Este miércoles durante cuatro horas los venezolanos, por iniciativa del Jefe de Estado tuvimos la oportunidad de presenciar cómo un buen grupo de personajes de diferentes sectores, que hacen vida en este país expresaban a viva voz sus opiniones sobre la necesidad imperiosa de preservar por sobre todas las cosas la paz.
Para ser la primera vez que a manera de “conferencia para la paz”, así la llamó el convocante, hay que aceptar que fue un buen comienzo y que esa actividad va a servir para que el país se entere de quiénes son los que verdaderamente están ganados o no, por un objetivo que es vital para el desarrollo del pueblo, su progreso y el logro de la mayor suma de felicidad.
Quienes hablaron coincidieron todos en que por sobre todas las cosas hay que garantizar un clima de paz.
No hay que negar que algunas de las intervenciones fueron un poco fuera de tono, aunque se entienden porque hay que estar en el pellejo de quienes están sometidos permanentemente a tener que enfrentar acciones que precisamente lo que buscan es herir de muerte ese bien tan preciado que es la paz.
Como sabemos en los 15 años de vida que tiene la revolución hemos vivido situaciones difíciles con grandes eventos, fuera de la constitución, superados todos, afortunadamente, pero que han dejado huellas, muy difíciles de borrar porque contra el olvido lamentablemente, han operado factores tendentes a que se imponga la impunidad y por lo tanto la justicia se vea relegada, lo cual lo que hace es conspirar de manera muy peligrosa la paz.
Hoy la patria está soportando ataques arteros, que van en contravía con los buenos deseos expresados en la conferencia de paz, hay factores políticos de derecha agrupados en la llamada MUD, que se negaron a participar, aunque hay que aceptar que algunos personajes claramente definidos como de oposición asistieron e intervinieron, seguramente exponiéndose a los ataques que ya les están lloviendo por las redes y seguramente a una reprimenda de sus partidos.
Ahora bien, por el lado nuestro hay voces que critican la presencia de personajes como la de presidente de FEDECAMARAS, o del presidente de la Polar y no creen en la sinceridad de sus planteamientos, en pos de la paz, y sí en los que se refieren a pedir respeto a sus intereses que como sabemos son eminentemente económicos y encuadrados en su conocida voracidad por acumular riquezas a costa del trabajo y carencias de los sectores más vulnerables de la población.
La propuesta de Mendoza para que se conforme una comisión económica fue aceptada inmediatamente por el Presidente Maduro pero si somos sinceros a esa comisión hay que augurarle ningún o relativo éxito pues con toda seguridad lo que le anima a este empresario digno representante y el mejor ejemplo del monopolio, es caerle con todo a la Ley de precios justos, pues no se conforma que le fijen un margen de ganancias que como sabemos es inferior al que está acostumbrado a ganarse por la enorme cantidad de rubros que controla, de la dieta diaria de los venezolanos.
En cuanto a las propuestas hechas para intentar el logro del objetivo central de la reunión que es la garantía de paz para todos los venezolanos, hay que aceptar que todas tienen cabida, siempre y cuando no se sacrifique la justicia como ya sucedió cuando el Comandante eterno concedió amnistía total a los golpistas del 2002, para que al nomás recibir el beneficio comenzaran de nuevo a conspirar.
Hoy está tras las rejas el jefe de la violencia que en parte del país padecemos, nadie duda que es el autor intelectual, intermediario de los intereses imperiales en pos de la toma del poder por cualquier vía, en este caso una vía distinta a la electoral, convencidos como están que por esta jamás lo lograrán, a ese personaje, no se le debe ignorar ni en la comisión por la verdad, ni en la de paz, se le tiene que exigir que mande a parar el monstruo que creó y que tanto daño le está haciendo a muchas familias venezolanas.
La verdad no se entiende por qué no lo ha hecho aún a no ser que piense que de no ser atendido su llamado, cuestión que no se descarta, el supuesto liderazgo que ha pretendido endosarse no es tal, lo cual le significaría su muerte política para contento de quienes como la Maricori es otra de las cabezas visibles de las acciones violentas que, especialmente en el Táchira estamos padeciendo.
La “Conferencia por la Paz” que se inició con relativo éxito tiene como fin lograr la paz por la vía de la desaparición de la violencia y para ello es necesario que quien prendió la mecha de esa especie de bomba que por lo menos, aquí en Táchira presagia gravísimas consecuencias, se vea obligado a contribuir con ese objetivo, lo cual podría hacerle menos onerosas las consecuencias de su aventura macabra.
De no ser así y que a ello se le sumen acciones legales contra su lugarteniente más destacado, el hoy alcalde de San Cristóbal, se haría indispensable recurrir a métodos previstos en la constitución a liberar de violencia, sangre y muerte a los espacios tomados por los facinerosos.
O una cosa o la otra, pero permitir que la destrucción de vidas y bienes continúen, es desde todo punto de vista inconcebible.-