¿Páez? ¿Quién, luego de Bolivar y de Sucre sino Chávez?

Si equivocado no estoy, el sentimiento es el accionar de los sentidos, así lo estimo y así lo digo, yo creo que Chávez se ha vuelto un sentimiento muy de fondo en el corazón del pueblo consciente y eso es por algo nada simple de considerar.

¿Cuánto potencial de este líder gigante, Comandante Hugo Chávez Frías, pudo quedar intacto, sin desplegar?

Él remontó su vuelo de coloso pero ya lo veo germinar de entre los niños de tierna edad; y es así porque él supo encepar en ellos, y también porque es visible para todos quienes quieran verlo, basta siquiera dialogar con los ojos, con cada niño tierno, y ahí está el Comandante Chávez; nada mejor para quien quiera perdurar, deliberadamente o no, que habitar ahí, en la cabecita de un mocoso.

Chávez es una poderosa energía popular, él solía exclamar expresamente que de tocarle consumirse luchando por la patria, lo haría gustosamente, lo que complementaba citando con frecuencia que la energía no se crea ni se destruye sino que se transforma.

Yo veo al Comandante Chávez en el mismo plano en que buena parte del pueblo ya lo ve, al mismo nivel de Bolivar; la razón es muy sencilla, basta tratar de acercarlos uno a otro; bajemos un tanto a Bolivar del pedestal inalcanzable en el que la oligarquía lo trepó para evitar que el pueblo lo tocara y se percatara de que Bolivar fue de carne y hueso como Chávez; y en contrario llevemos a Chávez un poco hacia Bolivar y ubiquémoslos a ambos, en el mismo nivel: Libertadores de Venezuela.

¿Quién, después de Bolivar, sino Hugo Chávez Frías?

A Bolivar y a Chávez los separa el tiempo, no otra cosa. ¡Claro, la historia que nos describe a Bolivar, mayormente, la hicieron cronistas españoles!

De tal manera que nosotros debemos reinterpretar y reescribir la historia real si queremos salvar y preservar el legado histórico de Simón Bolivar y el de Hugo Chávez.

Chávez proclamó que “Chávez ya no es Chávez, Chávez es un gran colectivo”.

De ipso facto, y para tratar de destruir a Chávez, el laboratorio de guerra sucia del enemigo, y que monitorea nuestros pasos durante 24 horas al día, se puso en marcha para criminalizar la palabra colectivo y pretender con ello destruir a Chávez.

Así que no es nada inocente la pérfida y brutal campaña enemiga para criminalizar todo lo que huela a Chávez.

La palabra “colectivo” tiene que ser reivindicada para desenmascarar al enemigo. La ideología chavista es a la revolución lo que las cabillas son a las paredes, de ahí que el enemigo pretenda convertir a nuestro pueblo en un archipiélago, cada quien aislado uno del otro, divididos, sin un puente que nos comunique, y sabe también ese enemigo, que la palabra colectivo es una fortaleza de la revolución porque “Chávez ya no soy yo, Chávez es un gran colectivo”.


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Guillermo Guzmán


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