Uno se pregunta, ¿Para qué sirve en verdad, una empresa sino para sus propietarios no es razonable la respuesta? Así es, toda empresa debe servir a sus copropietarios, PDVSA no es la excepción, la empresa de todos los venezolanos y venezolanas --por decreto del Libertador-- preservan la soberanía del petróleo, mediante el decreto de Minas que legisló sobre la materia. Extraordinariamente durante muchos años, indica José Toro Hardy "Nuestra casa matriz petrolera hizo aportes (…) a la economía venezolana", desentendiéndose de lo social. Entendemos que Hardy se refiere solo a "la economía", a los negocios privados en tanto fuente de ingreso para atender las necesidades políticas del fisco, más no era política de la empresa atender las necesidades masivas de sus propietarios en materia de vivienda, salud o educación, no era la visión ni la misión del negocio de PDVSA, se reducía a traer los dólares al país para negociarlos o venderlos al capital privado para responderle, la casa matriz a la economía privada, a los capitales importadores mas no para responderles a las necesidades del pueblo, o sea que la tacita de plata que era PDVSA estaba al servicio de los negocios y los meritócratas (tecnócratas), de los importadores y comerciantes para ello servía la tacita de "plata".
Claro PDVSA era orgullo de la burguesía nacional, del capital privado, del capital comercial e incluso del capital extranjero, no podríamos decir que era "orgullo de Venezuela" como dice J.T. Hardy, dado que sus ingresos no se invertía en lo social, en beneficiar a sus propietarios directos, pero eso sí, "Había llegado a ser la empresa más grande de cualquier tipo de toda la América Latina. De acuerdo con Petroleum Intelligence Weekly (prestigiosas publicaciones internacionales en materia de hidrocarburos), Pdvsa era en 1997 la segunda mayor empresa petrolera mundial, solo superada en aquella época por Saudi Aramco, de Arabia Saudita, pero mayor que las grandes transnacionales conocidas como las "Siete Hermanas". Mientras PDVSA era el orgullo de los negocios, sus propietarios se hallaban sumidos en la pobreza y la miseria e situación extraordinaria, sus adyacencias acordonadas por la marginalidad social, abandonado el agro, saturada la ciudad de habitantes, urbanismos improvisados sin los más elementales servicios, teniendo por país una nación subdesarrollada. De que sirvió ostentar ser la empresa de hidrocarburos más prestigiosa si sus accionistas se hallaban sumidos en el subdesarrollo?. ¿Para qué entonces "la tácita de plata", PDVSA, sin no aportaba a la industrialización de Venezuela, al empleo social y a la elevación del nivel de vida nacional, a la calidad de vida y el derecho al desarrollo?
Es difícil comprenderlo, millones de dólares se despilfarraron durante la IV República sin hablar del saqueo petrolero durante la gestión de Juan Vicente Gómez y sucesivos gobernantes de Venezuela que no sembraron el petróleo, pero eso si, a la par de los negocios privados hicieron del país un modelo de gestión del desarrollo rentista y dependiente, inexplicablemente, los millones de dólares que ingresaron al país durante más de medio siglo lo comprueba la gestión de PDVSA pese a que las "cifras suministradas por ellas al Securities and Exchange Commission, al comparar los indicadores financieros de las principales empresas petroleras privadas del mundo -Exxon, Texaco, Shell, Mobil, Amoco, Chevron, Arco, BP-, Pdvsa era la que tenía menores Costos y Gastos sobre Ingresos totales, mayor Utilidad en Operaciones sobre Ingresos Totales, mayor Utilidad Neta sobre Ingresos Totales, mayor índice de Solvencia (activo circulante sobre pasivo circulante), menor Endeudamiento, mayor índice de Solidez (total pasivo sobre total activo), era la segunda empresa petrolera con mayor Rentabilidad (solo superada por Amoco). Todos sus indicadores financieros y de operación evidenciaban el éxito de sus administraciones". Un éxito económico, financiero y administrativo técnicamente hablando más no social, un éxito de cual la nación "no se sintió orgullosa", no alcanzó a sacar al país del subdesarrollo y colonialismo, sus propietarios no vieron el rendimiento, sus utilidades. PDVSA había perdido la conexión social, y en verdad durante la IV República, "se transformó en un antro de politiquería. La impresión generalizada es que de sus pozos en lugar de petróleo lo que mana es corrupción", ésta conclusión que saca J.T. Hardy para la gestión de la V República se ajusta perfectamente a la IV República sin temor a equivocarnos.
