Trabajé durante más de 25 años como investigador corporativo con relación al fraude, a la logística, al espionaje industrial, a la captación de talento, a la reestructuración de empresas, y a los proyectos especiales relacionados con operaciones donde existiera la necesidad de interactuar con diferentes mafias, como la mafia judía del Bronx, la mafia siciliana de Montreal, y las mafias de los grandes sindicatos como el "sindicato" de la NYCTA (New York City Transit Authority) o el sindicato irlandés protestante de Shorts Brothers de aquel tiempo.
Durante esos años muy interesantes de mi vida, pude observar que en absolutamente cada caso relacionado con la interpretación de los hechos, especialmente con respecto al análisis de los datos, uno tiene que siempre, sin excepción, cuestionar quien, como, y cuando 1) se han recaudado los datos, y 2) se han interpretados los datos, para enseguida poder descifrar el ¿por qué? de la situación siendo investigada. Pero también se puede hacer la investigación al revés cuando los datos no están disponibles o cuando los datos están demasiado distorsionados para poder llegar a alguna semblanza de presunción, o alguna teoría o hipótesis, por ejemplo, se uno concentra primero en tratar de descubrir el ¿por qué? de la situación para enseguida utilizar este ¿por qué? para descifrar los pocos datos que sean disponibles y así construir un rompecabezas con un marco definido pero con pedazos que faltan para completar la escena en detalle.
EJEMPLO CONCRETO
El otro día una persona que conozco entró a mi taller mientras yo estaba presente, y se robó un aparato que mi sobrina había dejado en mi taller sin que yo sepa que ese aparato estuviera en el taller. No lo había visto, es decir, no había notado donde en mi taller mi sobrina había dejado el aparato. Tampoco me di cuenta que la visitante había robado el aparato porque yo ni sabia donde se estaba el aparato, y por esa razón yo no estaba pendiente de la posibilidad de que el aparato pudiera ser robado.
Solo descubrí que el aparato fue robado cuando mi sobrina entró al taller para retirarlo. Por casualidad, mi sobrina entró a buscar su aparato a poco tiempo después del robo, lo que permitió resolver el caso de manera efectiva.
Revisando los hechos y la actuación de la visitante en mi taller, y suponiendo que mi sobrina estaba diciéndome la verdad (de que había dejado ese aparato en mi taller), la conclusión era de que fue esa visitante quien robó el aparato. Esto implicaba que si la enfrentaba a la visitante ahora, una hora después del robo, ella iba a negarlo, y muy probablemente me acusaría de acusarla erróneamente de que ella fuera una ladrona y mentirosa, es decir, no había manera práctica y segura de recuperar el aparato sin posiblemente causar algún otro problema más grave.
Entonces, ¿qué hacer?
Necesitaba pruebas, ya que no tenía ninguna información o dato preciso sobre el robo como tal, excepto por la hora (posiblemente, pero no seguro) del robo. Necesitaba analizar la situación de otra manera. Decidí que debía decidir entre dos posibles ¿por qué?
Suponiendo que realmente fue la visitante quien robó el aparato, debía decidir si lo robó 1) por ganancia para revender, o 2) por enfermedad, cleptomanía. Conociéndola y a su marido, quienes han a menudo visitado mi taller, decidí que la visitante lo hizo por enfermedad, y eso me permitió enseguida montar la estrategia para tratar de recuperar el aparato sin crear otro problema, pero necesitaba tener suerte, y la tuve.
Debía actuar rápido, y así fue.
Sabia que la visitante vivía al otro lado del pueblo, y sabia que hace poco andaba en los alrededores del taller, antes y después del robo, y que dos de sus hijos también andaban cerca, entonces la primera cosa que hice fue de ir a su casa, donde se encontraba su otra hija, y le pregunté si su madre estaba allí, y me dijo que no, que hacia un ratote que había salido. Le pregunté si su madre había dejado un tal aparato en la casa, y me dijo que no porque hacía mucho rato que había salido y no había regresado a casa. Le pregunté si ellos utilizan tal aparato, y me dijo que no a menudo, pero cuando lo necesitan, porque el aparato es muy costoso, van a la casa de una cierta señora que conozco muy bien (y es muy buena persona) cerca de mi taller.
Bueno, regresé al sector cerca de mi taller y le pregunté a unos de sus hijos que andaban por allí si su madre había regresado a casa, y él respondió que sí, es decir, me mintió, entonces sabía que su madre estaba cerca, y probablemente en la casa de la señora buena donde van para utilizar ese tipo de aparato, seguramente escondiéndose un tiempo para decidir dónde iba a esconder el aparato, y qué les iba a decir a sus amigas con respecto a donde consiguió el aparato, o tal vez le iba a hacer un regalo a la buena señora donde ella iba de vez en cuando a utilizar este tipo de aparato. Lo que ayudó en esta investigación fue el hecho de que más temprano en el día había notado que la visitante andaba con algunas amigas, y una de esas amigas es amiga muy cercana de la señora buena, y tiene la llave de su casa.
