Otra vez desaparecieron el papel tualé. Fabricantes y distribuidores, en un acto conspirativo que ellos mismos no son capaces de controlar del todo, se incorporaron de nuevo a las diversas acciones que se despliegan contra el pueblo venezolano para desestabilizar al gobierno chavista que preside el camarada Nicolás Maduro.
El comienzo de este año 2015 ya permite vislumbrar cuál es el reiterado objetivo de la canalla apátrida para continuar en sus propósitos para acabar con la Revolución Bolivariana. Lo mismo. Seguir escondiendo productos necesarios para la alimentación y la higiene, de modo que los anaqueles en los centros de venta se muestren vacíos y ello genere desaliento, incertidumbre, desesperanza, incomodidad y rabia que se pueda convertir en estallido social, en sacudón, crisis e intervención extranjera que nos lleve al atraso de la tuza para el pueblo y al papel tualé perfumado para la pequeña burguesía elitista que en el pasado contemplaba anaqueles repletos de ilusiones para quienes no podían adquirir lo que allí se exhibía.
En sencillo. Todo el cuadro crítico que hoy se expresa en el área del mercado y consumo cotidiano más básico, en el cual observamos y padecemos las espasmódicas desapariciones de productos básicos, de alimentación, de higiene o cuido personal, no es otra cosa sino un intento desesperado por devolvernos a los tiempos cuando el uso del papel higiénico de baño era privilegio de minorías, mientras las grandes mayorías debíamos recurrir a la tuza o al papel periódico, para poder limpiarse.
No es una exageración. Todo el mundo sabe que cuando el pueblo venezolano se lanzó a las calles en el año 1989, para ponerle freno a las desigualdades generadas por el capitalismo, por el neoliberalismo y por los gobiernos del puntofijismo, la carestía, el desempleo, la inflación y el hambre, eran reales y no inducidas, como en la actualidad. De allí el Caracazo y de allí la rebelión militar y popular que en 1992 encabezó el Comandante Hugo Chávez y de allí el gobierno revolucionario y bolivariano que, desde 1999, inició cambios radicales para alcanzar, cada día más, la mayor suma de felicidad para todas y todos.
Pero, ¡no lo olvidemos!, a la par que el Comandante Supremo, en el ejercicio de su liderazgo y gobierno, comenzó a diseñar y aplicar estrategias revolucionarias a favor del pueblo y de la construcción del socialismo como sistema de igualdad, anticapitalista, los grandes intereses de las transnacionales y el imperialismo estadounidense, no dejaron de atacar, desde todos los frentes –conocidos y por conocer- al Gobierno y a la Revolución Bolivariana, por todo cuanto representa, a favor de la clase trabajadora y en contra de la explotación capitalista. Son 15 años de resistencia frente al feroz empeño de la burguesía y sus lacayos nacionales, por arrebatarnos las conquistas y beneficios del pueblo, guiado por el Comandante Eterno.
Es por eso que hoy, amenazados por una nueva arremetida de la burguesía depredadora, del imperialismo yanqui y de la derecha oposicionista encabezada por apátridas como la señora Machado, la banda de los López y Capriles, entre otros, debemos mantenernos alertas. No podemos regresar a los tiempos de la tuza para el pueblo y el papel tualé perfumado para las élites burguesas y pequeñoburguesas. Con el chavismo conduciendo la Revolución Bolivariana, se acabaron los privilegios de las minorías. Nos corresponde enfrentar la conspiración y debemos enfrentarla de manera consciente, con memoria histórica, con sentir colectivo de pueblo, con visión proletaria del futuro que nos pertenece y con la convicción de que no tenemos otra opción sino la de vencer.
