Ventajas revolucionarias de la despersonalización de las funciones empresariales

Ya por este mismo medio mencionamos el carácter de recolector de plusvalía que tiene el personal  de vigilancia, el contable y el gerencial[2].

Indudablemente, se trata de importantísimos trabajadores al servicio del capitalista que se halla detrás de cada burgués burgués, y a quienes el Estado puede perfectamente calificar como representantes de  una suerte de microestado   a nivel de fábricas y centros mercantiles en general.

No se mueve una brizna de paja dentro de las empresas burguesas, sin el concurso y conocimiento previo y planeado de estos trabajadores, quienes  son los verdaderos empresarios en el sentido de que montan y dirigen y administran y cuidan el correspondiente capital recibido del capitalista a quien sirven.  

 Si el Estado fue definido por Marx y Engels como una junta administrativa del patrimonio burgués”-Manifiesto del Partido Comunista, 1847-, el personal de vigilancia contable y gerencial puede identificarse como parte relevante de un ejército industrial de civiles, quienes, al lado de científicos y técnicos varios, representan lo más acabado  de las fuerzas productivas, condición imprescindible para que el modo burgués se trueque en modo socialista.  

Por supuesto, algunos contables y gerentes de la empresa privada son familiares, hijos y/o nietos y subnietos de burgueses ya  enriquecidos, pero numéricamente son de bajo peso en el universo gerencial, contable y vigilante de todas las grandes y medianas empresas burguesas que pueblan por ahora el planeta.

Y este es el punto: La despersonalización de las funciones  empresariales dejaron atrás desde hace mucho tiempo las apreciaciones apologéticas de J. Shumpeter[3] acerca de unas fingidas e imaginarias dotes innatas de los capitalistas en favor de los cuales  fueron dirigidas sus loas y apologías, de quienes supuestamente sus negocios solían  marchar con éxitos crecientes, gracias a este empresariado imaginario y apologético.

 Schumpeter confundió empresario con  capitalista. Empresarios son, pues, los gerentes, los contables, los vigilantes, los abogados, los arquitectos, los economistas y demás profesionales y técnicos que operan complementariamente en y con  de los talleres fabriles y mercantiles. Pero, de ninguna manera,  no son los explotadores de los asalariados que contratan por encomienda del capitalista.

Hace mucho tiempo que las funciones técnicas como las señaladas fueron abandonadas por la alta y mediana burguesías. Los dueños de las grandes y medianas empresas pasaron a ser capitalistas y  se transformaron en auténticos y exclusivos explotadores  de los proletarios. Se han limitado a aportar dinero para recibirlo acrecentado con ganancias, o adelantan los medios de producción ya adquiridos  heredados de sus predecesores, gestión que los convierte en capitalistas, en explotadores del trabajo ajeno.  

Corolario: La importancia de esta mano de obra máximamente desarrollada como fuerza productiva la convierte en el personal que debe ser conquistado, reclutado, convencido y despertado para que sus valiosos servicios dejen de estar al servicio incondicional de empresas privadas, y sí lo hagan al servicio de las empresas del pueblo, de donde en su mayoría procede  esta suerte de  “aristocracia” proletaria.  

 10/12/2014 09:02:30 a.m.


[2] Véase: http://www.aporrea.org/ideologia/a198999.html Además de estos trabajadores,  los capitalistas cuentan con abogados, economistas, sociólogos, sicólogos, arquitectos e ingenieros de variopintas especialidades quienes también prestan servicios a los dueños de las empresas y no a estas como tales.

[3] “La empresa y el empresario como motor de desarrollo económico, la capacidad para asumir el riesgo, los conceptos de innovación empresarial y la ruptura con el esquema de precios prefijados y la mera figura de empresa como núcleo productor de bienes y servicios son unas de las principales aportaciones que podemos encontrar dentro de la vida y obra de Joseph Schumpeter.” (http://www.elblogsalmon.com/economistas-notables/economistas-notables-joseph-schumpeter)

 Frases como esas dejan de lado que los únicos innovadores y creadores del progreso de una economía son sus trabajadores; y  si entre estos se hallan los empresarios, por estos habría que entender el personal del que trata esta entrega porque, hasta donde sabemos, los capitalistas, ya desde los tiempos mismos de Schumpeter despersonalizaron todo género de obligaciones, de funciones técnicas laborales al frente las empresas donde ellos son simples dueños del capital inicial. En todo caso, por ejemplo, los riesgos los corre el personal gerencial que es en primer el que  asume las iniciativas empresariales y promueve las innovaciones que, si a ver vamos, proviene de la propia dinámica del mercado, de la demanda, cosas así.



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Manuel C. Martínez


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