Ir al cine a ver “Sabino Vive” del cineasta Carlos Aspúrua es una experiencia fascinante del espectáculo de la gran pantalla, imprescindible de vivirlo, pero más allá de las consideraciones cinematográficas de impecable producción está la conclusión que el auditorio pueda sacar del contenido de esa obra de arte. Mi humilde opinión es que la cinta de Carlos Aspúrua es la mejor representación dramática de lo que ha ocurrido con la revolución chavista. Ahí está la verdad de la verdad, con los hechos captados magistralmente por la cámara con sus personajes en tiempo real que pueden ser comparados con el acontecer nacional.
Sabino es el dirigente proletario de una etnia indígena, los Yukpa, caracterizado por su rebeldía, autenticidad y sobre todo por su irreductibilidad. Apartando la heroicidad de la resistencia indígena al conquistador español no hay en Venezuela un ejemplo más elocuente que el de Sabino en defensa indoblegable de los derechos de su colectivo. El empeño de Sabino por recobrar las tierras de las cuales su pueblo fue despojado por los terratenientes, con la complicidad de las instituciones de la revolución bolivariana, es la expresión más descarnada de la tragedia de nuestra revolución.
Sabino y sus familiares son víctimas de los más viles atropellos y del asesinato en medio de la impunidad y la inacción de los organismos oficiales que hacen caso omiso incluso del mandato del propio Presidente Chávez. Cuando Sabino estaba amenazado de muerte por los sicarios, pagados por los ganaderos usurpadores de las tierras indígenas, un grupo de caraqueños preocupados por la situación acudimos al canal ocho para hacer la denuncia y nos tiraron las puertas en la cara. En la película de Carlos Aspúrua se pone también de manifiesto el fraude de las demarcaciones y el horror de la burocracia gubernamental. No dejen de verla.
También recomendamos altamente vivir la grata experiencia de tomar el tours, por el centro histórico de Caracas, cuidadosamente organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Juventud. Se compran los tickets, a precios solidarios, en la oficina ubicada en el Estacionamiento Río Tuy de la Plaza Diego Ibarra. De allí se arranca preferiblemente a las 9 am, nosotros lo hicimos más tarde y encontramos algunos lugares cerrados pues el recorrido dura aproximadamente 3 horas. Aunque usted no lo crea por muy caraqueño y académico que usted sea algo nuevo va a aprender en el periplo y si por muy culto todo lo supiera se ganará veinte puntos, además del paseo y la recreación que bien valen la pena al visitar el Calvario, el Cuartel de la Montaña, el Panteón Nacional y la Plaza Bolívar.
Hay que destacar lo bien preparadas que están las promotoras turísticas que te acompañan durante todo el tours quienes no tienen nada que envidiarle a las mejores guías turísticas de los países más avanzados en esta materia. A nosotros nos tocó Isabet Villegas de esa nueva generación de jóvenes que iluminan el amanecer de una posible utopía revolucionaria para nuestra patria. Imperdible esta excursión.
Finalmente no podemos dejar de pensar en el hecho insólito de haber estado presentes solos, mi esposa y yo, tanto en la sala de cine, donde vimos la película de Aspúrua, como al día siguiente en el lujoso gran autobús de la excursión turística por el centro de Caracas y nos preguntamos, con preocupación, qué está pasando con el interés y las motivaciones de nuestra gente.
NI GOLPE DE ESTADO IMPERIALISTA NI REFORMISMO: REVOLUCIÓN!!!