“A propósito de las declaraciones de Bernal sobre las empresas expropiadas: Richard Obuchi responde 3 preguntas en entrevista hecha por Albinson Linares | 1 de Julio, 2014 a Richard Obuchi en respuesta a la situación productivas de las empresas del gobierno dice “ La experiencia histórica de países con incremento del poder de gobierno y sistemas de control burocrático de las actividades económicas nos muestran el mismo resultado: escasez, inflación, quiebra de las empresas y muchos problemas de inversión. Eso da una pista de lo que significaría la corrección de estos problemas”. Mejor dicho es partidario de ir a una economía donde la intervención estatal sea sustituida por un conjunto de reglas que generen confianza. Se debe restituir la confianza en la economía venezolana. Se trata de un conjunto de acciones que apuntalen este cambio de dirección”. ¿Cuáles son esas reglas de confianza? ¿Cuáles normas procurarían superar esa escasez, la inflación y quiebras de empresas y muchos problemas de inversión?.
Debemos considerar que Obuchi no vé dentro de la dirección del socialismo la respuesta, para él “es un problema de concepción de las premisas básicas de un modelo que genera problemas”, mejor dicho el modelo que cree él que la revolución bolivariana se desenvuelve, el del húngaro Janos Kornaí, de restricción de la empresa privada, de control del estado y el de la hegemonía del Estado, premisas falsas en el contexto de la revolución bolivariana, si sobre todo se tiene conciencia que existe economía mixta y pluralidad de gobiernos con concepciones y premisas básicas distintas. No hay duda existe la autoridad del gobierno sin la cual ninguna sociedad podría funcionar, de lo contrario, la sociedad sería una anarquía y un caos, por eso es importante “el poder del gobierno y los sistemas de controles”.
¿Cuáles reglas deben normar la dirección de la economía? Según R Obuchi acertadamente coincidimos en que en la etapa de transición del capitalismo al socialismo, una de las premisas fundamentales a realizar del modelo de gestión del paradigma empresarial socialista es “una relación de cooperación y no de desplazamiento con la inversión privada”, alianzas con el capital privado para el desarrollo nacional regional y local, de lo contrario, trabajar con empresas foráneas, la empresa privada debe contribuir al desarrollo, adaptarse al paradigma de gestión socialista pública, a las regulaciones de interés social, A LA Ley Plan de la patria, 2013-2019, aquellas donde prima el bienestar del trabajador, la ecología, la planificación urbana, y todas aquellas direcciones en aras de proteger los intereses colectivos de nación. Esta es la primera regla, lo contrario, la empresa privada está declarándose contrario a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Por otro lado no podemos seguir sosteniendo empresas locales, regionales y nacionales que ataquen el bienestar social, que atente contra el nivel de vida de la sociedad mediante acaparamiento y control de bienes básicos, es decir por un sistema caracterizado por el control de la producción privada, a sabiendas que deben satisfacer una necesidad pública, los bienes de primera necesidad, que pongan en vilo una Nación por acciones de contrabando o bachaqueo, violación de las normas de guías de transporte, negligencia con los inventarios, mejor dicho, el control de la producción privada de los bienes de primera necesidad, alterando la distribución de los bienes, así como perturbación en la circulación, lo cual crea una crisis de gestión en el modelo de políticas públicas socialista, asimismo una crisis en toda la economía venezolana.
¿Quién debe dictar el direccionamiento de la economía el Plan o el Mercado? Plan y mercado, controlando las distorsiones del mercado, el mercado ha de adaptarse al Plan, a logro de los objetivos y metas, tratar de resolver administrativamente la asignación de recursos en conjunto con el mercado, subordinándolo al Plan Nacional, evitando del lado del mercado, las fuerzas inflacionarias en el modelo de acumulación de capital, controlando la ganancia para regular el ritmo de la tasa de crecimiento, evitando la quiebra, la ineficacia, la escasez y los problemas de inversión. Si cambiamos las premisas todos del modelo, los estatistas y los privados, trabajamos en aras de unas premisas comunes, los intereses nacionales, podemos hacer economía social de mercado, dominar las fuerzas económicas de la economía, direccionar las fuerzas del mercado y del Plan. ¿Cómo se logra?
Alianzas estratégicas y metas comunes, una visión compartida del desarrollo, una concepción común del desarrollo, ni mezquindad, ni escasez, confianza mutua, es la segunda regla principal, trabajo conjunto, transparencia de gestión, sin triquiñuela de desabastecimiento, acaparamiento de inventarios, ni evasión fiscal, ni tampoco retaliaciones de desinversiones frenando el crecimiento económico del país. Un pacto económico, un dialogo dónde prime el interés social del país no solo como política del Estado y Gobierno sino también que se haga transparente en la empresa privada, con el bienestar del trabajador, haciéndolo coparticipe del desarrollo y si es posible coparticipe social en la propiedad de la empresa en la medida de la elevación de la productividad de la misma como justa compensación a la plusvalía generada.
Reglas de confianza pide Obuchi, pero también deben ser reglas para el desarrollo compartido, no puede haber desarrollo privado si no hay desarrollo social, debe ser la tercera regla que debe entender el capital privado en Venezuela, el capitalismo debe entender lo difícil de una economía sin reglas, sin Estado, sin gobierno, es una economía salvaje, inflacionaria, depredadora hasta de los mismos competidores, monopolista, absorcionista, liquidadora de la competencia, tal como se expresa en los carteles, de monopolios de precios, de bienes básicos.
¿Qué espera pues el capital privado en Venezuela? Según Obuchi, en el libro comentado por Albinson Linares en ¿Son productivas las empresas estatales socialistas en Venezuela?, por Albinson Linares de El libro Gestión en rojo (Ediciones IESA), de Richard Obuchi, Bárbara Lira y Anabella Abadí se evalúan 16 casos del modelo productivo socialista implantado por el actual gobierno Por Albinson Linares | 22 de Junio, 2011, publicado en PRODAVINCI: -Preservar e incentivar la existencia de la propiedad privada y la libre iniciativa.-Permitir el funcionamiento del sistema de precios como mecanismo de asignación de recursos.-Reformar el sistema de controles de precios con el fin de evitar los problemas de escasez.-Limitar el financiamiento de las empresas públicas con recursos del fisco nacional. Estos temas se deben dialogar con el Estado, no con reglas a capricho e interés propio, lucrativo como fin único, recordando que es una economía mixta y en transición al cual nadie renuncia.
Hay un tema trascendental de la economía, el superar el modelo rentístico petrolero, primero el modelo capitalista rentístico, segundo el mutante modelo rentístico socialista, la idea es contribuir a a la resolución de problemas del desarrollo, para el desarrollo, asegurar los bienes que demanda la sociedad, en lugar de importar bienes, creando más inflación. La regla principal es obedecer el desarrollo nacional por la senda de la independencia económica, científica y tecnológica, así como profundizas las reivindicaciones socialista del Estado creando las premisas para el salto cualitativo, la profundización del cambio del ser humano, la sunción con su conciencia de los instrumentos liberadores que le van a permitir crear la sociedad que esperamos con las más alta productividad del trabajo para el bien social. En estas reglas es que podemos acordar las premisas para el desarrollo sin exclusión.