Las colas se han convertido en un gran desafío para cada ciudadano que necesitan de algunos rublos básicos para satisfacer sus demandas y necesidades personales, he pasado hasta diez horas en espera, solo escucho en ese tiempo, vociferaciones contra el gobierno bolivariano de Venezuela y su presidente Nicolás Maduro Moros. En Enero hice algunas compras en Farmatodo, en esta red de tiendas he encontrado los productos con regularidad y bajo la cédula de identidad, aunque las colas son cortas, si hay una dejadez en las cajas registradoras que solo utilizan dos o tres, sobre un total de seis, generalmente todos los supermercados aplican éste método. Generalmente, sus usuarios son gente de nuestros Consejos Comunales y algunas Comunas- Carabobo- que forman allí su punto de espera, porque ya conocen la llegada de los camiones, por lo general venden todas las mercancías, excepto los medicamentos, es claro.
Por esto, me extraño la alocución del presidente sobre su intervención en días pasados, cuando su primer adversario no es la MUD, ni los opositores, son los bachaqueros, dirigidos por paracos que se forman en listas y filas desde muy de mañana para controlar los camiones y llevarse toda la mercancía regulada. Así sucedió en el Central Madeirense de La Isabelica., donde un pelotón de soldados de la GNB tuvo que disparar balas de salva y llevarse unos detenidos por un intento agravado de saqueo de estos señores que actúan libremente en los mercados de la zona.
Son grupos de diez hombres y a continuación les colocan veinte mujeres, sí es en la fila de tercera edad la irrespetan de una manera continuada ante unos jóvenes guardias, que les tienen miedo, las mujeres les dan bofetadas y les sacan navajas para que las dejen pasar al interior del mercado. El Hipermercado San Diego, registra grandes pérdidas diarias porque no puede venderle a la comunidad y los anaqueles de galletas y líquidos son vaciados por la gran cantidad de madres con sus niños que asisten en la búsqueda de productos regulados, por lo general, son vecinos del Municipio Carlos Arvelo, donde su alcalde, Raúl Bracamonte, no les atiende, son un aproximado de cincuenta y tres, (53), caseríos que conforman lo largo de la carretera nacional, antes de llegar a dicho poblado.
Hay una incompetencia general por atender al pueblo en ésta competencia de abastecimiento alimentario, aunque los envío de gandolas de suministro son regulares, me refiero en estrategias militares y civiles para llevar el alimento por comunidad y que no se muevan de un lugar a otro. Los vecinos de las urbanizaciones se quedan sin productos, es un desgaste para nuestra salud mental y corporal. Un bachaquero jamás sufragará por el presidente Nicolás Maduro, el pueblo quizás sí. Los asesores tienen la última palabra.
