Albinson Linares en un artículo publicado en la página de PRODAVINCI ¿Son productivas las empresas estatales socialistas en Venezuela?, de fecha, 22 de Junio, 2011 comentó “En los tres años que van de 2007 a 2010 más de 23.000 millones de dólares fueron los recursos invertidos por el Estado venezolano para la expropiación, adquisición, puesta en marcha y creación de empresas que se ajusten al paradigma socialista de desarrollo. Esta cifra es igual al monto anual que según la FAO se necesita para erradicar el hambre del planeta, al estimado que necesita el Fondo Global contra el sida, la malaria y tuberculosis o a la indemnización que desembolsó la British Petroleum por contaminar el Golfo de México”. Se debería agregar, el monto similar que “las empresas privadas de maletín” desfalcaron al Estado venezolano, en nombre del ejercicio de la libre empresa, del capitalismo libre de competencia, de intervención del Estado en la economía.
Son las consecuencias cuando el mercado no tiene control, ya que puede mediante los sujetos libres, arruinar una empresa pública sin responsabilidad colectiva, hambrear la población sin pudor alguno, exponer a un pueblo, a las enfermedades de salud como el sida, la malaria, el dengue, la tuberculosis sin experimentar vergüenza por su fortunas amasadas con la venta de medicamentos, a expensa del dolor ajeno, no conforme con ello, la lógica del capitalismo va más allá, acabar con la naturaleza, con la hombre y la mujer, con el niño y la niña, con la sociedad, sacrificándolos en nombre del progreso, contaminando los océanos a cambio de una indemnización pírrica que no se compadece con el daño ecológico, con la vida que tardó años en evolucionar, el capitalismo es contranatura.
En el caso venezolano está en juego el desarrollo mediante un modelo de gestión “en marcha y creación de empresas que se ajusten al paradigma socialista de desarrollo”. Es temprano para evaluarlo y declarar “el fracaso del socialismo”, siendo una sociedad en construcción, en aprendizaje, no es posible evaluarla mediante el esquema que La economista Anabella Abadi en un artículo publicado en fecha 27 de junio, 2014 titulado ¿De qué tiene la culpa J. Giordani? Legado e implicaciones de su salida” PUBLICADO en Prodavinci se parte del supuesto de que el modelo de desarrollo del gobierno venezolano que dirige Nicolás Maduro “sigue una lógica para nada distinta a la de los países socialistas del siglo XX”. Craso error; si revisamos el contexto de transición y los escenarios en que se desenvuelve la revolución bolivariana, el entorno legal donde la Constitución Bolivariana garantiza el régimen de propiedad mixta donde coexisten empresas privadas, públicas y de propiedad social.
Al parecer la economista adopta el clásico modelo socialista del siglo XX de Janos Kornai, el para evaluar el modelo socialista bolivariano, sin ver los otros sujetos que actúan en la sociedad, veamos el modelo clásico:
Características del Modelo Socialista Clásico del Siglo XX
Fuente: Anabella Abadi a partir de Kornai, János (1992); “THE SOCIALIST SYSTEM: the political economy of communism”. Princeton University Press.
La economista Abadi imputa “el deterioro económico” del desarrollo del país, es decir: expropiaciones de empresas privadas, contracción del aparato productivo, escasez, desabastecimiento y reducción de productividad como responsabilidad al exministro J. Giordani, midiéndolo por el modelo socialista de desarrollo del siglo XX pretendiéndole aplicar el esquema de análisis al siglo XXI, a la revolución socialista bolivariana, desconociendo el carácter mixto de la realidad empresarial venezolana, incluso piensa que la situación de deterioro económico obedece por “no poder responder a la realidad económica”, dejando de lado los ataques monetarios, los fraudes económicos, la política de inflación perversa y toda parafernalia conque la burguesía capitalistas declara guerra económica contra el gobierno venezolano frente a las políticas de los logros de las Misiones sociales en vista a desmantelarlas y declarar la estocada final a los avances de la revolución bolivariana.
Miremos el cuadro del modelo húngaro de Kornai, cómo se distorsiona la dinámica del funcionamiento de la economía venezolana, que sin explicación alguna se hace creer de acuerdo con esta pauta funciona la sociedad y el gobierno que preside Nicolás Maduro. Abadi deja entrever que de acuerdo al cuadro así funciona la economía y la sociedad, cuando en verdad, no existe un Partido Marxista Leninista que oriente la revolución bolivariana, solo un Gran Polo Patriótico como expresión de unidad de la izquierda que participa en el poder del Estado, por otro lado, si existe un Partido de gobierno, el PSUV cuyos estatutos no indica que sea un partido marxista leninista así como se pretende indicar, pero de carácter nacionalista, antimperialista bolivariano y chavista. Asimismo; tampoco existe una ideología marxista oficial en las empresas de propiedad social, mal podríamos juzgar por fracaso lo que no existe.
El paradigma de gestión socialista está en proceso de construcción, no exento de errores, con avances y retrocesos, o ¿Es que las empresas privadas del capitalismo no cometen errores de gestión, acaso no quiebran la gerencia, la administración y la economía, producto de equivocadas decisiones políticas?. En todo caso, la revolución del paradigma de gestión del socialismo va mucho más allá que la simple redistribución de la renta petrolera del Estado, en salud, educación y vivienda, o sencillamente repartir tierras, fábricas cerradas o quebradas, en palabras de José Vicente al II Encuentro Mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana: "La revolución es una transformación profunda del ser humano". No es simplemente un acto de gestión del gobierno en materia social que ya de por si es mucho, toca la profundidad de la sociedad, la base de ella misma, la economía social, la producción social.
