Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
La calidad de un gobierno, su esencia, se puede encontrar si, más allá de las pequeñas circunstancias, de las anécdotas, se analizan sus enemigos ideológicos. Veamos.
El gobierno revolucionario del Comandante Chávez en su evolución determinó con claridad su principal enemigo: el capitalismo, sus manifestaciones económicas y sus manifestaciones políticas, esto queda establecido con nitidez en el Plan de la Patria, cuando llamó a la lucha contra la "lógica del capital". Luego de su asesinato, cuando la socialdemocracia toma la conducción del gobierno, el paisaje político cambia drásticamente.
La socialdemocracia da un fuerte giro hacia el capitalismo como sistema, y hacia su expresión política, la "democracia burguesa". Este vuelco a la derecha trae como consecuencia lógica un reacomodo de enemigos y de amigos. Se es enemigo del contrabando pero no de las leyes capitalistas, de “la lógica del capital” que lo produce. Se persigue a las colas pero no a la ética capitalista que las sustenta: el consumo desmedido, las mafias de revendedores, la voracidad por el lucro de los dueños. Se despotrica contra roig pero las relaciones económicas que dan origen a fedecámaras, al capitalismo, son sagradas, no se tocan, al contrario, se invita al capitalismo a las expo. Se ataca a la mud, con suavidad, pero las reglas de la democracia burguesa cada día se afianzan más. Se es amigo del capitalismo, de los capitalistas, se les inyecta dólares, se permite que especulen; su lógica, su ética, sus valores, su visión del mundo, son las hegemónicas, rigen la vida social.
Pero por encima de todo se destapó un odio terrible hacia los revolucionarios, que ahora los llaman “divisionistas”. Se crean líneas telefónicas para detectarlos, volvimos a los días de napoleón bravo, recuerdan el "persíganlos como ratas". En el partido se decreta que el principal enemigo es el interno, cualquier crítica al camino socialdemócrata es calificada de divisionismo y es lícito perseguirla. En contraste, las manifestaciones capitalistas son elogiadas, se estimulan las alianzas con los burgueses.
El nuevo cuadro es comprensible, el principal enemigo del gobierno no es el capitalismo, al contrario, es su aliado, eso lo declaran abiertamente. Siendo así, al gobierno y a los capitalistas, para asombro de todos, los une el odio a los revolucionarios, al Socialismo, se cumple la profecía de que “los extremos se juntan”. Aunque traten de ocultarlo por conveniencias oportunistas, en la práctica aparece el rechazo a los revolucionarios y la afinidad capitalista. Hay líneas telefónicas para detectar a la disidencia, a los divisionistas, y ¡sorpresa!: los divisionistas no son los capitalistas internos convictos y confesos sino los socialistas que se oponen a la entrega de la Revolución, a la desviación socialdemócrata. Los artistas que ayer eran antichavistas hoy, en nombre de la democracia burguesa, de una supuesta amplitud, son llamados a alegrar a Caracas. Pero los revolucionarios siguen execrados en Siberia, perseguidos por "el ministerio de persecución de las ideas revolucionarias", para ellos no hay amplitud.
La gran tragedia del gobierno es que el capitalismo no acepta medias tintas, a capitalistas de closet, le exige pruebas, una es atacar a los revolucionarios. La cumplen con exceso, pero además le exigen quitarse el aroma a Chávez, con eso sí tienen problema, allí reside su fuerza. Eso es más difícil, toma más tiempo deformar el recuerdo de Chávez, convertirlo en agente del capitalismo. Pueden olvidar el color de la boina del 4 de febrero, pueden dejar de usar los colores de la bandera, retirar los afiches de Chávez pero no lo pueden borrar del corazón de las masas, los intentos se traducen en debilidad. Y esta debilidad convoca a la represión fascista. Primero para parar a los revolucionarios, la línea telefónica es preludio de este camino; después para detener las protestas de la masa confundida y frustrada en sus expectativas.
"Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo; cultivo la rosa blanca".(Martí)