, pueden estar influenciados por los organismo de inteligencia, a través de diversas vías con el objetivo de que empiecen a mostrar los colmillos y gruñir.
Por ejemplo cómo llega la supuesta información de la adulteración del plan de la Patria, la también sospechosa y pretendida presencia de un emisario del FMI en nuestro país, los rumores inciertos sobre impresión a raudales de dinero inorgánico. Sin duda que mucha de estas aseveraciones son elaboradas en los laboratorios de guerra de cuarta generación que operan contra el gobierno.
Las críticas siempre son validas y necesarias, pero es bueno que vayan acompañadas de ideas o propuestas. Es fácil filosofar sobre el socialismo desde el campo de la teoría y las elucubraciones, pero difícil es gobernar y tratar de cumplir objetivos, y ser eficientes, y concretar logros.
Los chavistas debemos dejar de gruñir, porque al paso que vamos, estamos condenados a despedazarnos nosotros, a caernos a colmillos para complacer a la inteligencia gringa que ha pronosticado una brutal pelea de perros hambrientos por el control del poder político. El recuerdo de Hugo Chávez, requiere que todos hagamos esfuerzos por mantener la unidad del pueblo, es criminal dividir nuestras fuerzas por pendejadas filosóficas.