El ministro Ramírez parece haber declarado el Londres este fin de semana que el control de cambios es un grave error. Un fracaso. Yo lo apoyo.
El dólar se convirtió en Venezuela en mercancía de cambio gracias a las ortodoxas políticas represivas con la moneda que maneja la economía mundial. Lo compro a 6.30 y lo vendo a 80, qué más puedo decirles, es el pensar y el hacer de los raspacupos y viajeros, el oasis de los empresarios capitalistas que lloran por dólares baratos y venden a dólares caros, eso pasa, ¿Ud. Se ha dado cuenta? ¿Quién la puso papita? ¿La culpa es del pueblo?
Ante mi nota a la carta de Giordani, un gran amigo siquiatra, cuyo nombre me reservo porque tiene un cargo actualmente, me criticó ser tan severo con Giordani. Mi respuesta a un camarada que respeto, la pensé. Voy a transcribir lo que puedo transcribir de mi respuesta, asumiendo con la frente en alto, el aguacero de rayos y centellas que caerán sobre mí.
Respondí a Giordani solo por su respuesta compulsiva, ahora responderé por lo que realmente hay que responderle, a él y a quienes se dejaron seducir por él, incluyendo, con dolor a mi comandante Chávez.
Esta mañana como muchas, tuve que verla la cara a gente de mi patria haciendo colas para comprar, la arrechera que tengo que se la calen todas y todos los que quieran, al leerme. La revolución no se hizo para hacer sufrir a un pueblo, lo contrario, para darle el poder, felicidad, lo que no se siente ni respira en las caras de rabia de todas y todos las y los venezolanos que hacen cola cada día.
Copio..
Querido camarada….
“George Orwell es uno de mis autores favoritos, Rebelión en la granja y 1.984 son textos muy importantes en mi vida. He leído ya varias veces tu escrito en relación al mío antes de responderte. Puntualmente me molestó la carta de Giordani por el contexto en el que la publica, me pareció una venganza muy poco acorde con su personalidad. Aún tengo dudas de su autoría pues he recibido informes sobre su padecimiento de Alzheimer y que hacía meses que no ocupaba su cargo sino uno de sus vice ministros. Aun así, y paso a la segunda parte, yo creo que muchas de sus políticas económicas, implantadas en base al marxismo europeo, ortodoxo y fracasado, son las culpables de la situación que tú mismo me describes como inaceptable. ¿Socialismo es levantarse a hacer colas? ¿vivir en esta inseguridad? ¿Ver a un pueblo traficando con la comida? ¿esa era la mayor suma de felicidad posible? Creo realmente que hemos creado un monstruo. La revolución, para mí, como para Bolívar y para Chávez, era que el pueblo fuera más feliz. Mucho tiempo culpé a la burguesía de la guerra económica, hoy culpo a ellos y al fracaso de políticas económicas absurdas que mantienen un control de cambio que, como con la droga, convierte al dólar en mercancía de cambio, como al aceite, el papel toalet, los cauchos y las baterías, por nombrar algunos. Todo el pueblo busca como rebuscarse. ¿Quién tiene la culpa? Nosotros, más nadie que nosotros. 15 años y no fuimos capaces de crear una fuerza económica alternativa, eso, tarde o temprano hay que reconocerlo. Giordani fue quien diseño e impuso, muchas veces, su modelo obsoleto, ese mismo del que hasta Cuba trata de liberarse hoy. Pronto voy a volver a escribir. Pero hablare del socialismo de las colas, así me tilden de menchevique y social demócrata, hay que volver atrás pronto o esta mierda se nos va de las manos. Dólar libre y capitalistas a hacer lo que nosotros no somos aun capaces de hacer, con toda la pena del mundo.
El pueblo, quien debería ser protagonista de las empresas socialista, sigue viviendo en el capitalismo salvaje. El estado solo hizo intentos fallidos de capitalismo estatal, la mayoría son un fracaso. Hay que volver atrás, leer a Lenin en "Un paso atras" y tratar de hacer las cosas dándole poder al pueblo, si es que tenemos tiempo camarada.
Yo jamás dudaré de tu condición de lealtad a Chávez que como la mía debe comenzar a enfrentar a los farsantes.
Un abrazo hermano.”
PD.. Vanessa me indigna, pero dejemos que sea ella quien se ponga la soga al cuello.
Rafael Ramírez parece haber declarado en Londres que el control cambiario es un fracaso.
Una pita y un aplauso. La pita por lo que nos hemos jodido con los benditos controles que tan solo generaron corrupción y robo. ¿Es que 20.000 millones de dólares robados no bastan?
Un aplauso, porque como aún tenemos el poder político, esa indeseable medida de liberar el dolar, que abrirá a los capitalistas los mercados, es, a mi criterio, indispensable, aunque vergonzosa, ¿Qué más se puede hacer para que llegue la mercancía que en 15 años no hemos podido fabricar?
Un paso adelante, dos pasos atrás.
Así trató Lenin de burlarse de los mencheviques. Aquí servirá para burlarse de quienes se creían los más bolcheviques del mundo. Hay que echar para atrás si es que no queremos que perdamos el poder político. Empezar otra vez, como decía Simón Rodríguez, inventamos o erramos. Hay que reconocer errores fundamentales pues es el pueblo el que yo veo sufriendo en cada cola, cada día y generando una arrechera que con dolor al escribirlo, le pueda terminar dando la razón al Dieterich, que ya se pasó, gracias a dios, al campo del enemigo.
Socialismo era mayor suma de felicidad posible y hoy es la mayor suma de colas, de arrecheras y de sufrimiento. ¡Qué pueblo tan noble carajo! Por amor a Chávez se la está calando. Pero obligatorio es que esta situación se resuelva, y, con dolor, reconocer que no tenemos ni fuimos capaces en 15 años, de crear esa economía alternativa que no produjera ganancia sino felicidad. Hay que echar dos pasos para atrás, dejar a los capitalistas seguir enriqueciéndose hasta que volvamos a intentar, darle el verdadero poder al pueblo. Darle las maquinarias de producción y las tierras para que podamos intentar, más adelante, tomar nosotros el poder económico.
La pita, porque nos la merecemos. ¿15 años no nos bastaron para producir al menos lo necesario?
El pueblo es el protagonista, y como decía Lenin, solo el pueblo y un verdadero Partido del Pueblo organizado, harán la revolución socialista.
Adelante presidente Maduro, si toma estas medidas, reconozca los errores y háblele claro al pueblo, el entenderá y lo seguirá apoyando si siente felicidad en su vida y en la revolución tan jodida de hacer realidad. No culpo a nadie, solo exijo que seamos leales al pueblo.
¡Chávez vive, la lucha sigue!