Días de ira

El 12 de febrero de 2014 vimos en la cara de Leopoldo López la más rancia secuencia del odio Y nos preguntamos mientras sus aliados lanzaban piedras, hierros, Molotov y fuego sobre el edificio de la Fiscalía, ¿de dónde emergió esa conducta terrorífica en ciertos venezolano? Sigmund Freud se vería atascado de dudas para entender esto.

Si alguien desde fuera de nuestra frontera les dijo a estos hombres que obraran con tanta furia contra el país que los vio nacer, sinceramente que no logramos entenderlo. Nos llegó a la mente aquel viejo refrán popular: “desgraciado el pájaro que se caga en su nido”. Fue el prólogo de algo que no logramos comprender por más que escuchemos a la oposición decir que “ellos eran estudiantes que protestaban”.

¿Protestaban quemando el patrimonio de Venezuela y de sus habitantes? ¿Qué culpa podía tener un edificio de Chacao que fue atacado y desvalijado por quienes se autodenominaban estudiantes? Ver para creer Sanchu amigu. Esos “estudiantes que destrozaron San Cristóbal ¿provenían de la universidad de ese estado? ¿Ese Alcalde, Ceballos, es un venezolano que se anexó deliberadamente a lo que se ha venido llamando la MEDIA LUNA, es decir entregar los estados fronterizos a Colombia? ¿Eso no es traición a la patria? ¿Qué nos dice al respecto el Art 358 de la Constitución Bolivariana de Venezuela?

El 15 de abril 2013 el candidato derrotado a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, Henrique Capriles Radonski desató una acción criminal contra el pueblo chavista; 14 muertos hubo en esa acción, incluyendo dos niños y no pasó nada contra los criminales, es decir, contra los cabecillas que todo el pueblo conoce. Varios meses después los venezolanos que no practican la guerra vieron con espasmos estomacales, como los mismos sujetos que cometieron esos crímenes, regresaron de nuevo el 12 de febrero de 2014 para llevarse entre sus astas de macabros confesos a treinta más.

El Art 342 dice que sólo el Estado puede poseer armas de guerra, pero una vez más los asesinos las usaron contra todo lo que se les puso ante los ojos. Mataron guardias nacionales, le aplicaron degollamiento a motorizados, quemaron camiones, de comida que iban a los mercados del pueblo, deformaron calles, incendiaron bodegas, farmacias, plazas, deteriorándolas, rompieron miles de ventanas, mantuvieron en zozobra a centenares de habitantes, quemaron carros, llenaron de basura y humo espacios geográficos.

Enfermaron niños, ancianos, mujeres, y la MUD alega que eran “pacíficos estudiantes que protestaban” irradiando con foto montaje la gran traición por el mundo. Contrataron cantantes, modelos, actrices, hombres de la mediocre política, para que dijeran que un NERÓN tenía encendida a Venezuela. Imitando al publicitas de Hitler dijeron que “una mentira dicha cien veces se convierte en una verdad”. El imperio nos amenazó y los vende patria desde sus mansiones felices. Ellos escucharían las explosiones de las bombas y sus niños no morirían en una hipotética invasión…cerdos de virus cerebral.

¿Qué condena les sale a estos vende patria? ¿Va a quedar impune esta malévola acción para que regresen cuando les dé la gana destruir y matar gente? En ninguna década de la llamada “democracia representativa” el pueblo estudiantil se comportó de esta manera contra su nación. Por eso hay que cortar tal demostración de infamia, de traición, de crueldad. De no ser así, sin duda alguna, que la anarquía fascista regresará con más ímpetu a someter la geografía nacional a sus antojos y a su anti venezolanidad.

Nunca en jamás de los jamases, la nación bolivariana se había visto bajo las botas de algunos que poseen Cédula de Identidad donde se dice que nacieron aquí en esta tierra llena de virtudes, de riquezas, de hermandad entre la mayoría. No es llover sobre mojado pedir que la justicia caiga con toda su fuerza y bajo los principios constitucionales sobre este grupo de grises personajes, de oscurantistas figuras de la mediocridad, para que pueda evitarse de nuevo los días de ira que hemos vivido la mayoría y que aún siguen en la palestra de las sucias mentes de pocos…



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Angel V Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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