Los primeros embustes de nuestra navidad católica y otras sectas más
Si navidad significa nacimiento, esperanza, compartir, paz y amor, nuestros ancestros honraron este mandato, hasta que llegaron unos ilegales y cambiaron el formato, para celebrar una vez en el año con una parranda de consumo masivo, dándole las sobras y despojos a los pendejos para ser parte de su desorden de despilfarro colectivo y gastar todo los beneficios reunidos de un solo jalón.
El niño Jesús generoso, los reyes magos, Santa Claus, San Nicolás, papá Noel y hasta una cigüeña o garza viajera, sin meter en el combo el ratón Pérez. Vuelvo a meterme con el Colón y su flota de ferris en 1492, el verdadero culpable de este desbarajuste, es aquí, cuando comienza la expedición de embustes. Sin meter los embustes que han bañado al mundo desde su creación, esto lo escribo con todo el respeto que merecen nuestros niños, pero no los reprendamos cuando nos vengan con uno de sus embustes o ¿si?, si somos nosotros quienes iniciamos la puesta en escena, primero revisémonos.
Primer embuste.-
El Niño Jesús generoso… Con este embuste se preparan las primeras mentiras y mentirosos para justificar una bebedera de caña, como los miaos de un carajito, que no sabemos cuando, como, ni donde nació, dicen que en Belén de Judea o en Nazaret, pero si eso pertenecía a la franja de Gaza, territorio en conflicto, ¿quién me garantiza que ese territorio era soberano para la época? O sea, que hubo un ciudadano para la historia, expatriado junto a sus padres, como los hay muchos todavía, en pleno siglo XXI, todo se basa en unos supuestos escribanos que la única fuente que tenían, era la bola de rumores que andaba por el medio oriente donde decían que había un supuesto tipo por ahí, que amenazaba el sistema y tuvo que huir desde fue concebido por obra del espíritu santo, la María con su barrigota junto a José, son obligados tomar el primero burro taxi que apareció en el camino, donde los únicos beneficiados, fueron unos capitalistas que lo único que querían, era llenarse los bolsillos, empezando por los proveedores de aguardientes, hasta los creadores de juguetes, junto a la canasta navideña, en comparsa de los fabricantes de armas de guerra.
Cuando nace un niño, el que lo va a conocer, puede o no llevarle un presente de bienvenida o agrado por ser un nuevo miembro de los pasajeros que montaran el autobús de la vida, no es que el nuevo pasajero, haga una compra millonaria para satisfacer el ego de la cantidad de muchachos que van en el autobús para diferenciarlos de los demás. Es que las trampas se caen, y los muchachos no son pendejos, más con la cantidad de tecnología que llega a sus manos.
Todos caemos en esa sociedad de cómplices, cuando justificamos los embustes con aquello de que la inocencia de los niños hay que conservarla, sin saber después la frustración que se recibe al enterarnos de quien es el niño Jesús y aquí donde se cae la primera trampa, quedando los encubridores o sea los padres como unos grandísimos alcahuetas de la sociedad de consumo, no hablemos después de los embusteros que son los demás, si somos nosotros miembros honorarios y plenipotenciarios del club.
Segundo embuste.-
Los reyes magos… dicen que son tres, con el perdón de los amantes de las “santas escrituras”, yo dudo de la paternidad de José, por mucho real que haya tenido, según dicen, él ya era anciano cuando se esposa con María, una niña de apenas 16 años y en el enredo que nos acostumbra la iglesia católica, todo lo arregla con un misterio, la vaina comienza con aquel villancico, que reza: “ El Ángel Gabriel, anuncia a María, que un niño divino de ella nacería”. , ya el ángel Gabriel seducía a María con esa promesa.
