...Ya que muchas cucharas en el plato ponen el caldo morao

No todos los izquierdistas pueden ser cogobierno...

“No hay sitio pa’ tanta gente”-. JVR y el general economista

Una regla de organización empresarial común a   capitalistas y socialistas es aquella que nos invita a respetar las debidas proporciones entre los medios de trabajo  y los componentes del costo primo, y al mismo tiempo las correspondientes proporciones entre los componentes de dicho coste, y entre las diferentes especialidades de los técnicos y profesionales, y de ambos tipos de trabajadores entre sí mismos.
 
Cuando esas proporciones se irrespetan, ora sale sobrando alguno de esos componentes productivos, ora faltando,  lo que derivará en  alteraciones de la productividad técnica correspondiente. Los marginalistas o mengerianos se afirmaron en estas relaciones y correlaciones técnicas de complementariedad y sustituibilidad propias de las composiciones orgánicas del capital burgués, aunque sin llegarle al meollo del asunto porque ello sería atacar las defensas burguesas y feudales a las qrespondieron sus críticas y enseñanazas.

Mutatis mutandi, entre los seres humanos suele irrespetarse la armonía social, particularmente en el seno de la individualizadora sociedad clasista burguesa y capitalista. En esta, lo que más abunda es la desproporción entre las necesidades particulares y la satisfacción de sus necesidades. Paradójicamente, pocos disponen de cuantiosos excedentes de bienes, mientras otros se la pasan la vida con déficit en su dieta cotidiana, y no precisamente por ignorantes, sino porque tal desavenencia parte de que unas personas son ricas y otras son pobres, unas son dueñas de las empresas, y otros se limitan trabajar en ellas para vivir o sobrevivir.

Sobre esas bases de arriba, verdaderamente, la envidia, el egoísmo, etc.,  son debilidades humanas de difícil superación. Es notorio el paquete de izquierdistas burocráticamente desempleados, intelectuales de primera línea, aunque no todos de punta,  razón por lo cual no pueden racionalmente ocultar sus frustraciones al verse una serie de décadas sobre su historia personal, y sentir que lo que aprendieron y tienen mucho qué  dar carece  de mercado político.

Su frustración responde a ese desempleo porque no han sido elegidos por Chávez  ni por su sucesor, izquierdistas muy ilustrados que podrían así formar parte, por lo menos, de su “staff” en los equipos presidenciales y  ministeriales en general.

De otra manera, no nos explicamos estas reiteradas o  majaderas, inoportunas e inconvenientes observaciones a cuánto hagan los  gobernantes de esta novísima   VR de la Venezuela Bolivariana. Críticas que, lejos de tener capacidad constructiva, le hacen una flaco servicio al flamante, presente, complejo y atacado proceso socialista en marcha. Asumen posturas propias de los parlanchines o comentaristas del comercio e industria lúdicolucrativas, para quienes los protagonistas de cada evento deportivo suelen cometer errores porque sencillamente no responden a los estereotipados patrones  que  ortodoxamente ellos señalan posféstum, cometarios que por excelencia no se ajustan a la realidad que “in situ” resuelve ipso facto el jugador de turno.

14/11/2014


[1] Más material perteneciente a mi trabajo: Praxis de El Capital II.



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Manuel C. Martínez


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