"Si tengo que morir por las ideas que sustentan la Revolución moriré feliz por Chávez y Bolívar. Inmortales de paz"
La energía de la fuerza espiritual cuando es parte de la razón y el alma trasciende la vida material y va al plano del universo infinito. Cuando se une razón y espíritu en el ser, emerge la energía morfogenética lo que hace que la lucha para batir las adversidades se haga acto; cambia su esencia y de una expresión posible como algo potencial se transforma en lo concreto de la acción.
La acción puede adoptar la fuerza de la lucha, la cual en el plano material contra el fascismo, por ejemplo, se hace exponencial (aceleración infinita) al imprimirle energía, conciencia e ímpetu para vencerlo. El fascismo como factor psicológico empleado para aterrorizar y liberar el pánico en la colectividad se somete con la firme y aguda convicción ideológica de la razón de lucha,
de la fuerza de la conciencia, de la inquebrantable decisión de consolidar un nuevo modo de vida social.
Se lucha por ideas, sueños, amor por el prójimo, transformar la realidad. En la lucha, por naturaleza y praxis de la humanidad en nuestro planeta, siempre ha existido la confrontación entre el Bien y el Mal; es como una ley natural existencial. El Bien es la virtud más elevada del acto humano; por el contrario el Mal es la expresión más baja del ser que manifiesta perversidad, vileza, crueldad.
El Bien son los principios, la ética, la moral de la justicia, la razón del espíritu. El Bien es el amor al prójimo y la Buena Voluntad. El Mal es el odio, la devastación consciente, la intención de hacer daño, la negación de la idea, del pensamiento y de la Revolución.
El Bien es la Revolución Bolivariana. El Mal es el fascismo que hoy intenta castrar un nuevo modo de vivir en sociedad. El Bien es la Patria, es Bolívar, es Chávez. El Bien es la energía que manifiesta el revolucionario para el Bien Común.
La Ley Existencial de la Humanidad de la confrontación entre el Bien y el Mal siempre se ha inclinado a favor del triunfo del Bien. Esa ley existencial que opera induciendo conciencia, justicia y amor al prójimo en nuestra realidad de hoy hará vencer a la Revolución. La Leyes Existenciales no dependen de la voluntad del ser humano, ni de los poderes terrenales. Son designios de la energía universal cubierta aún por los misterios metafísicos, indescifrables por la inteligencia y talentos de la humanidad. Pero así ha sido y así se comportará mientras existamos en esta era de la vida en que nos ha tocado vivir.
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