J. Vicente afirmó en el encuentro del 2004: “Quien no crea que repartir más de dos millones de tierras es un logro revolucionario; que pronto millón y medio de compatriotas sabrán leer y escribir; doce millones de compatriotas tienen ahora acceso a la salud a través de Barrio Adentro, incorporar al sistema de educación superior más de 600 mil venezolanos, quienes creen que esto no son logros, no son seres humanos”. De manera pues, que la revolución del paradigma de gestión socialista del desarrollo va más allá de la simple expropiación de las empresas, es un proceso profundo, que implica asumir conocimientos de gestión para la vida social, para la dirección de la sociedad, puesto que como se sabe: “socialismo distributivo rentista sin creación de riqueza por la vía de la productividad y producción de bienes y servicios es inviable a largo plazo” señala Hernán Luis Torres Núñez, en un artículo de Aporre del 24-06, 2014 titulado: “Un programa económico para salir de la crisis económica”.
Así pues la gestión del socialismo para el desarrollo, implica gestión de empresas socialistas para el desarrollo, “el socialismo no cae del cielo” como se ha dicho, es necesario asumir una cultura del trabajo, una cultura gerencial y sobre todo, lealtad de los trabajadores al socialismo, al gobierno revolucionario, erradicar la vieja cultura de la explotación, de la traición a los valores socialista, a la ética socialista de la producción, si en verdad queremos empresas socialista, es necesario “una transformación ética profunda del ser trabajador, del ser humano” para que comprenda que trabaja para la sociedad, darle “la caña de pescar” completa, no basta darle los instrumentos expropiados, es imprescindible, capacitarlo para el conocimiento no solo gerencial sino también político en profundidad, de técnicas gerencias y políticas para dirigir el proceso de gestión social de la empresas socialista y su contraloría.
Veamos algunos casos someramente que indica el texto “Gestión en rojo”, libro publicado por Ediciones IESA, por R. Obuchi, A. Abadi y B. Lira, comentado por Albinson Linares. ¿Qué nos enseña estos ejemplos de gestión del desarrollo, en Invepal, Rialca, Planta procesador de arroz Cristal, Cargill de Venezuela, SRL., Fama de América, Venirauto, etc., ? Los mismos problemas gerenciales que toda empresa requiere atención, pero aún más, los problemas que le carga la burocracia, los trabajadores deben tener una nueva cultura del trabajo socialista, en el contexto de una economía mixta de transición, del capitalismo al socialismo, entender los nuevos valores del trabajo socialista, los valores de cooperación, y esto se extiende al Estado, a la burocracia que tiene una inmensa responsabilidad en los trámites, en la asignación de recursos, en la restricción presupuestaria del “crecimiento forzado”. “Errores del socialismo clásico, del socialismo del siglo XX” por “la preponderancia de la burocracia por encima de los trabajadores” y no por el modelo de empresa socialista que está llamado a liberar fuerzas productivas.
Los expertos terminan diciendo en el Libro “Gestión en Rojo” con las siguientes recomendaciones muy distantes del paradigma socialista, enmarcado en el capitalismo: “Al revisar los resultados los investigadores concluyen que la implementación de estas políticas públicas no ha permitido lograr los objetivos propuestos teniendo al desarrollo endógeno como el fin último de estas estrategias. “La evidencia histórica y la investigación académica muestran que el control estatal de la producción y la planificación central suelen tropezar con algunas dificultades que conducen a problemas típicos de ineficiencia y escasez, como los que caracterizan a la economía venezolana actual”. (Ineficiencia y escasez que confiesan que no solo es propio de las empresas públicas sino que caracteriza a toda “la economía venezolana” ya sea pública como privada. (¡Buena confesión!)
La primera de todas las barreras del paradigma de gestión, es la psicología de la conciencia capitalista de los trabajadores, las mezquindades individuales de la ideología capitalista que mellan el trabajo social, la división del trabajo capitalista reproducida en la empresa guiada por el paradigma socialista en gestión, lo cual debemos evitar “los errores histórico del socialismo” muchos de los cuales están inmerso en la burocracia del Estado, en su articulación con las empresas, que frenan el desarrollo del paradigma socialista de las empresas, en los aspectos de planificación y control, financieros y administrativos conduciendo a la ineficiencia, paralización y desaparición de la empresa. De amanera que no es por el socialismo que las empresas expropiadas o de participación social quiebran sino por el contrario, un déficit de la cultura socialista en gerencia y trabajo por el cual las empresas se hacen ineficaces, al igual por el control distorsionado de la conciencia de la burocracia.
Se termina diciendo que a las dificultades de ineficiencia de las empresas de producción social de la economía venezolana actual se le suma la guerra económica (especulación, escasez y desabastecimiento) el saboteo a dichas empresas por enemigos internos y externos, a la ofensiva oligárquica colombiana en desabastecer el mercado de los productos (de Mercal) de las empresas expropiadas (café, azúcar, arroz) sino también de los productos importados, asimismo el papel de la oligarquía interna, en presionar por liberar los precios como mecanismo de asignación de recursos, desmantelar el control de precios, limitar el financiamiento de las empresas públicas y de propiedad social del fisco nacional, de lo contrario, amenazan con menor producción, cierre de empresas, (táctica probadas con VENEPAL entre otras) quiebras deliberadas, disminuir los planes de inversión, creando escasez y desabastecimiento, en respuesta a la necesidad de ampliar el ámbito de las empresas privadas atentando contra el fin del proceso revolucionario, “el logro del mayor bienestar en la vida del venezolano”.