Estas dos categorías son una dicotomía que se complementa en cualquier actividad del ser humano, bien sea intelectual o material y máxime si esa actividad involucra a colectivos a quienes van dirigidos los resultados de la actividad, sea esta individual o colectiva,
Esa complementación es indispensable, es común oír la manida frase: “nadie nace aprendido”, los conocimientos se adquieren con el estudio o porque son trasmitidos persona a persona pero en ese intercambio de conocimientos las categorías a que me refiero van de la mano. Se pueden obtener conocimientos per sé, al descubrir y enfrentarse a una experiencia inédita o desconocida para la persona, pero de ello surge precisamente la teoría que sola sería ineficaz.
Desde el inicio de esta Revolución en función de gobierno ha sido frecuente oír hablar de este tema, primero por parte de artífice de ella, cuando en una demostración insuperable, por lo menos en lo que se sabe sobre líderes históricos en este país, con la excepción de el primer Libertador, inspirador de la teoría y la praxis que conforman el quantum de este proceso inédito, se refería en sus intervenciones, todas ellas con un ingrediente pedagógico envidiable que ha servido para que la huella dejada a su partida sea fuente de consulta obligada en el arte de gobernar porque fue una obra exitosa y ejemplar entre otras razones porque la teoría y la praxis siempre constituyó en él y sus ejecutoria una perfecta combinación.
Últimamente el hijo de Chávez ha retomado en su programa de los martes el tema, y su llamado es en el sentido de que es necesario, en la vida diaria y sobre todo en la administración pública, accionar las dos caras de una moneda para una buena gestión que son la teoría, un bagaje de conocimientos que sin estridencias lingüísticas, sin rebusques terminológicos que obscurezcan, dificulten o la hagan inaccesible para el común de los humanos; eso sí una teoría que sea integral, sin que se aparte de la base científica, pero tampoco que sea una carga deshumanizada de conceptos y dentro de esa humanización necesaria y más con destino a crear una conciencia socialista,, los principios son indispensables si se quiere que en la gestión, quien se haya formado teóricamente sea garantía de eficiencia, honestidad, capaz de trabajar a presión como lo requiere una revolución y sin un materialismo propio del capitalismo, en el cual lo importante es cuánto gano y no cuánto rindo, cuanto cumplo y a cuántos beneficio. Y una praxis que sea el reflejo de la teoría y que sirva incluso para mejorarla, en vista de la dinámica social, lo que se trae en el morral teórico, siendo así no existirá la aprehensión de que nuestro destino sea el fracaso y más cuando los revolucionarios hemos tenido el privilegio de contar en el pasado con figuras ejemplares, que nos legaron tantas bases teóricas y prácticas que en el presente reciente fueron recogidas magistralmente por alguien, de esos que no han abundado en la historia, y que llegó a retomar y echar a andar la única nave en la que la humanidad tiene puerto seguro, le dio nueva vida, nuevos bríos, recogió las banderas de los hacedores de la Patria, las izó de nuevo y logró con su teoría y práctica el milagro que significa que un pueblo que parecía resignado a sus destino de explotación, y de estar dirigido por truhanes de la política, se levantara, y siguiendo estrictamente la teoría y la practica ejemplificadas por aquel hombre llenara de esperanza su presente y cual ejército libertador se propusiera completar la obra que una vez nos liberó del yugo colonial.
Ahora bien, hay que aceptar por fuerza de la experiencia que aún cuando se actúe en consonancia con la teoría y la praxis, siempre existirán fuerzas exógenas y endógenas que intenten truncar una obra que con sus logros está colocando en evidencia a nivel global sus bondades, su apego a los principios y su lucha por mejorar la calidad de vida de su pueblo, en contraposición a un sistema que cada vez es más voraz en la acumulación de capital y en al mercantilización de todo lo que toca, echando a un lado, pero aprovechándose de él, al hombre como sujeto y objeto de la historia.-
Ese antagonismo, en la actualidad, lo estamos viviendo los venezolanos, ahora con mayor intensidad, los ataques han sido arteros y despiadados, tanto que en circunstancias parecidas, cualquier gobierno hubiese sucumbido inmisericordemente, pero resulta que este lo es y triunfa contra esos ataques, debido a que por gracia divina esta Patria parió un ser excepcional que pudo con su verbo y con su ejemplo concitar en la mayoría del pueblo la complementación de la teoría con la praxis.
En mala hora se nos fue pero dejó un legado cargado de enseñanzas teórico-prácticas, que hoy han servido para resistir y derrotar a los poderosos enemigos que no nos dan cuartel, pero además en medio de la guerra seguir adelante en la búsqueda de un mejor destino para el pueblo.
Por otro lado si se quiere blindar de una manera más efectiva la Revolución y no perder el legado que aun sacrificando su vida nos dejó el Comandante Eterno, no podemos cometer el error de dejar prepararnos en la teoría socialista que el gigante llamó Socialismo del siglo XXI, a la venezolana, precisamente en un empeño porque no se pareciera en nada, en relación a los errores que otros movimientos cometieron y lográramos adaptarlo a nuestras particularidades y necesidades.
Por ello es incomprensible que lo que a otros movimientos de derecha o de izquierda les llevaron al traste y a su descomposición y casi que desaparición, se deje de un lado, me refiero a la formación ideológica y doctrinaria, no sólo de los llamados cuadros, porque ello sería una posición reduccionista, sino de la mayoría de los militantes, en la seguridad de que ello sería casi que garantía de invencibilidad, pues encima de dotarlos de herramientas y argumentos sólidos y convincentes, les darían la capacidad para enfrentar en al práctica cualquier circunstancia que se les presente.-