¿Para que sirvió durante la IV República el petróleo?. Si, "Pdvsa era la que tenía menores Costos y Gastos sobre Ingresos totales, mayor Utilidad en Operaciones sobre Ingresos Totales, mayor Utilidad Neta sobre Ingresos Totales, mayor índice de Solvencia (activo circulante sobre pasivo circulante), menor Endeudamiento, mayor índice de Solidez (total pasivo sobre total activo), era la segunda empresa petrolera con mayor Rentabilidad (solo superada por Amoco)?. ¿Contribuyó a despejar los problemas del carácter mono-productivo, exportador petrolero?. Absolutamente no, hoy seguimos evidenciando los problemas coyunturales del mercado petrolero y la sensibilidad como repercute en el país. Un país no se industrializa en poco tiempo, lleva esa experiencia años en desarrollar sus parques industriales y la interconexión de la economía, el aprendizaje de las nuevas tecnologías, esto se afirma por cuanto que durante la revolución bolivariana en estos últimos quince años mucho se ha hecho en la construcción de parques tecnológicos de nuevas tecnologías sin hablar de los aportes en materia social mediantes las Misiones Socialistas, por lo que no podemos hablar de politiquería social, cuando se ha sembrado el petróleo en vivienda, salud y educación, condiciones para el desarrollo pese a que se ha perdido mucho tiempo.
"La Pdvsa meritocrática, era una tacita de plata" dice J.T.Hardy, sin embargo, el pueblo no tenía acceso a su propia empresa, sus accionistas no tenían derecho a disfrutar de los miles de millones de dólares del petróleo, tan solo una tecnocracia meritocrata, aparte de políticos enchufados en el poder, representantes de los partidos tradicionales que traficaban los puestos de trabajo e inclusive compraban los puestos de trabajo para disfrutar de los beneficios de la tacita de plata, PDVSA. Hoy una carga más le arroja J.T.Hardy indicando que "Para colmo, Pdvsa ha pasado a ser una de las principales responsables de la inflación que padece Venezuela. En efecto, dado el fuerte déficit en su flujo de caja, el BCV está obligado a imprimir ingentes cantidades de bolívares para cubrir los gastos de la empresa. El resultado es que esos bolívares sin respaldo se incorporan al torrente monetario, causando el feroz incremento de los precios que padecemos los venezolanos". Aquí este caballero sumándose al teoría monetarista, desconociendo el respaldo oro del país, las reservas petrolífera Hugo Chávez Frías, inculpa al Estado (gobierno chavista) de ser responsable de la inflación cuando verdaderamente quien fija el precio es la empresa privada en el mercado, dado que esta no se ajusta los nuevos niveles de demanda, se produce la escasez, y como decíamos, la empresa privada no tiene voluntad de industrializar el país, por lo que menos es capaz de expandir la oferta de bienes en el mercado, siendo responsable a despecho de J.T. Hardy de "el feroz incremento de los precios que padecemos los venezolanos".
Finalmente; ¿A dónde nos empuja la política energética de los EE.UU.? Hacia un modelo extrativista, sin preservar las relaciones de equilibrio con la naturaleza, por ello debemos graduar la extracción del petróleo, racionalizar el consumo del petróleo, se sabe que hoy por suerte, "La producción petrolera de Venezuela cayó de unos 3.700.000 barriles diarios en 1999 a una cifra que según publica la OPEP (Tabla 5.4, pág. 63 del informe Oil Market Report, marzo del 2015), pudo haber llegado en febrero a unos 2.344.000 barriles diarios". Pero nuestra PDVSA se halla en difíciles circunstancias económica, no solo por la coyuntura de los precios en el mercado, sino también porque ha tenido que emplear a millones de trabajadores desempleados (sus copropietarios) dado que la economía privada no crece, los negocios no se expande, ni tampoco industrializan el empleo, siendo así, el personal de PDVSA "pasó de unos 42.000 trabajadores a más de los 110.000", la empresa presenta "deudas" y muchas de su instalaciones se hallan "sin mantenimiento", además el país tienen que honrar compromisos por concepto de demanda internacionales y expropiaciones, ello explica en cierto modo, que "Resulta difícil entender cómo aquella empresa que había experimentado un crecimiento excepcional en poco más de un cuarto de siglo, haya podido sufrir tal devastación en menos de tres lustros como la Pdvsa "de todos" por la desidia y la indiferencia de la tecnocracia que no tuvieron proyección de país, identidad ni tampoco defensa de la soberanía, distraídos como estaban aplicaron la Ley del gallinero del cual se resiente José Toro Hardy.
Fuente:
1.-José Tóro Hardy, "¿Qué Pdvsa es esa?", El Universal, 7 de abril de 2015.