Ya según se informó, los fascistas con conductas bibliocásticas que hicieron arden las ideas en la sede de la UNEFA en Táchira están tras las rejas, también está privado de libertad uno de los principales promotores de la violencia de las guarimbas en ese estado, el exAlcalde Ceballos. Los que andan libres aún son el fascismo y el odio que la derecha más radical ha sembrado en sus filas, especialmente en los sectores de la clase media profesional, residentes en las zonas más acomodadas del país.
La derecha ha fracasado en su intento de derrocar a un gobierno legítimo al que no aceptan porque promete continuar con el legado de Hugo Chávez; ha fracasado nuevamente porque, a pesar de los defectos y errores que puede tener el gobierno de Nicolás Maduro, y no tiene pocos, el pueblo mayoritario tiene claro que el gobierno actual está más cerca del pueblo y de sus intereses que la derecha opositora, dirigida desde el imperio y conducida por élites de la burguesía, lo único con lo que sueñan es con retomar el poder político para controlar la riqueza que genera el petróleo.
Fueron derrotados en su intento, pero no podemos creer que es definitiva esta derrota y que quienes apoyan a la revolución podemos estar tranquilos sabiendo que esta nueva derrota los terminará de sepultar para siempre. No, sería un error pensar que con esta nueva derrota la derecha ahora sí renunciará a su empeño de acabar con la revolución.
Ya vendrán nuevos escenarios y nuevas condiciones en las cuales tramarán nuevas luchas, para ello contarán con los recursos materiales y el apoyo que los gringos generosamente harán llegar; pero sobre todo contarán con todo el aparataje mediático comunicacional que en todo estos años tiene a su servicio; y especialmente contarán con una base poblacional, que aunque minoritaria, ha sido inoculada de suficiente odio, resentimiento y maldad que está dispuesta a cualquier cosa por tal de erradicar al chavismo de Venezuela. Afortunadamente, la mayor parte de la población opositora parece desmarcarse de la irracionalidad que el fascismo ha impuesto en sus filas.
El gobierno del Presidente Maduro seguirá empeñado en promover la paz, empeñado en adelantar acciones que contribuyan a superar las necesidades del pueblo (desabastecimiento, inflación, guerra económica, inseguridad, etc.), empeñado en aplicar las leyes y la justicia a quienes con acciones criminales incitan a la guerra y al odio entre los venezolanos, pero especialmente el gobierno chavista debe empeñarse en garantizar la continuidad de la Patria libre y soberana, enrumbada al Socialismo Bolivariano por el que el pueblo masivamente apoyó a Hugo Chávez desde el año 1998.