Este hecho histórico según la biblia se volvió a repetir recientemente en Brasil en la toma de posesión de la reelecta presidenta Dilma Roussett, cuando uno de los fariseos de alta jerarquía le hizo esa petición indecente a nuestro camarada presidente.
Eso nos trae al recuerdo aquella sabrosa y pegajosa canción salsera de Richie Ray y Bobby Cruz que todos y todas bailamos, cantamos y coreamos en los años 80.
Pero la historia como historia se repite evidentemente no es el mismo contexto donde se desarrollaron aquellos hechos, pero lo que si podemos afirmar es que son los mismos personajes.
Es decir los fariseos de allá que son los dueños y amos de los de acá, viendo la incapacidad de sus mandados no tuvieron escrúpulo en aprovechar la ocasión en solicitar con la arrogancia que los caracteriza semejante pedimento ¨Liberen a Barrabas¨.
Como definir este caso, aquí no se puede hablar de la vergüenza o la moral del solicitante porque sabemos que desde mucho pero mucho tiempo la perdieron.
Y de paso hicieron público su requerimiento violando las normas esenciales de la diplomacia, es decir rompieron con las reglas de la discrecionalidad con el objeto de darle mediáticamente importancia al irresponsable de ramo verde y mandarle un mensaje a sus lacayos con el fin de que se sientan guapos y apoyados.
El otro gran descaro es querer convertir a este Barrabas lechuguino en un preso político, por favor cuando fueron publicas notorias y comunicacionales las actuaciones del personaje en cuestión llamando a la Salida del Gobierno y promoviendo las Guarimbas que nos costaron más de 43 vidas humanas.
Que por mucho menos de esto allá en U.S.A mínimo le hubieran dado pena de muerte, cadena perpetua, inyección letal o la cámara de gases, De modo que el barrabas lechuguino es casi un héroe para esa clase social putrefacta, que siguen promoviendo el fascismo, el racismo y otras formas de prácticas con el fin obtener el poder que no consiguen con los votos ni de forma democrática en elección limpias y transparentes.