Lo dicho por Schemel a José Vicente es altamente preocupante y de ello se desprende que la oposición la tiene fácil porque a pesar de que gran parte de la población está clara que la guerra económica es una realidad, no entiende cómo es que el poder de la Revolución, que no solo radica como sabemos, en las instituciones oficiales, sino que tiene a una porción de la población supuestamente organizada en células de diferentes conformaciones, para defenderla y coadyuvar en el enfrentamiento de los males que las estrategias de la derecha propia y foránea nos está causando, con todo ello no se ha podido lograr revertir esos males que se traducen en acaparamiento, desabastecimiento y altísimos precios,
El objetivo de las acciones contra la economía del país, no hay que negarlo, están siendo logrados por quienes lo idearon con la sola diferencia que lo que creían lograr a corto plazo que era una revuelta popular y la suma de algún sector militar para dar al traste con el Proceso, pareciera, no sólo según lo analiza Schemel, sino según lo que se palpa a diario donde es el tema de conversación en el que coincide la mayoría, que en la casi totalidad ha sido víctima, por no encontrar algún producto indispensable a ningún precio a a precios prohibitivos cuando tiene la suerte de encontrarlo no sin antes calarse una cola kilométrica a veces bajo el sol y el agua.
Muchas de las personas que se ven sometidas a esas irregularidades, no tienen una coraza que garantice a impenetrabilidad de el veneno que conllevan las estrategias, que pareciera se resisten de tal manera a la contraofensiva oficial, que no ha habido manera de frenar la guerra y por ello existe la sensación de que el gobierno está perdiendo la partida.
Es lo que se puede percibir en el ambiente, no se necesita ser erudito en el estudio del comportamiento humano, para darse cuenta, por ello ahora el objetivo de la derecha es mantener esa situación hasta las elecciones legislativas, porque sabe que es la única manera en que podrían derrotar por segunda vez en una contienda al chavismo y sus fuerzas.
Se ha hecho de todo, incluso la de apresar, expropiar y lograr que la justicia actúe en algunos de los actores de la guerra económica, ello no ha servido de nada, porque tales acciones no se han reflejado en la disminución de la colas, en la desaparición del desabastecimiento y mucho menos en evitar al alza a diario de los precios.
Es tan cierto ello que cualquier encuesta que se haga lo que refleja por parte de la gente es que el problema de la economía es el principal, dejando en un segundo plano a la inseguridad, ese, con seguridad, era uno de los objetivos de quienes planificaron esta guerra y miren que lo han logrado con creces.
¿Por qué por ejemplo si, para mencionar algo bien reciente, se fijan los precios del pollo a nivel nacional y se publican las listas, no se procede a hacerle seguimiento a la disposición para que se cumpla a cabalidad pero además para evitar que desaparezca el producto como por arte de magia?
¿¡Por qué en los grandes y medianos abastos, no se consigue arroz y en la bodegas si pero a 45 bolívares el kilo?
¿Por qué la mayoría de los medicamentos de uso diario y más frecuente no se consiguen a ningún precio? y mejor paro de contar, porque si no se me irían el resto de mis artículos del año.
Esos entre muchos han sido objetivos cumplidos y logrados con las consecuencias en la psiquis de la gente, lo cual de mantenerse irreversible como hasta ahora hasta las elecciones, no quiero ni pensar lo que va a suceder y tampoco me atrevo a pronosticarlo, pero nada bueno habría que esperar para este proceso.
Schemell habló del voto castigo y ya sabemos, quienes tenemos algún conocimiento, del comportamiento lógico de los seres humanos, cuando tienen la oportunidad de demostrar su ira, rabia o descontento, o cualquier otro sentimiento producto de algo que consideran les ha afectado, cómo sin pesarlo dos veces aprovechan la primera oportunidad y reaccionan contra quien o quienes creen son los responsables por no evitarlo a tiempo, aun a sabiendas que no son los autores directos y del origen del problema, pero que consideran tenían las herramientas para, al menos no dejarlo llegar hasta causar incluso muertes por no poder solucionar una carencia a tiempo para sí o para un ser querido.
Así pues que, siendo realistas hay que aceptar que estamos en desventaja, porque para la oposición, posicionada en la mayoría de los sectores de la economía, llámese producción, la poca que existe, importación, distribución, comercialización y venta, es muy fácil, crear el caos dentro y desde fuera, si no logrando, aun, una revuelta masiva, si por lo menos, envenenado la mente de millones de venezolanos, que habría que esperar cómo se comportan en la próxima elección, que de ser ganada por la derecha. Dios nos agarre confesados.-