Un aporreador ha publicado hoy un escrito que llamó "cuando un país se tiñe de sangre", como si eso fuera una novedad para nosotros, tengo 71 años viviendo aquí donde gracias a Dios nací y me crie y algo se de nuestra guerra de independencia, bien teñida y empapada en sangre, luego todo lo que ha seguido, ¿puede alguien pensar que cuando Gomez Venezuela no estaba teñida y destilando sangre?, más tarde, salvando a Medina Angarita (bajo cuyo gobierno no tuve oportunidad de vivir), ha sido literalmente un baño de sangre continuo.
Pérez Jiménez y su Pedro Estrada, Rómulo con su "disparen primero y averiguen después", Carlos Andres, Raúl Leoni, Caldera, Lusinchi, etc., Presidentes que antecedieron a Chávez tiñendo de sangre nuestro suelo, luego el golpe y sus muertos, el paro petrolero y sus muertos, las guarimbas y sus muertos, la "arrechera" y sus muertos, y a este señor le parece una novedad lo que nos está pasando justo ahora que más que nunca estamos bajo la mira de los que aplican todas las clases de guerras: económica (que también lleva sangre), militar, bacterológica, etc. sin importarles un carrizo la sangre derramada.
Cuando un país se ha teñido de sangre desde que los españoles nos conquistaron y colonizaron a sangre y fuego exterminándonos sin piedad y eso si con mucha religión, los ciudadanos de este país, y de cualquier otro bañado en sangre, se levantan como siempre ha sido (Paestina, Irak, Siria, Libia, Cuba, y muchos más etc.) y luchan llorando a sus muertos y trabajando en sus logros sin parar, cantando sus himnos y criando a sus hijos, la verdad el pesimismo acompañado de deseperación no conduce a nada, si así fuera todavía seriamos colonia de España.
Rodilla en tierra extrañando cada vez más a Chave, llorando a Robert y cantandole a la vida