José era un señor mayor y piel morena igual que María, como la mayoría de los nativos de esa zona, y el niño sale rubio y ojos azules, María, quien ni corta ni perezosa, acepta la propuesta del catire con alas. A los nueve meses, nace el querubín de los ojos azules, blanco como la leche y cabellos como los pelos del jojoto en el mes agosto. José para salvar su honra de macho cabrío, se la lleva en carrera a Belén y la esconde por allá, ya sabía que el hijo no era de él, pero con esa paternidad dudosa quedaba como un viril hombre de edad, y aseguraba su futuro aumentando su fortuna más si heredaba el reino.
No fue que el muchacho nació un 24 de diciembre en la noche, todavía no se sabe la fecha exacta, ni que el 28 se ordenó la matanza de los niños, tampoco, la matanza comienza antes y la persecución con la criatura fue hasta los 33 años, por ponerse a decir que su reino no era de este mundo, pero esa es historia es harina de otro costal.
Bueno a lo que me refería, era a los reyes, el rey o el Ángel Gabriel, aparece después montado en un camello, junto a sus guardaespaldas a ver su retoño. Es aquí donde negocia con José, o ¿para qué era el oro que traía entre sus regalos? Para llevárselo nueve años después, acordémonos de la desaparición del niño Jesús y hallado en el templo, cuando tenía 9 años, el quinto misterio gozoso. Por eso digo, la iglesia arregla sus enredos con la palabra mágica, Misterio.
Pasaje este que aprovechan los capitalistas para seguir engordando su baúl, con la regaladera de juguetes a costillas de los cómplices padres.
Tercer embuste.-
Santa Claus, San Nicolás, Papá Noel.
Este embuste lo copié de Wikipedia, una enciclopedia muy difícil de creer, aunque no soy seguidora del mentado señor, por ser otro parapeto inventado para contribuir más, al consumo masivo de idiotas en cambote, no me voy a poner a hablar de un viejo que se encarga contrabandear y acaparar productos para llevarle a los ricos lo que le quita a los pobres.
“Se estima que Nicolás de Bari nació cerca del año 280 en Myra, una Ciudad del Distrito de Licia, en la actual Turquía.
Era hijo de una familia acomodada y creció bajo los tirantes deseos de sus padres. Su padre deseaba que siguiera sus pasos comerciales en el Mar Adriático, mientras su madre pretendía que fuera sacerdote como su tío, el obispo de Mira(antigua ciudad licia de la Anatolia Egea, actualmente Turquía).
La peste solucionó su dilema, al llevarse a sus padres, mientras trataban de ayudar a los enfermos de su ciudad. El muchacho, conmovido con la desgraciada situación de su gente ante semejante enfermedad, repartió sus bienes entre los necesitados y partió hacia Mira para vivir con su tío y ordenarse como sacerdote, cosa que logró a los 19 años. Más tarde, al morir su tío fue elegido para reemplazarlo.
De él, se cuentan cientos de historias, especialmente narrando sus milagros y sus bondades para con la gente pobre. Tal fue la admiración que sintieron por él que se convirtió en santo patrón de Grecia, Turquía, Rusia y la Lorena (Francia)” tomado de Wikipedia.
Cuarto embuste.-
La cigüeña o garza viajera
Este embuste es creíble entre los niños, a todos siendo niños nos decía que la cigüeña traía los bebes y dicho niños venían de París. Lo que quiero decir con esta narración es vivimos cayéndonos a embustes, y deseamos que ciertos personajes no lo sean, siendo nosotros criados en ese mundo de embustes.
Quinto embuste.-
Otra coba que nos meten siendo niños, es aquella la del ratón Pérez, que aquel niño que dejare un diente bajo la almohada, el ratón le dejaría una moneda o dinero por el diente, o sea que enseñamos a los niños a traficar con sus órganos desde temprana edad y después los condenamos.
Salvemos al mundo de tanto embuste, ser sinceros no cuesta nada. Porque ahora, se desatará otra guerra de puro embustes, creyendo que el Imperio cambiará sus ideas hacia las naciones que desean su libertad. Ese es otro embuste, que se lo creerán los que honran el 28 de diciembre con el día de los Santos Inocentes.
Norma.rojita@hotmail.com