El neoliberalismo, todavía jaque nuestro sistema económico. Es una nueva tendencia de la hegemonía capitalista hacia los pueblos del Sur, por lo tanto un buen porcentaje de ella posee un carácter ilegitimo, porque, las negociaciones transcritas en años anteriores tienen un dudoso proceder, más cuando algunos dirigentes fomentan un conjunto de falsos positivos para avanzar en conflictos sectoriales y arropar la seguridad jurídica de los Estados en la región.
Es que las ganancias no tienen limites, en estos días compre un litro de vainilla en cien bolívares,( 100) fuertes, para mi sorpresa decidí comprarle a mi hija un frasco del mismo producto y, que sorpresa, el precio del mismo es en la actualidad de doscientos cuarenta(240) bolívares fuertes. Me pregunto, quien se beneficia del sobre precio cuando existe una Ley de Precios Justos. Algo va mal en la administración de nuestro país- Venezuela- y existen buitres que se alimentan de nuestro comercio.
El neoliberalismo se sigue utilizando en nuestro país de una manera muy solapada. De verdad visualizamos un círculo vicioso en este tema, donde las ayudas del Estado hacia el pueblo se desmenuzan en el camino para imponer su propio mercado. Europa y los ingleses, todavía mantienen el dominio sobre los países africanos y algunas islas de anclaje financiero, son democracias muy débiles. Pero, no podemos consolarnos examinando el alto nivel económico, geopolítico y demográfico de nuestros rivales neoliberales. Todos los miembros del G7/ G8,(exceptuando Canadá), se encuentran presentes en Brasil y algunos ya regresan. Las primeras cuatro potencias de la UE de carácter bursátil por volumen del PIB – Alemania, Francia, Reino Unido, Inglaterra e Italia- determinarán los factores al éxito, en el eje financiero mundial se caracterizan por sus múltiples polos de crecimiento.
Hay recelos por la conexión francesa, trato de argumentar sí Regís Debray- ya anciano- esta tras las negociaciones del grupo europeo con el régimen que direcciona el Proyecto Bolivariano en nuestro territorio, resulta irrelevante adelantar opiniones, pero, vamos a la historia y su conocimiento, ella nos impide cometer errores. Un argentino yace sobre el descanso del helicóptero por culpa de una entrega a la CÍA y la desidia de los franceses en alimentar el Socialismo en Bolivia. Es Ernesto Guevara De La Cerda, que, nos habla hoy, que, tengamos cuidado con los tesoros periféricos y, quienes emiten dinero para comprar activos. A pesar de los recelos, nuestra inflación no es hipotética, es real y refleja una mayor amenaza ante las verdaderas y desoladoras tazas de desempleo que se vienen acumulando en el país.
La recuperación del Estado Bolivariano de Venezuela se ve muy lento, prosiguen las colas. Hay agentes infiltrados, que, con su demagogia aplacan al pueblo, son verdaderos buitres y son causantes de la deformación bursátil y, porque no, de nuestra crisis. La división interna y los elementos periféricos nos han perjudicado. Mientras que el presidente Nicolás Maduro Moros solo nos habla de lealtad, inversión y empleo, la deflación aumenta porque estos buitres de la economía solo utilizan la expresión lealtad, obviando que su actitud es pactar acuerdos con quienes destrozan al país.
Hay quienes sabotean las Misiones. ¿Hasta cuando relanzar programas de misiones.?. Y no son expulsados. Venezuela se apuntala en la investigación y desarrollo para producir bienes de mejor valor añadido y servicios. Nuestros jóvenes ven y analizan el futuro, pero, dejan de estudiar porque el personal graduado en esa Misión, arremete contra ellos en vez de incluirlos, cuando la idea es ser optimista y proyectar a la Venezuela del presente, He allí el dilema, he allí el gran desafío.
Existen grupos económicos internos interesados en aumentarnos de una manera irracional la factura eléctrica, como energética,(gas- gasolina), sin medir consecuencias. Somos el país panacea del Continente Sureño. Debemos investigar para desarrollar tecnologías que nos permitan almacenar y transmitir electricidad y gas, generada por fuentes renovables.
Debemos crear una nueva zona franca, para el incremento de nuestras exportaciones y darle empleo a nuestros misioneros. La zona franca, en el contexto de Mercosur, Unasur y la globalización ligada a cadenas de empresas corporativas mixtas en el exterior, constituyen una receta mágica casi mágica para fomentar la actividad económica y crear empleo.
La finalidad de los impuestos es sufragar el gasto público. La cuestión prioritaria no es por tanto subir o bajar impuestos, bajar o subir el costo de los alimentos, sino averiguar sí el gasto se esta gestionando de forma eficiente y eficaz. Y, si no lo ésta, hay que reducirlo, afrontando una reforma fiscal, sin acometer la reforma estructural de la Administración y sin debatir el modelo de Estado del bienestar que nos podemos permitir, es empezar la casa por el tejado. Y es cierto, nuestro sistema tributario ya exige una reforma con profundidad. No en vano, adolece y mucho, de ineficiencia e iniquidad. Ni un bolívar más, ni un dólar más, se lo llevan, es mucho más importante no ingresar más de lo necesario para sufragar el gasto gestionado de forma eficiente. Los venezolanos, quienes amamos nuestro país tenemos derecho a conocer todo céntimo de bolívar que se recaude, esto, tiene legitimidad constitucional.
Es cierto, que, es importante inyectar liquidez a los bolsillos de los ciudadanos, pero, es más importante transmitir confianza y proyecto de futuro. Compartir criterios y proyectos que generen confianza y cercanía. Un modelo que se asiente en los valores y en la ejemplaridad pública de quien tiene una posición social en la acción de justicia del gobierno bolivariano, todo basado en la participación política. No podemos seguir abriendo brechas
