En la cuarta república a los estudiantes y jóvenes que protestaban no se les abría juicios, es verdad, simplemente se les asesinaba y en muchos casos se les desaparecía.
En cuestionamiento de la actuación que viene cumpliendo el Ministro Rodríguez Torres en la labor de derrotar las guarimbas que se han convertido en focos del terrorismo dice la periodista Sebastiana Barraez : cuando era chica yo también lance piedras, yo también tranque calles, yo también corrí con un guardia a mis espaldas, yo también recibí un peinillazo, yo también protesté ante la injusticia y por la impotencia de gobiernos de turno que sólo defienden el poder que ocupan. A los adecos y copeyanos de entonces no se les ocurrió levantarnos expedientes ni mandarnos para las peores cárceles del país
Que manipuladora es esta periodista, en aquellos tiempos desde el segundo gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964) hasta el último de Caldera (1994-1999), pasando por los de Leoni, Caldera I, Carlos Andrés I, Luis Herrera, Lusinchi, CAP II, los jóvenes que se atrevían a expresar públicamente su rechazo a los gobiernos de turnos eran reprimidos de forma brutal y asesina. Larga es la lista de jóvenes apresados, torturados, desaparecidos y asesinados por cuerpos de seguridad del Estado.
No vengan ahora con esa versión rosa de que apenas era un peinillazo lo que recibían los estudiantes que protestaban, eso no se lo cree nadie, si acaso sólo algunos chicos y chicas manipulados de la clase media que aún sueñan con Disney y que anhelan graduarse para irse demasiado a servirle al imperio que adoran.
Hay que decirle a la periodista que investigue la cantidad de jóvenes que fueron a parar a los cementerios víctimas de la brutal represión de la cuarta república. Hace poco informaban que aparecieron osamentas enterrados en terrenos de López Cisco, uno de los ejecutores de estas políticas cuartarepublicanas.
Mencionar nombres de personas, jóvenes en su mayoría, víctimas de la represión de la cuarta república por ejercer sus derechos políticos supone el riesgo de deja por fuera algunos, vale la pena que se haga un esfuerzo de difundir las atrocidades que se cometieron en la cuarta república contra quienes políticamente se oponían a esos gobiernos de turno ocupados de mantenerse en el poder, especialmente sería bueno que se difundiera que papel jugaban los medios de comunicación social en todo esto.