Nos recuerdan compas del pueblo hermano de Colombia que se mantienen en lucha con ideales similares a los nuestros que próximamente se cumplen 3 años de prisión del periodista Joaquín Pérez Becerra, quien fuera ilegalmente apresado en nuestro país y entregado a la oligarquía que gobierna al hermano país.
Apenas hace unos pocos meses celebramos la liberación del cantor Julián Conrado, quien por designios de esa oligarquía que gobierna en Colombia, fue mantenido injusta e ilegalmente encarcelado en nuestro país, durante más de dos años.
Fueron muchas las voces de camaradas que se alzaron por la liberación del “Julián”, fueron muchas las actividades que se realizaron a los fines de denunciar el aprisionamiento ilegal del camarada y exigir su liberación, alguna influencia a favor de la liberación debió significar que tanta gente se activara por esta causa.
Valdría la pena que quienes desde distintas tribunas en Venezuela denunciamos con vehemencia el encarcelamiento de Julián a los fines de exigir su liberación, nos planteemos ahora la denuncia del encarcelamiento ilegal del periodista Joaquín Pérez Becerra, quien está por completar los 3 años encarcelado por oponerse ideológicamente a la oligarquía que por décadas gobierna en Colombia.
Podrá alguien pensar que los revolucionarios en Venezuela no están en condiciones de estar pensando cómo ayudar a otros, mientras su propia revolución parece tambalearse y a riesgo de sucumbir, habrá que recordar que, a fin de cuentas, la revolución la hacemos en todo el continente o quedaremos como una isla que terminará en las fauces del enemigo. El principio del internacionalismo revolucionario impone la obligación de que el bolivarianismo venezolano se encuentre y se entremezcle con el colombiano en la búsqueda de las raíces primigenia de Colombia la Grande que soñó nuestro padre Bolívar.
El Presidente Chávez no desperdició ocasiones para recordarnos que los pueblos de Colombia y de Venezuela están unidos por lazos indestructibles de una misma historia libertaria y emancipadora que hace apenas 200 años se estaba forjando.
Libertad inmediata para Joaquín Pérez Becerra.