¿Quiénes son los responsables del gobierno de esta crisis?

Ante la avalancha de dimes y diretes desatados como consecuencia de la carta de Giordani, provenientes de la derecha y de la izquierda, de la oposición y del Chavismo, de la revolución y de la contra revolución, me sentí como un Suricato moviendo la cabeza vigorosamente de lado a lado para avizorar de donde vienen los ataques.

Del lado de la revolución miles de críticas, arremetidas y descalificaciones desde las más suaves hasta las más duras, como la traición y salto de talanquera. Del lado de la derecha embestidas similares, solo que alimentadas por el morbo de la venganza y la oportunidad de sacar provecho político y dar un golpe demoledor a la revolución y todo lo que representa.

Sin entrar en análisis del contenido de dicha carta, ni de las razones que la motivaron, ni mucho menos de quien tiene la razón o la verdad, podemos concluir en primer lugar que la misma generó debates públicos y privado en todo el espectro de las posiciones políticas e ideológicas y en segundo lugar que, en este ambiente extremadamente polarizado, la carta generó una artillería de opiniones dirigidas a atacar al mensajero en lugar de atacar el mensaje.

Ante la evidente crisis económica actual uno se pregunta ¿De quién es la responsabilidad? ¿Es solo como consecuencia de la guerra económica? ¿O hay otros responsables dentro del gobierno que propiciaron o permitieron que se generara esta crisis y no hicieron nada o poco para contrarrestar los efectos o contraatacar a los responsables de la guerra económica?

Ante una respuesta positiva a la última interrogante, entonces Giordani no debió ser el único ministro en salir del gobierno, debió salir acompañado. Para una acción de gobierno que nos saque del trance en que nos encontramos es necesario evaluar todo el gabinete. Es necesario evaluar Eficiencia versus Lealtad, cualquier desequilibrio es fatal.

La revolución está por encima de cualquier individualidad, por encima de cualquier solidaridad automática. En estas circunstancias debe ser despiadada contra la ineficiencia, contra la corrupción. Se requieren socialistas de convicción para dirigirla, y no de conveniencia.

¡Chávez vive, la patria sigue!

Salazarpjh1@gmail.com



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