Según afirmación del “cronista” como gusta en llamarse Edgar Perdomo “Si esto sigue “así” diré: ¿Adiós compañeros?, Edgar Perdomo Arzola, Aporrea, 03/11/2014: “Con la derecha coincido, en defender la libre empresa nacional productiva, como militante de izquierda, busco la justicia social”. Estará consciente este caballero de lo que dice cuando primero “está con la derecha” pero también “con la izquierda”, en la jerga popular se acusa de “pastelero” a quien políticamente guabinea con una posición y la otra. Pero ¿porque este señor guabinea, está con Dios y con el Diablo?. Reconoce que está “con la derecha” porque apoya “la libre empresa”, en consiguiente, la libertad capitalista del Estado, el liberalismo económico, mejor dicho la libre iniciativa de explotar a los ciudadanos y ciudadanas de una nación, no importa su credo, género, posición social, grupo étnico, nada, solo importa explotar indiscriminadamente al trabajador, en todo caso, amplía diciendo que está de acuerdo con la derecha por “la libre empresa nacional productiva”, sin sopesar que hasta ahora ella, la libre empresa bajo la dirección de la derecha desde hace más de cuarenta años, no han podido cambiar las empresas en manufacturas productivas, capaces de crear valor agregado, terminando en importación de insumos, equipos y bienes manufacturados, repitiendo el viejo patrón productivo, dependiente de las divisas para importar.
Pero al mismo tiempo afirma estar “con la izquierda, con la justicia social”, mejor dicho con la idea socialdemócrata de redistribuir la renta petrolera, puesto que el pueblo merece un “chorrito petrolero”, no más, es decir la justicia social que consiste en “repartir la riqueza petrolera”, no aquella que nace del trabajo productivo nacional, esa no, puesto que ella es propia del “empresariado nacional productivo”, en todo caso la plusvalía para ser concreto, corresponde a la derecha, no a la izquierda, a esta última solo le compete “la justicia social”, “no económica”, en todo caso ambas están preocupadas por resolver seguramente entendemos “La gran paradoja (…) el fin de la inflación, la pobreza de la clase media para frenar su emigración, y la marginalidad. El socialismo humanista del siglo XXI presidente Nicolás Maduro no puede continuar despedazándose en el camino”. Termina diciendo Perdomo (Ibídem).
Nos preguntamos cómo puede resolver la derecha “la inflación” la libre competencia entre empresarios sin que genere a su vez desempleo, pobreza y emigración de la clase media ya que según sus palabras, el socialismo del siglo XXI, despedaza el camino?. No olvidemos que el empresario comerciante depende del dólar para importar, su acumulación de capital depende del alto costo de la vida (inflación de precios d elas mercancías), diría que su crecimiento depende de la inflación, pero no solo eso, dado que no es un “empresario productivo”, importa bienes y equipos, importando más inflación, asimismo carteliza precios, escasean productos, desabastecen encareciendo más los bienes del mercado y además sin olvidar la corroboración de que “En Venezuela el aumento en la escasez se refleja por la menor cantidad de los artículos en los supermercados públicos y privados, sin que se modifiquen los precios, por el pírrico aumento de los salarios. La inflación la pagan todos. En Venezuela los trabajadores seguirán comprando menos mientras los comerciantes formales fijan los precios, a través de los comerciantes informales, ellos si podrán seguir disfrutando del mismo poder adquisitivo”. (Perdomo, E. Nicolás no puede ponerse el lazo: ¡Que ahorcó a la URSS y a Cuba!, Aporrea, 14-11-2014). ¡Aquí está clarita la justicia económica! Los empresarios pueden disfrutar del poder adquisitivo del dinero, menos los trabajadores, por tanto no puede haber justicia social sin justicia económica, lo contrario sería “la acción política maniquea en sus grados bajos y el maniqueísmo tiene el efecto de camuflar el efecto azar y la incertidumbre de la acción” de acuerdo como E. Morin (Ibídem).
Entonces analicemos el maniqueísmo político del diablo borrego del capitalismo, el decir el camuflaje de la acción, “En Venezuela el aumento en la escasez se refleja por la menor cantidad de los artículos en los supermercados públicos y privados, sin que se modifiquen los precios, por el pírrico aumento de los salarios. La inflación la pagan todos”. Sepamos que la tasa de crecimiento del salario de no ser por la especulación de precios, estaría por encima de la inflación, en todo caso, decir que “todos pagamos la inflación” es producto de “la acción del maniqueísmo”, ¿Cómo es eso de que los precios no se modifican por el pírrico aumento de los salarios? El capital siempre endosa el aumento del costo variable al precio del producto, quiere decir que por conveniencia se está “con Dios y con el Diablo”, aquello de pescar en río revuelto para confundir las mentes, aprovechándose de la ignorancia y sirviéndole a los apátridas.
