Los recién llegados al proceso, la mayoría militares y adecos, llaman a muchos camaradas que desean el bienestar para el país y que no sigan las desviaciones y los vicios del pasado en el proceso de transición, infiltrados, quinta columnas y otros epítetos, como ultraizquierdas, renegados, anarquistas y guerrilleros…. Pero hay vicios mayores entre los altos funcionarios, que sean han convertidos en comerciantes y empresarios con desviaciones de pequeño burgués, con gustos exquisitos e intolerantes con la crítica y la discusión, hasta se han inventado una línea caliente 800SAPOS para denunciar a los camaradas que hacen críticas y piden una debate ideológico y ético en las filas del PSUV.
El pueblo mantiene intacto sus ideales y objetivos, pero también hay dudas, por las obras y los errores que se cometen a diario que atenta contra las ideas originarias, en realidad, la clase trabajadora, que aún no ha comprendido su derecho histórico de asumir la vanguardia en el proceso llamado de transición para iniciar una nueva, racional y más humana sociedad, esta clase obrera con centrales obreras de esquiroles y que le piden una entidad bancaria al gobierno, están muy alejados del socialismo y la revolución. Todo es una farsa y no hay un compromiso verdadero ni interés de avanzar en un proyecto de la patria, que no es esto que estamos viendo y viviendo. Aquí muchos dirigentes que se hacen llamar revolucionarios y socialistas, actúan, socialistas de palabras e imperialistas de hecho, es decir quieren un país social y socio del imperio, no se pueden llamar revisionistas aun, porque aún nos mantenemos en el esquema capitalista. Es la realidad.
Estos tiempos donde no queda nada de la ética ni la moral, la práctica de los antivalores es la moda. La corrupción se pasea oronda por todas las estructuras del gobierno y la participación de algunos socios necesario de la MUD, la hay de todos los tipos; pero en estos tiempos la corrupción es legal. Se perdió un año con una Ley habilitante con la finalidad de luchar contra la corrupción y en ese año se fortaleció este flagelo.
Uno escribe, tal vez por pasión, por compromiso y a veces con rabia, de la poca importancia que hay en el país para que las cosas cambien, que vuelva la ilusión y la esperanza, aquellas que renacieron en 1992 y se dio un significativo avance en 1998 con el triunfo de Chávez. La mentira la manipulación y el engaño. La falta de democracia interna en el PSUV es un reflejo como anda también el país. La obediencia debida, la sumisión, la disciplina, son sus lemas, si mi Capitán, ordene mi sargento, esa debe ser nuestras respuestas a las imposiciones y cooptación.
Se habla de planes y proyectos infinitos; nada se concreta, es el vacío mental. Todo termina como una fantasía, un sueño, al despertar no hay nada. No era un sueño, es una pesadilla y la justificación es que la aceptamos en silencio y creemos que vivimos una realidad, No hay nada, Cada día se habla más y se hace menos, vivimos de planes fallidos que una vez fueron llamativos y creíbles, por la magia y el encantamiento de los cantos de sirenas. Nos vendían esperanzas.
Los altos funcionarios públicos al parecer carecen de los principios de honestidad, transparencia, participación, eficiencia, eficacia, legalidad, rendición de cuentas y responsabilidad. Además del celo que la responsabilidad que deben tener para administrar el patrimonio público como la decencia, decoro, probidad y honradez, asimismo la eficacia y la eficiencia, pero ahora se aplica la mordida y la vacuna para cualquier trámite en la administración pública. No se diga en los sindicatos del país, donde descaradamente se venden los puestos de trabajo.
Nuestros gobernantes que se hacen llamar revolucionarios, socialistas, bolivarianos, etc., han perdido y ante la ausencia de Chávez, ha regresado la insensibilidad social y humana, se ha perdido paulatinamente el amor al prójimo y la naturaleza, la solidaridad y el humanismo están escaseando. Estamos caminando en retroceso hacia la cuarta república, a los viejos tiempos, vivimos realmente haciendo milagros los venezolanos ante la alta inflación, la escasez, el desabastecimientos de alimentos, medicinas, y bienes de primera necesidad, es una realidad que nos asalta y padecemos, negarla es estar fuera de contexto o creer que este pueblo es estúpido e ignorante.
