El gran esfuerzo realizado por el Presidente Nicolás Maduro en tratar de dirigir el país en medio de una guerra desatada en todos los niveles por la oligarquía criolla y elementos enquistados en altas esferas de dirección administrativa de algunas instituciones de gobierno con elementos extranjeros que no solo operan en Colombia, si no en Curazao, Brasil y Guyana como bases de operaciones, que desde allí orientan los pasos a seguir para intentar matar de hambre al pueblo venezolano que vive de su trabajo y salario. Este ataque busca que nuestra militancia se distancie de los logros y las medidas que el Comandante Chávez ejecutó para devolver al Pueblo de Bolívar lo que históricamente había sido robado por los que hoy intentan y pretenden volver a gobernar a nuestro país.
Traidor no es aquel que hace la crítica cuando ve en riesgo un proceso al que se ha entregado con el corazón, traidor es aquel que ayuda a los enemigos del pueblo con la práctica de la cultura capitalista, clientelar y corrupta.
El movimiento de teclas ejecutado por la oposición más reaccionaria está marchando a la perfección: desde guarimbas de calle en las principales ciudades del país hasta acaparamiento y contrabando por los cuatros costados. Esto pone de manifiesto una nueva forma de golpe que involucra a muchos actores, a los cuales se les ha permitido acumular inmensas sumas de dólares para financiar los costos de un plan cuyas operaciones van dirigidas a tumbar a Maduro, acabar con las conquistas logradas y recapturar el botín más preciado: PDVSA y la gigantesca y codiciada Renta Petrolera… no se conformarán nunca, lo quieren todo y esa es la razón y objetivo estratégico del plan de la derecha nacional e internacional. Ahora bien, cómo carajo se ha dejado ejecutar este plan, por qué ha avanzado tan lejos y a niveles tan críticos para la población, la nación y el proceso, pero lo más absurdo e intolerable: cómo es que el gobierno habla de Guerra Económica y los muertos y diezmados los pone el Pueblo que vive únicamente de su trabajo.
Camarada Presidente, compañero Ministro de Justicia Y Paz: “no basta rezar hacen falta muchas cosas para conseguir la paz”. Estas palabras del Cantor del Pueblo me llevan a pensar que no podemos seguir manteniendo una posición de alcahuetería con los enemigos y traidores del pueblo, es decir, tanto los pitiyanquis como los que se rasgan las vestiduras diciendo Chávez vive la lucha sigue.
No se puede permitir a los enemigos del pueblo, dueños del gran capital y medios de comunicación que continúen arreciando su guerra psicológica y disparando por doquier; mientras nuestro pueblo resiste de manera inerme. Es necesario un Plan de Emergencia de ejecución inmediata que se apoye en la unidad y reorganización de las fuerzas revolucionarias para Movilizar al Pueblo Bolivariano: Movilización del Pueblo Civil y Militar para liberar la ofensiva contenida en el espíritu revolucionario del Pueblo de Bolívar y poder avanzar, de una vez por todas, contra los que interna y externamente buscan el exterminio de lo que un día soñó el Comandante Eterno y por la que entregó su vida.