Ah, pero la culpa de esa escasez no es de la libre empresa nacional productiva, no ella es víctima, es resultado según “los asesores de Perdomo” porque el “gobierno bolivariano aconsejado por los cubanos expropió, y acorralaron al sector productivo nacional venezolano, lo cual ha creado una tremenda escasez en la producción, y en la distribución de los artículos de primera necesidad, y esto ha causado un aumento de los precios, como es conocida la inflación, nombre técnico del alto costo de la vida, según expertos economistas consultados y que asesoran a este cronista”. (Ibídem) Pues bien, que mal aconsejado está, seguro pudiese decirse que corre el riesgo de pasar como el mismo expresidente Aznar, en “la torpeza política” para entenderse asimismo el señor Perdomo. “Si analizamos el caso (…) me tilde la ultra izquierda de agente de la CIA y de apátrida” y esto es seguro, porque no reconoce “la guerra económica”, al decir “hay que tener el valor moral y político de reconocer que la llamada guerra económica aunque alentada desde fuera, ha hecho enfrentar en el país no estrictamente en términos de clase, de ricos apátridas, contra pobres venezolanos; lo desgarra de arriba hacia abajo, como un puñal metido en su entraña misma, cortando a todas las clases sociales y dividiéndolas”. ¿Cuál valor? No veo valor alguno, ni desde el punto de vista moral ni económico, sus asesores son cobardes en reconocerlo, en negar la realidad de “la fulana guerra económica”, basta ver las incautaciones de mercancías de contrabando, las expropiaciones de galpones para darse cuenta de la realidad. ¡Vaya ejercicio del borrego: La guerra económica entre capitalistas y trabajadores (consumidores), entre el capital y el salario no enfrenta estrictamente en términos de clase”, si eso es pan nuestro de cada día, la guerra económica, la lucha de las amas (os) de casa, de los jóvenes, de los niños (as), de los ancianos (as) contra el comerciante que especula.
El país se viene enfrentando a lo largo de la historia, una lucha política que en realidad se diría que es una guerra velada, Chávez no descubrió la lucha de clases sociales, los apátridas siempre han estado presentes con la libre empresa, con connivencia con el imperialismo petrolero, las transnacionales del petróleo, el exilio del general Cipriano Castro fue testigo de ello, cada golpe político en Venezuela fue testigo de la complicidad de los apátridas por hacerse del botín petrolero en conspiración encubierta con los EE.UU., así que los pobres venezolanos han sido víctimas de los desgarramiento, de las contradicción de la IV república, de su políticas discriminadoras y antidemocráticas que acusan una desigualdad social aún sobreviviente en la Venezuela chavista, de manera que el apátrida capitalista ha estado con los enclaves petroleros, traicionado al país con desregulación del Estado, la apertura petrolera, la privatización de PDVSA, aun cuando está prohibido constitucionalmente mercadear la empresa soberana de todos los venezolanos.
Otro aspecto maniqueo es “El gobierno bolivariano aconsejado por los cubanos expropió, y acorralaron al sector productivo…”. “Si analizamos el caso cubano es patético. (…) No evaluaron, ni valoraron la disolución de la URSS. Siguieron como borregos detrás del sueño del llamado comunismo o socialismo real, y como los camellos en el desierto, buscando la sociedad igualitaria que hoy en pleno siglo XXI sigue perdida en el horizonte. Hoy el pueblo cubano sigue enfrentando una terrible escasez en sus productos de consumo, y en su capacidad de pago internacional, a pesar de que siguen pegados de la ubre del petróleo venezolano que los mantiene vivo, por la costosa terapia intensiva que les da la economía venezolana. Si Venezuela revisa el convenio del suministro de petróleo, porque necesita esos dólares para derrotar la inflación que azota en forma criminal a nuestra patria; la economía cubana entraría en un colapso total”. (Ibídem) Al parecer Cuba si valoro la disolución de la URSS, ni siquiera el hecho de haber perdido “la ayuda económica” de dicho país pudo disolverla, que le hace pensar como borrego del capitalismo que si Venezuela revisa los convenios de suministro de petróleo, la economía cubana entraría en colapso?. Verdaderamente, aquí aplica aquello de que existe un verdadero “efecto de camuflar azar e incertidumbre” propio del maniqueísmo, no sé cómo el señor Perdomo aporrea tanto a la revolución y decir que es de izquierda, que apoya la justicia social. Como decirlo, si me es permitido, pura borroguería política.
