No hay sociedad más contranatural que el sistema de vida occidental, la sociedad capitalista, sociedad marcada por relaciones convencionales y reglas diseñadas para aceptar el egoísmo como tendencia natural, cuando lo que debería privar son el instinto social del gregarismo, las relaciones sociales para la convivencia social. Sin embargo; ¿Porque pese a ello, se impone el instinto egoísta humano por encima del instinto del gregarismo social? ¿Por qué el cálculo económico egoísta priva por encima de las relaciones sociales humanas de cooperación para ir hacia el tránsito de una sociedad moderna que se contradice a si misma?. Comencemos diciendo que el sistema antinatural del capitalismo nace con la división social del trabajo, con la propiedad privada y por ende con la separación del trabajo social (cooperación), a partir de aquí, se desintegran aquellas relaciones socio-naturales que hicieron posible la coexistencia social humana, la convivencia social en un mismo territorio, disolviendo los lazos socio-naturales pasando los individuos atomizarse, a enajenarse de la sociedad, a perder su capacidad de sobrevivencia colectiva, la capacidad de solidaridad, la capacidad de apoyo mutuo.

Con el capitalismo la propiedad privada basada en el cálculo individual viene a representar las reglas que se sanciona, el orden positivista que admite la sociedad como resultado de la imposición desde el poder. Entonces este régimen político exige la reproducción de la desigualdad social cuando la regla natural es que los hombres nacen iguales y la sociedad convencional los hace desiguales, mejor dicho lo transmuta hacia un ser antinatural, antisocial, puesto que al perder los lazos naturales los hombres y mujeres se empobrecen, sometidos ahora a las fuerzas minoritarias del mercado que lo dominan, a la par de fuerzas sociales tenebrosas que lo someten, productos de la incertidumbre que plantea la explotación del hombre por el hombre. ¿Es o no la explotación social humana un sistema antinatural y antisocial? La explotación del trabajo social lo corrobora, surge el anacronismo contranatura e histórico, la reproducción de la pobreza social, la concentración de la riqueza, el crimen y el hampa como delitos antinaturales y antisociales como expresión del antidesarrollo social humano, producto de la división social del trabajo, de una sociedad dividida entre dominantes y dominados.

De manera pues, el modelo productivo capitalista basado en la explotación del hombre por el hombre, en la explotación del trabajo, reproduce la pobreza social, y esto nos lleva a retrocesos históricos de la evolución humana producto de las carencias sociales tales como de agua, gas, energía, educación, salud, trabajo, alimentación por lo que la lucha por la existencia en la sociedad capitalista se convierte en un acto heroico frente a las penurias materiales y espirituales a las que lo condena el capitalismo en medio de “la riqueza, los privilegios, y las canonjías”. ¿Por qué es así? Porque sigue siendo el capitalismo un régimen antinatural? Debido a la adopción de políticas contranatura, contracomunidad contrasociedad, políticas de ajustes económicos, devaluación, inflación, aumento de precios, de la gasolina, aumento de tarifas de servicios, subidas de tasas de interés. Todo un paquetazo neoliberal, ensalzando la libertad del capitalista por encima de los derechos naturales de la sociedad, y cuyos costos sociales del modelo capitalista conduce a la resistencia social por lo que lleva al Estado capitalista (oligarquías) a reprimir “el descontento social” e impedir la transformación de la economía privada en economía social, desmejorando la calidad de vida, el bienestar natural y social que el ciudadano se merece. ¿Cómo lo logra el capitalismo? El ataque contra la revolución bolivariana lo comprueba, capitaliza el descontento social contra el Estado, contra las conquistas sociales, contra el socialismo, saboteando las misiones sociales, los servicios públicos, la economía social sin la cual el ciudadano (a) se empobrecería y se degeneraría inclementemente.