Hace poco que se cumplieron los 12 años de aquel infame golpe de Estado que contra el Presidente Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana concibieron, planificaron, financiaron y ejecutaron Busch/CIA/Uribe/Aznar/Oligarquía y generalotes oligarcas. Ya es historia que aquel mini golpe tuvo apenas 47 horas de vida, la reacción popular y militar que se asumió como poder constituyente fue tan contundente que aquella millonaria movilización del chavismo desbarató en un tiempo breve un complot minuciosamente preparado desde casi el arribo al poder de Chávez aquel 6 de diciembre de 1998.
Estaba montado por parte de aquel generalote felón, ministro de la defensa de Caldera y yerno suyo, un golpe para tratar de frenar la oleada roja chavista que por millones votó por el arañero de Sabaneta, por el Tribilín pelotero, por el hombre digno del por ahora. Los golpistas se asustaron ante aquella avalancha de votos, claro el intento frustrado de golpe de la cúpula militar subestimaba que quien en verdad tenía ascendiente y control del Ejército, como se demostró después ampliamente, era precisamente el elegido Hugo Chávez.
Pero no fue ese el único intento de golpe contra Chávez. En las suspendidas megaelecciones de mayo del 2000, la mano aviesa y traidora de Luis Miquilena dentro del CNE y de su cipayo Eduardo Sentei y otros que hicieron inútiles esfuerzos para evitar las elecciones multipartidarias y con ellas la ratificación multitudinaria de Chávez como a la postre ocurrió.
Más el golpe de mayor contundencia fue, sin dudas, el del 11 de abril de 2002 y, como señalamos y se sabe, fue derrotado en casi dos días. Pero no se remató la faena, los cientos de conspiradores no fueron encausados, en parte por la decisión infame del Tribunal Supremo de Justicia de entonces, manejados la mayoría de los magistrados por Miquilena y su tribu, que exculpó a los cientos de militares golpistas con el pretexto ruin de que actuaron preñados de buenas intenciones y ante el vacío de poder.
Más de 400 golpistas de los que se sabía habían participado de manera abierta y pública en el golpe de Estado, fueron perdonados y amnistiados por el Presidente Chávez no fueron juzgados y condenados por sus crímenes contra el pueblo y la Patria . Por supuesto eso no evitó que la canalla criminal, la bruja Patricia Poleo, el choro de Mezerhane, el terrorista cubano Salvador Romaní y otros que están huyendo, prepararan y ejecutaran el crimen horrendo y monstruoso del Fiscal de la Dignidad Danilo Anderson.
¿Cómo agradecieron aquellos golpistas tan magnánimo gesto del Presidente que derrocaron de amnistiarlos en vez de enjuiciarlos y condenarlos a 30 años de presidio?
Con un nuevo y peor golpe, esta vez de terrorismo petrolero que duró más de dos meses, diciembre de 2002, enero y parte de febrero de 2003.
¿Fueron a prisión y fueron condenados a prisión los facinerosos y criminales que produjeron descomunales pérdidas al país y casi destruyen la industria petrolera y le produjeron inenarrables sufrimientos al pueblo venezolano que no tenía gas para cocinar, gasolina para viajar, harina de maíz para las hallacas navideñas, juguetes para los niños en diciembre, suspensión del tradicional campeonato de pelota, corralito bancario?
Ciertamente los privilegiados trabajadores y trabajadoras que abandonaron el trabajo, se declararon en huelga permanente y participaron de manera activa en las acciones subversivas y de calle que promovió Fedecámaras, la CTV, la Gentuza del Petróleo, la ultraderechista Coordinadora (In) Democrática. Esos más de 20 mil trabajadores fueron despedidos por abandono del trabajo, pero su terrorista dirección salió indemne, no sólo están libres sino desde Colombia conspiran, compraron 17 aviones artillados en los Estados Unidos para agredir a Venezuela, muchos de los cuales están estacionados en bases norteamericanas en el país vecino, esperando el momento oportuno.
El paro terrorista petrolero fue igualmente derrotado pero ¿qué significó ese nuevo perdón a los que organizaron tamaño y monstruoso paro?
