Hugo Chávez Frías, fue un Gigante. Aunque suene trillada esta frase. Me gusta mucho. La uso a menudo. Cuando Jorge Arreaza, Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, habla a las UBC de echar a los monstruos enchufados en el chavismo. Surgen las palabras de HUGO CHÁVEZ, sobre la política. Retumban por todos los rincones del país. En especial hoy día cuando se celebra el III Congreso del PSUV. Dijo, en una ocasión, en un discurso pedagógico, el hombre más pre claro de los últimos 100 años en Venezuela, ¿Para qué es la política?
Y respondía él mismo, en palabras más, palabras menos: ¿Para infiltrarse en el gobierno y hacer negocios? ¿Para treparse al poder y joder a los demás? ¿Para obtener un cargo y emplear al resto de sus familiares? ¿Para robar al Estado? ¿Para engañar al pueblo? ¿Para aplaudir? ¿Para pavonearse en lujosos carros? ¿Para ver por encima del hombro a las personas? ¿Para eso es la política? Chávez tenía razón. Como la tuvo en casi todo. La política es para otra cosa. Chávez lo dijo de esta forma: “La política es para servir a los demás. No para servirnos de ella, o para que nos sirvan”. Contundente este señalamiento del Comandante Supremo.
Vicepresidente Arreaza, la política no es para permitir monstruos, dentro del proceso. Tal como usted lo ha señalado. Hay que descubrirlos y echarlos. Monstruos para el robo. Para la corrupción. Para dificultar y torpedear el proceso. ¡No. Mil veces no! La política es para utilizarla en la liberación política. En la liberación económica. En la defensa de la soberanía. En el bienestar del pueblo. La política es para construir, día a día, el socialismo. Para trabajar por el engrandecimiento de la Patria. La política es para que sirva de palanca de apoyo para la integración latinoamericana. Para eso y mucho más es la política. La política en su más elevado sentido de pertenencia. Tal como la entendía y la practicaba Hugo Chávez Frías. De quien hay que aprender en el día a día. Y me despido con una frase de Abraham Lincoln: “Se puede engañar a parte del pueblo, parte del tiempo, pero no se puede engañar al pueblo todo el tiempo”… Chao. ¡Volveré!
