Imágenes, gestos y frases cargadas de violencia psicológica de alto impacto emocional , es la semiótica de una oposición intolerante, agresiva y criminal que busca pretextos para volver a dar un golpe de estado en Venezuela con la ayuda directa de Estados Unidos, país que hace más de quince años ejecuta un plan permanente para desestabilizar el proceso bolivariano.
Toda esa semiótica direccionada por expertos en propaganda y manipulación de cerebros, es un trabajo que se viene haciendo desde hace muchísimo tiempo, y sin tregua, a través de los medios de la comunicación de masas, redes sociales, pero, sobre todo, a través de la llamada industria cultural, o industria del espectáculo. La música, el cine, los videos y la farándula es utilizada para manipular conciencias.
Este es un plan siniestro que administra una gran cantidad de dólares gringos que sirven para comprar a supuestos líderes opositores, periodistas, fundaciones, partidos políticos, mercenarios, paramilitares, sicarios, y organismos que supuestamente defienden la libertad de expresión y los derechos humanos.
Los grandes medios de comunicación juegan un papel fundamental en el apoyo de los grupos fascistas en Venezuela. Televisoras como CNN se encargan de repetir por todo el mundo las mentiras de los medios locales. Es un plan de guerra sucia, en el que se utilizan las más avanzadas técnicas de sugestión y manipulación psicológica para adoctrinar en el crimen, la xenofobia y el racismo a los jóvenes venezolanos.
Las grandes agencias internacionales de noticias como EFE, AP, Reuter, y otras, también hacen un trabajo sucio, encubierto como periodismo, para desestabilizar al gobierno del presidente Nicolás Maduro, mostrando informaciones totalmente falsas.
Un ejercicio inmoral y antiético del periodismo queda evidenciado, por ejemplo, en la publicación de una gran cantidad de fotografías de hechos violentos ocurridos en Siria, Libia, España, Ucrania y otras latitudes, y presentados como si realmente estuvieran ocurriendo en el país. Un periodismo basura que no resiste el más mínimo análisis crítico.
No es casual que las marchas y concentraciones de la oposición hayan dejado lamentablemente varios muertos y muchos heridos. Eso deja claro, y es lo peor, que ese discurso violento está acompañado de acciones criminales que intentan llenar de sangre a Venezuela para justificar una intervención extranjera. Por eso los grandes medios de comunicación siempre intentan banalizar la verdad como forma de ocultarla.