Más conspiración, más subversión. La oligarquía y los conspiradores tenían la certeza, igual que sus amos extranjeros, que hicieran lo que hicieran nada les iba a pasar, así que la conspiración iba a ser eterna como eterno ha sido el golpe. Que Chávez era una mami generosa que no metía preso a nadie pasara lo que pasara. Así podían continuar la fiesta, como la continuaron. Y así lo hicieron. Vinieron las primeras guarimbas encabezadas por el terrorista Leopoldo López, eran sus primeros ensayos de la lucha violenta de calle y su pretensión de erigirse en un líder violento y criminal, de eso hacen 10 años. Fueron derrotados por el Presidente Chávez y la Revolución Bolivariana, pero nuevamente perdonados. Sus crímenes, daños a la propiedad, a la ciudad, a las urbanizaciones del Este de Caracas se quedaron así.
Como no pasó nada, es decir, nadie fue preso ni mucho menos condenado, los sectores fascistas de la oligarquía dieron un audaz paso, sellaron una alianza militar con el capo narco/terrorista Uribe Vélez y dieron el temerario paso de introducir 150 mercenarios paramilitares para intentar el asesinato del Presidente Chávez y crear un caos político en el país. Afortunadamente fueron detectados a tiempo y, siguiendo la misma política, pese a la extremadamente grave de no sólo invadir el país sino de pretender una acción de guerra que contemplaba el asesinato del Presidente del país y generar un caos total.
¿Qué ocurrió al final, después que estaban reducidos a prisión los criminales apresados que no fueron juzgados ni acusados por los tribunales militares? Que se sepa fueron liberados.
Así llegamos a las guarimbas actuales que duraron 3 meses en las acciones y luchas guerrilleras de calle donde se desplegaron abundante parque en bombas, armas de fuego y toda la panoplia de formas de lucha, tácticas que utilizan los paramilitares en Colombia, guerra irregular de Cuarta Generación con la abundante participación de mercenarios extranjeros muchos clandestinos y actuando como se puede apreciar en los actos terroristas que se vienen ejecutando, la mayoría provenientes de Colombia.
Pero las guarimbas tuvieron esta vez un componente nuevo, ya no eran los grupos paramilitares de vanguardia, sino el componente significativo de la clase media del Este de Caracas y de las zonas residenciales pequeños burguesas o burguesas de Valencia, San Cristóbal, Mérida, Puerto La Cruz, Altos Mirandinos, Puerto Ordaz, Maracaibo. La presencia de esa masa opositora ganada para derrocar violentamente al Gobierno de Maduro en los centros focales de las guarimbas y todo su componente estratégico de destrucción de los centros del Estado (ministerios, Metro, Universidades Bolivarianas, etc.) como simbolismo trágico de desconocimiento de la legalidad que emerge con la nueva democracia participativa y protagónica. Su abierto apoyo material a las guarimbas.
Pero ahora no sólo hay presos agarrados infraganti o Alcaldes dirigiendo acciones vandálicas, en acciones terroristas, de destrucción, sino peces gordos de la burguesía como el sempiterno conspirador y terrorista Leopoldo López. Han sido citados personajes como María Malinche Machado y una larga lista de conspiradores metidos en el golpe llamado suave y en la preparación del magnicidio contra el Presidente Maduro.
¡Eso es lo que ha debido ocurrir inmediatamente después del contragolpe del 13 de abril de 2002! ¡Cárcel para los golpistas, para los terroristas! ¡Cuánto mal se hubiera evitado!
Tanto perdón le ha hecho un daño terrible a la nación, ha afectado el desarrollo del proceso, ha producido muchas e innecesarias muertes de hijos e hijas del pueblo humilde por parte de los golpistas. Los muertos del 11 de abril. Los muertos de las guarimbas del 2004. Los muertos de los sabotajes petroleros de 2012 en Paraguaná. Los muertos producto de la arrechera decretada por Radonski cuando no aceptó su derrota del 14 de abril de 2013, muertos de ese personaje y que debe pagar. Los 42 muertos de las guarimbas de María Malinche Machado y Leopoldo López que deben pagar igual que el plan de magnicidio. Son demasiados muertos y daños al país para tan pocos asesinos presos.
Con temor o, mejor dicho, con reserva vemos estas acciones de meter presos a los terroristas y de llamar a declarar en la Fiscalía a estos criminales personajes. Felicitamos el coraje y la decisión, la actitud digna de la Fiscal General. En sus manos está que no haya más impunidad y delito sin delincuente. Que no se doblegue ante las presiones, los halagos y los brutales ataques de todo género. Si se impone la justicia, si los jueces no se venden o sucumben al halago o al terror (como lo está haciendo Leopoldo López contra la digna jueza, también de apellido López, porque lo va a enjuiciar y a condenar) se frenará.
La situación es muy delicada, el golpe sigue en marcha y para desmontarlo la justicia es la mejor arma.