Digo azar porque no está demostrado e incertidumbre porque eso siembra, en todo caso poniendo en duda “la autonomía e independencia del gobierno de Maduro”, demuestra que sus viejas simpatía por la izquierda quedaron en el pasado, en la infancia, simplemente una añoranza, hoy solo queda un amargura contra la izquierda, dado que el “despelote ha causado un deterioro económico en Venezuela, mejor dicho la guerra económica, además Perdomo señala que “Aquí simplemente no hay productos puestos a la venta, porque los anaqueles están vacíos, y los comerciantes no pueden ofrecerlos al público, porque ni siquiera los tienen acaparados o escondidos, sino porque no hay producción nacional”. (Ibídem). Seguramente no hay producción nacional porque no hay inversiones y no hay inversiones pese a que muchos tienen millones de dólares en el exterior, no quieren invertir, la idea está clara.
Pero el simpatizante de izquierda desapareció, quedando el hombre maduro, --que no madurista--, simpatizante de derecha, defensor de la libre empresa capitalista, consciente al decir de que los cubanos son “borregos detrás del sueño del llamado comunismo o socialismo real, y como los camellos en el desierto, buscando la sociedad igualitaria que hoy en pleno siglo XXI sigue perdida en el horizonte”. (Ibídem). ¿Quién es el borrego, quien va detrás de un sueño de justicia social o quien rinde pleitesía al capitalismo de derecha?. El sueño de la humanidad siempre ha sido uno, la justicia social, económica y política, no por eso se es borrego, al defender las ideas del bien común, el comunismo, puesto que en el capitalismo, la esperanza de redención social se hace un desierto, en cambio el socialismo del siglo XXI es cada vez más real, el sueño se hace realidad no sin luchar contra “el capitalismo salvaje”, por eso no veo nada cívico defender la derecha, solo servilismo apasionado y ciego, estrechez de criterio e insensibilidad humana borrega, sin embargo, hay que reconocer que pese a todo el señor Perdomo sale de su estupefacción: “hoy, a los 15 años de su triunfo, a pesar de todos los errores cometidos creo que valió la pena y que los sueños éticos, aparecerán tarde o temprano para encarnar en otra generación que sabrá evaluar y desechar los errores, las debilidades, y las falsificaciones. Con esta opinión clarificadora quiero contribuir con las nuevas generaciones”. Termina reconociendo Perdomo en su artículo “Si esto sigue así, diré: ¿Adiós compañeros?, ya citado, pues bien, ¿que está esperando señor Perdomo para irse?, si desde hace rato se fue de la izquierda si es que estuvo.
El señor Perdomo, dado que es incrédulo acusa “la tesis de la fulana guerra económica, con las sustancias filosóficas del modelo soviético fracasado que se busca aplicar, nos han conducido a un colapso económico, aquí debe haber una revolución pacífica con un sistema de una economía mixta real, y a la vez una mayor apertura política”. No ve, así es que se habla directo al grano, sin maniqueísmo de por medio, ya sabe el diablo está en los detalles, siempre hay cabos sueltos, resulta que “la fulana guerra económica” busca “la sustancia filosófica del modelo soviético”, se entiende mejor el que la guerra económica se comprende por la lucha de clase, el salario contra la ganancia, la sustancia filosófica económica (marxista), en todo caso, del “modelo fracasado soviético” como llama, entonces ¿porque quejarse de los anaqueles vacíos? no ha escuchado que de los errores se aprende, pues bien la revolución bolivariana sigue la sustancia leninista “de todo el poder al pueblo”, a las comunas, a las comunidades trabajadores, no le suena algo así como “todo el poder a los soviets”, el recetario marxista leninista, será por eso que se despegó de la izquierda, creo firmemente que su camino se despedazó, solo vemos en sus escritos, “justificaciones retóricas y los malabarismos conceptuales”, negando el conocimiento del “papel determinante de las condiciones materiales de existencia de los hombres sobre su conciencia”, por eso obviando la ciencia, afirma que Venezuela “no está en condiciones de resistir ese experimento impulsado por las creencias estalinistas”. (Ibídem). No se escude de la propaganda “estalinista y totalitaria” para justificar posiciones de derecha, reaccionaria y fascista.
Olvida que ese “experimento” social, fruto de que lo que por primera vez en la historia se da, el pueblo decide construir conscientemente el socialismo, y como usted lo dice, “….a pesar de todos los errores cometidos creo que valió la pena y que los sueños éticos, aparecerán tarde o temprano para encarnar en otra generación que sabrá evaluar y desechar los errores, las debilidades, y las falsificaciones...”. (Ibídem) Pues bien esa generación ha surgido, construye el socialismo del siglo XXI, no copia del socialismo soviético, sino un socialismo chavista, indoamericano, bolivariano y cristiano, superando todos los errores que sembró las viejas raíces ideológicas de la propiedad privada, pese a todo ello, y la amenaza del imperialismo, tarde o temprano una generación más revolucionaria impulsará el carruaje de la historia, y usted ni entenderá que pasó cuando la conciencia comienza incidir sobre las condiciones materiales, transformando la sociedad capitalista en socialista, así que sigamos con el régimen democrático y socialista de Maduro.