La política como condición social de las elites aunque muchos la nieguen, otros la oculten y el resto la disimula pero también son abiertos a su permeabilidad, no pueden eludirse de la lucha social de intereses económicos que se libran en las sociedades capitalistas “abiertas”, de lo contrario serían “idiotas”, sin embargo la oposición no logra tener coherencia y legitimidad en las grandes mayorías populares, hay más claridad en el pueblo y confianza en el gobierno y su Programa de la Patria. Entonces el movimiento guarimbero insurge como un “sacudón” de las elites con beligerantes acciones de escaramuzas de calle, de guerra contra las instituciones públicas y privadas, demostrando que se puede hacer “política sin democracia” creyéndose un papel protagónico social no avalado del todo por la derecha, incluso tímidamente aprobado e incluso desaprobado, una verdadera “confusión política” de parte de los partidos de oposición, una vuelta al pasado, al fascismo, en lo que ha estado atrapada “la sociedad civil, las elites aisladas y sus partidos sin identidad política en la sociedad venezolana.
Este supuesto fenómeno de “emergentes políticos” representativo de los demócratas liberales y neoliberales desarmados de la ciencia política frente al chavismo como corriente de la revolución bolivariana, ostentan un “liderazgo sin pueblo”, un liderazgo sin liderazgo, en ausencia de un caudillo que represente los intereses populares o al menos que comprenda las demandas que surgen continuamente en el espacio de toda la sociedad venezolana, mejor dicho de la nación, su soberanía e independencia, hace que terminen “sin identidad política”, desechando toda experiencia política del pasado histórico, de allí esos movimientos nada espontáneos, el que se le ha querido atribuir inclusive un carácter de movimiento social alternativo, ¿frente a qué, al establisment, al gobierno revolucionario, al autoritarismo infundado del modelo constitucional del socialismo bolivariano, de la democracia participativa? ¿Frente al llamado socialismo postmodernista?, ¿Frente al ensayo político económico de reinventar la política?. No hay duda que la oposición y sus intelectuales están desarmados, de allí, el ejercicio de la política sin política, de “la democracia sin política y de la política sin democracia”, las calles son testimonio de ello, no hay dialogo, no hay palabra.
El movimiento de la guarimba, no constituyen en si un nuevo movimiento social, es lo peor de la política, la representación del fascismo, la burguesía desnuda en su pseudo-democratísmo, en discurso del todo vacío de la democracia y de política, como dice profesor Angel Lombardi, “el futuro no se construye sobre un todo vacío sino sobre realidades y proyectos colectivos compartidos democráticamente, donde las oportunidades sean iguales para todos”, dudo que la política sea entendida como tal, la guarimba es el brazo clandestino de la oposición, del uso de “la política por otros medios”, armados con un “ego inflado”, en lenguaje coloquial se llama fanfarronería elitista, petulancia y arrogancia, y esto sucede, cuando los individuos dejan der ser sujetos de la historia, pasan a ser dirigidos foráneamente, como objeto de la historia y en engañosos Mesías de la Oposición, salvadores del futuro, de la esperanza burguesa y de la nomenclatura de ricos privilegiados profesores universitarios, es decir de un futuro irreal y manipulador mediáticamente, ocultan su rostro en cada acción callejera, no dan la cara y tampoco de cara al pueblo, en cada barrio, en cada familia obrera, la clase trabajadora está preclara, de sus ilusiones y fantasías que otrora en la IV Republica fueron los fundadores del modelo que condenan, “el rentístico populista petrolero” y que creara una autócrata elite económica y política fracasada.