En el año 2013 ante el avance de la corrupción administrativa se otorgaron a través de la Asamblea nacional una Ley que dio poderes especiales al presidente Maduro para luchar contra la corrupción, la usura y el blanqueo de capital y nos llamaron a enfrentar la guerra económica, la cual perdió el pueblo en el año 2014. No enfrentamos la corrupción, esta aumento y aun se busca la lista de las empresas de maletín que se birlaron 25 mil millones de dólares, en bolívares esta es una cifra astronómica, más los dineros dilapidados en los proyectos ferroviarios, me imaginaba en el 2008 viajando en ferrocarril Tinaco – Anaco, se dice que tal vez en el 2020 se concluya, si la corrupción y los sindicaleros lo permiten. Así hay otros proyectos ferroviarios perdidos en el tiempo. La nueva ley habilitante después de un año no ha impulsado la libertad económica que nos garantice el acceso de los venezolanos a los bienes y servicios
Porque es hora de los correctivos, donde estarán las tres R de Chávez, cuantos ministros, gobernadores, alcaldes y funcionarios del alto gobierno se hacían los locos, cuando Chávez tocaba ese tema, pero para contrarrestar las propuestas de Chávez se tenía el manido argumento de que la burguesía parasitaria se chupaba la renta petrolera, bueno se integraron a la nueva burguesía y se comenzó el festín de Baltasar, fue compartido y felices y unidos, mientras el pueblo padece y piensa.
El pueblo se está cansando de tanto guerrear nos han llamado a luchar contra la guerra económica, la guerra ideológica, perdida porque el PSUV no ha abierto aun una escuelita de ideología, la guerra bacteriológica, derrotado ante el paludismo, el dengue y la chikingunya, la guerra mediática, tenemos buenos armamentos con los medios de servicios públicos, pero casi nadie los ve, porque nos dibujan otra Venezuela y el pueblo no puede denunciar sus necesidades e incumplimientos de los gobernantes, un índice de que nadie los ve es el aumento de las suscripciones de TV por cables.
Es necesario un debate ideológico en el PSUV y todas las corrientes progresistas del país, pero paralelamente debemos discutir el problema de la soberanía alimentaria y el desarrollo agrícola y pecuario en el país, no podemos seguir de dependencia de importar los alimentos, ya basta de economía de puertos, debemos discutir y hacer un gran debate, y sincerarnos sobre el control de cambio, quienes se benefician con su permanencia, quien adquiere los dólares a 6.30, 12,00 y 50,00 bolívares y los vende a más de cien bolívares en el mercado paralelo. Esto es beneficioso para el país y se desmonta el control de cambio, que puede pasar que no haya pasado con la fuga de capitales y las empresas de maletín. Se ha dado respuestas al pueblo ante la inseguridad ciudadana, cuando hay bandas delictivas y pranes que controlan pueblos, ciudades y estados, porque el pueblo sabe quiénes son y las autoridades competentes también y no actúan. Es real, sincera y verdadera la depuración de los cuerpos policiales corrompidos, que actúan como mafias en alianza con el hampa común y organizada.
Ante los presuntos delitos de corrupción, muchas veces denunciados, el Ministerio Público y los Tribunales de justicia, no actúan, cuantos delitos de corrupción apropiada agravada, inducción a la corrupción, malversación, tráfico de influencias, abuso de autoridad, peculado de uso, soborno, delito de aprovechamiento fraudulento de fondos públicos y concusión, se han denunciado y son pocos los que le han aplicado la Ley, algunos nuevos chinitos de RECADI o CADIVI han caídos, Es más la guerra contra la corrupción también está perdida. Y el tiempo avanza… hay desesperanza y desilusión.