¿Quién iba pensar que en los Estados Unidos se producirían incendios a carros policías, saqueos y disturbios, debido al descontento popular? ¿Cómo es que Obama siendo afrodescendiente, vea con indiferencia las “guarimbas” montadas por gente de su propio color?, y ¿por qué si los Estados Unidos es la tierra prometida para los pitiyankis venezolanos, no sale ninguno a solidarizarse con la arremetida de la Policía y Guardia Nacional anglosajona contra los manifestantes de Fergunson? Bueno, esas preguntas que las respondan la gente de la ONU, Human Rights Watch, la SIP o la MUD. No me alegran los hechos de violencia y menos los de carácter racial, sin embargo hago la salvedad que los que se preocupan por la democracia en Venezuela y su supuesto debilitamiento, no opinan nada sobre el problema de Missuri, dónde están los representantes o comisionados de la Casa Blanca para asuntos latinoamericanos, dónde está el vicepresidente gringo: Joe Biden, qué hace Hilary Clinton que tampoco la oigo y tanta gente como el expresidente colombiano: Andrés Pastrana o el ganador del Oscar 2014, Jared Leto y tantos más, que no salen en defensa esa de la libertad de reunión o de manifestar. “Pasa en TNT, pasa en la vida, pasa en los Estados Unidos”. Al momento de escribir este artículo de opinión, en Fergunson, una radiopatrulla y dos edificios fueron incendiados, el comercio saqueado y se llevaban a cabo enfrentamientos entre protestantes y agentes, incluso, la Policía estaba usando gases lacrimógenos para dispersar las turbas, al tiempo que se contabilizaban 29 detenidos y un veintena más de heridos; sin olvidar que en San Luis estaba -desde la semana pasada- en alerta máxima con el FBI y la Guardia Nacional. En fin, lo importante de todo, además del estado de emergencia declarado, son las manifestaciones que se han presentado en Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Washington y Oakland y digo importante, toda vez que el descontento de la sociedad estadounidense se amalgamó en el asesinato del joven estudiante: James Brown, en el entendido que allá en la tierra de los dólares y del tío Sam, son muy, muy pocos los que tienen ese billete verde en sus manos. La guerra de guerrillas urbana entre chicanos -hispanos- negros, amarillos -asiáticos- indios y blancos, es desde tiempos inmemoriales; el consumo de drogas en un chamo o una “niña” de los 14 años de edad, es algo normal y natural, que sí mi nona Severiana y mi abuela Carmen vieran esto, volverían a morir del tiro. Retomando el tema, los niveles de descomposición social, aunado a la fuerte crisis económica e institucional, han hecho que el estadounidense promedio se mantenga endeudado, sin esperanza de avanzar, más allá de consumir y consumir y no hablemos del sistema de salud o de educación media y universitaria, el cual es para un selecto grupo de personas; por lo que invito a los que están descontento con el gobierno de mi presidente, Nicolás Maduro, a los que están bravos con los revendedores, con los políticos-empresarios conspiradores, con los chinos acaparadores y con los que quieren hacer su agosto aumentando la cerveza, que pidan el asilo político y se vayan a USA.
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Representante de Periodista por la Verdad, miembro del Frente de Comunicadores Socialistas y de la Plataforma de Periodistas Socialistas en el estado Portuguesa. Araure, 25-11-2014
