El gran negocio de reventa que ofrece el acaparamiento, proveniente del amiguismo y nepotismo político es una realidad del tamaño de un templo. La periodista de UN, Mariadela Linares escribió sobre este asunto, referente a la reventa de vehículos chinos. Ella se refirió a la viveza criolla. Hay que decirle a Mariadela, que ese es solo uno de los componentes. El factor más importante en el acaparamiento y el contrabando de extracción, es el factor político. Desde este punto de vista el gobierno tiene todas las de perder y una cuota importante de responsabilidad. No solo son los vehículos chinos, iraníes etc., sino, celulares nacionales, cemento nacional, café nacional, semilla nacional, Aceite nacional, leche nacional y azúcar nacional, estos dos últimos rubros ya están apareciendo porque tienen nuevos precios. En fin, la escasez que origina el desabastecimiento de productos nacionales que pertenecen al estado está muy elevada. Si incluimos productos importados como; Televisores, Campanas para Cocinas, Aire Acondicionados, Microondas etc., el panorama es realmente tétrico. Esta aberración económica, que implica que el ciudadano debe hacer un viacrucis para conseguir un producto regulado o no, transforma el deseo revolucionario en un descontento generalizado.
Las cifras que da el INE, sobre el aumento de la Pobreza y la Miseria también son variables que se veían venir. No hay que ser un erudito en macroeconomía para saber que nuestra economía está desde hace tiempo navegando aguas turbulentas. Sobre esto, vemos como desde el alto mando económico ven con indiferencia esta problemática estructural que cada día se agrava más.
No es de extrañar el bajón en popularidad del Presidente Maduro. Quizás el único contrapeso que tiene esto, es también la baja popularidad de la oposición, que anda muy por debajo del 30 %.
Podemos decir, que, la crisis actual política y económica de Venezuela cubre los dos estamentos políticos, Gobierno y Oposición. Esta es una lucha de ver quien lo hace menos malo.
Es de gran admiración el comportamiento del pueblo, que en su mayoría sigue los designios del Presidente Chávez. Pero hay que recordarle al gobierno, que la gestión de la Revolución se mide por el aumento de la calidad de vida de todos los ciudadanos que viven en esta tierra de gracia, sobre todo los más humildes, que según INE ha subido el índice de Pobreza y de Pobreza Extrema.
La Revolución rumbo al Socialismo de Nuevo Siglo debe ser más eficiente que el viejo y caduco Capitalismo de la dictadura de partidos (1958-1998), sino, apaguemos la luz y bajemos la Santamaría.
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