Entonces, decidí ir inmediatamente a la casa de la señora buena, esperando que por suerte la visitante estuviera allí con las amigas.
Así fue, había cinco señoras sentadas dentro de la casa en el living y la señora buena de la casa no estaba allí. Pensé, "Ah! La pillé." Las mujeres me saludaron y me preguntaron cómo va, y les dije que muy mal porque tengo que hablar aquí con alguien sobre un asunto muy delicado y muy personal. Al decir esto, la visitante se paró, y las otras quedaron sorprendidas, yo no estaba de buen humor, y la visitante sabe cómo me pongo cuando estoy de muy mal humor. Le dije, no aquí en el living, vamos a la cocina, y agarró su suéter, y fuimos a la cocina. Ella puso su suéter sobre la mesa, sosteniéndolo con una mano, e inmediatamente yo puse la mano sobre el suéter, y allí sentí el aparato, debajo del suéter.
Con esto sentí que confirmé la enfermedad de la visitante, y así fue, le dio una terrible vergüenza, y la abracé pidiéndole que no me ponga otra vez en ese tipo de situación vergonzosa frente a mi sobrina, la cual me creó un gran problema, y pusimos el aparato en una bolsa no transparente. Salí de la casa frente a las otras mujeres. No dije nada más.
Quería darles este ejemplo práctico porque cuando uno tiene un mínimo de datos, es importante no basarse sobre esos pocos datos. Uno debe buscar el ¿por qué? para poder poner en perspectiva la situación antes de proceder. También es MUY IMPORTANTE no creer que los datos que están disponibles sean precisos a menos de poder confirmarlos de manera adecuada antes de proceder con la investigación. En este caso, no sabía si mi sobrina, una vil opositora, me contaba la verdad porque ella anda con opositores de la clase media que participaron en las violentas guarimbas, y son un paquete de vagos que no trabajan, son unos delincuentes. No sabía si ella había empezado a agarrar sus malas mañas y decidió aprovecharse de mí por ser chavista.
Bueno, así fue. Les di este ejemplo para demostrar lo siguiente.
LA TASA DE ASESINATOS EN VENEZUELA
Ha sido reportado en diferentes medios de comunicación opositores (e.g. El Nacional, El Universal, Globovision, etc.), en la prensa derechista internacional (CNN, etc.), en los medios del gobierno de Venezuela (e.g. VTV, AVN, etc.), a través de comunicados de ONGs anti gobierno, y otras organizaciones amigos de la oposición venezolana, que la tasa de asesinatos en Venezuela es una de las más altas del mundo, con cifras variando en diferentes momentos entre aproximadamente 30 y 70 por cada 100,000.
Es decir, no existe algún dato preciso para describir numéricamente esta situación. Ya que no existe ninguna cifra confiable, o datos confiables, y ya que no existe ninguna manera práctica de averiguar o confirmar las cifras, uno debe pensar en el ¿por qué?
Sabemos que todos los medios de comunicación que apoyan a la oposición venezolana hacen todo lo posible para aumentar la percepción de criminalidad en Venezuela para echarle la culpa al gobierno Bolivariano, con fin de sacarlo del poder.
Nos imaginamos que el gobierno y sus medios de comunicación hacen todo lo posible para recoger datos lo más precisos posible, aunque sean tergiversados internamente por diversas razones, y aunque sean inexactas. No conviene al gobierno presentar cifras falsas, o demasiado falsas, porque como todos sabemos, por lo menos 50% de los funcionarios del gobierno son opositores y sería demasiado fácil filtrar informaciones hacia los medios de comunicación opositores en caso de manipulación intencional (a su favor) por parte del ejecutivo.
Esto significa, 1) los medios de la oposición venezolana tratan de presentar cifras las más altas posibles de criminalidad (asesinatos en este caso), pero sin presentar otras variables que pudieran poner en perspectiva la situación dentro del plan real de la vida cotidiana venezolana, 2) el gobierno no comentará de manera detallada sobre las estadísticas relacionadas con los asesinatos porque no son necesariamente precisas y para no darles más información a los medios opositores que pudieran tergiversar y manipularla en contra del gobierno, 3) es lógico suponer que las cifras, sea que vengan de los medios opositores o del gobierno, no son necesariamente confiables porque en Venezuela no existe una burocracia suficiente refinada para recolectar los datos de manera eficiente y precisa, es decir, aunque las cifras pudieran representar algo parecido a la realidad, los datos son probablemente estimaciones basadas sobre extrapolaciones de data y estadísticas.
