Editorial
Caray, por donde meto mi “observatorio” lo que percibo es eneas. Pura corrupción. Pura en ineficacia. Puro burocratismo. Puro padrinazgo. Puro personalismo. Puro aprovechamiento “mientras estoy en este cargo”. Dios, mío, mete tus manos a favor de este país. Como también a nivel internacional, en algunos países de avanzada como China, Brasil, entre otros. Pienso que las personas que asumen un cargo, o escalan posiciones dentro del sector militar, se olvidan de dónde vienen por completo. Y se entregan, con esmero, a meter la mano donde no deben. A robar, pues: corto, claro y raspao.
1.Comencemos por casa
El Presidente Nicolás Maduro, está en deuda con los venezolanos en materia de ineficacia para “quebrarle el espinazo” a la corrupción. No voy a detallar todos los casos de corrupción habidos durante estos 15 años de revolución. Por cierto, hubo ladrones durante el gobierno liderado por Hugo Chávez, que todavía están “enchufados” en las esferas del Estado venezolano y del gobierno. Lo que quiere decir que siguen robando impunemente. Un hecho pendiente: se trata del caso referido a la compra del Estado de 8 patrulleros, para la Armada, a España. Se invirtió un realero. La empresa constructora “Navantia (española, por supuesto) entregó de ese dinero aportado para la adquisición de los 8 patrulleros, 42 millones de euros a una empresa venezolana, por servicios especiales de asesoramiento.
José Vicente Rangel, se ha referido al caso, en varias oportunidades en su programa dominical en Televén. Pero el gobierno y la fiscalía guardan silencio. En España hay tres detenidos por este hecho de corrupción, mientras que en Venezuela no se sabe nada. La Fiscal Luisa Ortega Díaz, también está en deuda con el país. Debería hablar sobre si se investiga o no este hecho. Es así, como surgen interrogantes: ¿Hay peces gordos vestidos de verde o de blanco en este acto bochornoso? ¿Por qué se calla? ¿Por qué no se habla de otros casos que reposan en la fiscalía? ¿Hasta cuándo tanta impunidad?
2. Otras cosas que veo
La señora Tintori, esposa de Leopoldo López, no para de viajar. Se baja de un avión estadounidense y se monto en uno europeo. Se baja de ese y se monta en uno latinoamericano. Pidiendo de un lado y de otro, libertad para su esposo. Yo no condeno esa acción. Es lo que una madre o una esposa haría, por su hijo o por su esposo. Lo que cuestiono es que la señora Tintori no se detiene a pensar en otras madres y otras esposas que perdieron a sus seres queridos por culpa de la violencia desatada a partir del 12 de febrero, Día de la Juventud. Bajo ese liderazgo de Leopoldo López y María Machado se sembró el terror en varios lugares del país, donde hubo más de 40 muertos. Y estas personas familiares de estas víctimas no tienen el dinero suficiente para irse al exterior a llorar. Sufren dentro de su país. Por favor, piense en eso señora Tintori.
También observo como el señor Capriles anda por el mundo pidiendo asesoramiento para la “transición” en Venezuela. Entiéndase para el cambio de mando, a nivel de la Presidencia de la República. Pues, él, ya se cree Presidente. Que se baje de esa nube y aterrice. Que se fije lo que paso en el Brasil y en Uruguay. Ya los pueblos no quieren volver al pasado. Los pueblos lo que desean es libertad. Libertad ante el imperio que ha ahogado a estos países por eternidad. Hasta que llegó el Comandante Supremo, Hugo Chávez, y mandó a parar. Aterrice señor Capriles.
Observo también a militares que se han hecho ricos en la revolución. ¡Carajo!, no me pidan pruebas. Las pruebas las tiene el pueblo, el soberano, que sabe quiénes eran antes, y quienes son ahora. Antes era unos “patas en el suelo” y ahora no tienen donde guardar el dinero. Son ricos. Son parásitos de esta sociedad. Se enriquecieron en esta revolución, donde el dinero ha corrido como río revuelto, sin ningún control. Esa es la pura verdad. El pueblo es sabio. El pueblo también observa. Por cierto, observé al Presidente Maduro, hablar recio, muy recio en su discurso ante los militares que asistieron al cambio de mando del ministerio de la Defensa. Gesticuló con energía. Sus palabras estaban cargadas de una fuerza no vista anteriormente. ¿Acaso era un mensaje que estaba enviando? Tal vez.
3. Mi “observatorio” en China, Brasil y España
En dos países, fuertemente hermanados con Venezuela y su gobierno, se producen hechos de corrupción escandalosos. En China, por ejemplo, terminan de encarcelar a un alto “chivo” de la cúpula militar por cobrar escandalosos sobornos. Se trata del general Xu Caihou, quien se enriqueció, junto a sus allegados. El general acumuló una fortuna, a través de los sobornos, los cuales consistían en recibir gruesas sumas de dinero a cambio de otros favores, como el de promocionar a otros militares en el Ejército de Liberación Popular de China. Su confesión de los hechos permitió a la Comisión Militar quitarle el grado de general y encarcelarlo junto a su esposa e hija. ¿Cómo lo ven ustedes?
Mientras que la recién reelecta Presidenta Vilma Rousseff, en Brasil, también tiene que enfrentar el alto grado de corrupción en su país. Justamente, cuando se encontraba en plena campaña electoral reventó un escándalo de corrupción en Petrobas. Ahora ella tendrá que enfrentar este y otros casos. “Voy a investigar, duélale a quién le duela, no va a quedar piedra por levantar. Quiero que se aclaren todas esas investigaciones”. Expresó que luchará contra los corruptos y la impunidad. He oído, palabras más palabras menos, esas mismas posturas ante la corrupción. Ver para creer, como decía el filósofo.
Por otro lado Mariano Rajoy, pide perdón a los españoles por el destape de una olla de corrupción, en los últimos tiempos, en especialmente en días muy recientes. En efecto, en una actitud sorprendente, el Presidente de España, pidió perdón a los ciudadanos españoles por los últimos casos de corrupción, y que afectan al gobierno del Partido Popular. “Entiendo y comprendo la indignación de los ciudadanos, por lo que pido perdón a nombre del Partido Popular, por haber situado en puestos de los que no eran dignos y quienes han abusados de ellos”, dijo en plena reunión del Senado. ¿Alguna vez oiremos algo semejante en Venezuela? Chao. ¡Volveré!