Sabiendo esto, ahora uno puede analizar la situación de manera más eficiente y precisa.
CITA EL UNIVERSAL 2014
"Según el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, 76% de los homicidios que ocurren en el país son consecuencia de enfrentamientos entre bandas o con la policía."
Ver: http://www.eluniversal.com/sucesos/140819/mij-76-de-los-homicidios-ocurren-en-enfrentamientos
CITA NOTICIAS 24
"El ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, indicó la tarde de este viernes que la tasa de homicidios en Venezuela durante 2013 cerró en 39 por cada 100.000 habitantes."
Ver: http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/215258/rodriguez-torres-2013-cerro-con-la-tasa-de-homicidios-en-39-por-cada-100-000-habitantes/
OPOSICION VENEZOLANA
No presentará aquí citas de la oposición venezolana porque las cifras varían demasiado, y la mayoría son presentadas sin respaldo alguno, pero se pudiera concluir que generalmente varían hasta alrededor de 70 asesinatos por cada 100,000 habitantes, entonces, para este ejercicio podríamos utilizar esta cifra, aunque sea seguramente falsa.
PROMEDIO
Aunque la cifra de 39 asesinatos por cada 100,000 habitantes expresado por Miguel Rodríguez Torres arriba es probablemente bastante realista, prefiero utilizar el promedio entre las cifras de 30 y 70 asesinatos por cada 100,000 habitantes mencionado más arriba, lo que resulta en un promedio de 50 asesinatos por cada 100,000 habitantes, lo que también pudiera representar una cifra realista, creo yo.
OTROS DATOS
Me recuerdo que durante los años 2000 había un periódico (no me recuerdo el nombre) que publicaba cada semana una lista parcial de asesinatos de algún sector de Caracas creo, dividiendo las cifras de asesinatos por causas, principalmente las siguientes:
1- entre bandas delictivas
2- pasional
3- ajuste de cuentas
4- resistir robo
5- venganza
6- otras causas
Si bien me recuerdo, la causa entre bandas delictivas era del 75% al 80%, entonces lo que dijo Miguel Rodríguez Torres arriba tiene sentido (76%). También recuerdo que el resistir robo era de alrededor del 5% de los asesinatos, lo que representa una cifra relativamente baja, y los asesinatos pasionales y por ajustes de cuentas y venganza eran de alrededor del 15%, lo que significa que quedaría alrededor de un 5% de asesinatos por otras razones no indicadas, posiblemente por violencia gratuita, secuestros, balas errantes, latifundistas versus indígenas, etc.
CONCLUSION
Creo que cualquier persona con medio cerebro puede estar de acuerdo de que, mínimo, los asesinatos entre bandas y por razones pasionales o por ajuste de cuentas (alrededor del 90% de los casos) no afecta a la población en general de manera significativa, es decir no son, o no deberían ser, materia de real preocupación en la vida cotidiana de la población en general, pero la oposición venezolana hace creer a sus seguidores que esto les afecta a todos, precisamente a ellos de manera personal, así creando zozobra en base a una mentira.
Los casos que sí pudieran afectar a la población en general directamente son 1) resistir robo, porque existen ciudadanos que están tan amarrados a lo material y a la pertenencia de bienes que tratan de resistir una atraco, y eso es bien estúpido, pero ocurre, y 2) asesinato por secuestro, por tierras, por violencia gratuita, etc. Estos tipos de asesinatos representan solamente alrededor del 10% de todos los asesinatos, y estos son los que pudieran afectarnos de manera directa, significativa, y generalizada.
Basándonos en estos datos (extraídos del ¿por qué?), podemos decir lo siguiente:
Aunque la tasa de asesinatos que nos afecta directamente es solamente de un 10% de la tasa total, digamos 10% de 50 por cada 100,000 habitantes (cifra promedia), lo que resulta en 5 asesinatos por cada 100,000 habitantes, una cifra bastante baja, la percepción del nivel de violencia o criminalidad en Venezuela generada por los medios de oposición hace que sus seguidores crean que 100% de los casos de asesinato pudiera afectarlos directamente a ellos, así creando una psicosis generalizada dentro su población, y una paranoia racista contra los ciudadanos de piel oscura de los barrios, porque la gran mayoría de los opositores creen que los delincuentes vienen exclusivamente o principalmente de los barrios donde vive la mayoría de la población de piel oscura.
El día que los seguidores de la oposición venezolana se den cuenta que alrededor de 90% de los asesinatos no tienen nada que ver con ellos o con la seguridad ciudadana, eso será el día que empezaran a recuperar su salud mental.
Opositores, métanse esto en la cabeza, en Venezuela, la tasa efectivamente real de asesinatos es de solamente 5 por cada 100,000 habitantes.