Creo pertinente comenzar insistiendo –porque ya esto lo han dicho muchos- en que la medida de reducir los dólares de los viajes al exterior y fraccionar los electrónicos se debe a las mafias "raspacupos" que, como los contrabandistas denominados "bachaqueros", se han hecho incontrolables en el país con fuertes ramificaciones en el exterior. Y se debe entender que, por lo menos, el Gobierno revolucionarios está en el deber de buscar medidas tendentes a ponerles freno y evitar que sigan causando estragos en la población. ¿O no?
A mi juicio, lo deplorable sería que se quede con los brazos cruzados ¿O será que en este país hay que dejar que los grupos delictivos hagan lo que les da la gana? Eso sí lo condeno yo, y con gusto. Critiquemos la corrupción, que estén libres los que se robaron los dólares de Cadivi, los propietarios de esas empresas de maletín que se hicieron ricos y parecen intocables. Demandemos su captura, que los presenten ante el país esposados con nombres y apellidos. Alcemos la voz, denunciemos, impidamos que el caso se olvide. O simplemente reprochemos los intentos fallidos de los precios justos, porque realmente no pegamos una en este aspecto. Perdemos con los especuladores y los responsables de la guerra económica. Estos bandidos convierten en frágiles avioncitos o barquitos de papel todas las medidas que dicta la Sundde.
Pero nada de eso debe justificar que los revolucionarios critiquen al Gobierno porque quiera acabar con los "rapacupos"… eso que lo hagan los opositores como siempre lo hacen culpando al presidente obrero, Nicolás Maduro; estos son tan arrechos que se declaran fieles admiradores de Dollar Today, festejan la caída de los precios del petróleo, que los comerciantes acaparen los productos básicos, que los empresarios no produzcan, y después quieren que la revolución les subsidie sus viajes al exterior con dólares baratos.
A mí no me preocupa una gente que sufre dolores en el alma porque se les cayó lo del decreto de Obama, ya cuando parecía inminente que el imperio gringo nos invadiera, bombardeara y violara nuestras mujeres como en Colombia. No me quitan el sueño esos adversarios que califican al máximo líder de la revolución de monstruoso dictador, porque regala canaimitas a los niños de las escuelas, pensiones a los viejitos, encarcela a los guarimberos golpistas que llaman a la violencia, asesinan, destruyen el país, incendian áreas escolares, destrozan el medio ambiente, bibliotecas, universidades, en fin, ellos nos tienen acostumbrados a este tipo de situaciones. Ya nosotros los conocemos más por sus acciones que por sus caras.
Mi sorpresa se da cuando leyendo las redes sociales, escuchando conversaciones de la gente en la calle acerca de la reducción de divisas, me percato de que son más severos algunos chavistas con el presidente Maduro que los mismos opositores. O expresándolo de otra manera: son más sinceras las reacciones de los escuálidos con respecto de las modificaciones del cupo de dólares, que la de los revolucionarios. Los primeros hacen escándalos y se vanaglorian sacándole la madre al dictador Maduro, y no les ocurra nada en este régimen torturador carente de liberta de expresión; pero los segundos lo hacen en voz baja, a veces solamente golpeando con el codo la costilla del que tienen al lado y frunciendo los labios en señal de rechazo, rabia, indignación, y después miran a los lados a ver si no los vio nadie.
Ante esta situación, no se me ocurre otra cosa sino que sugerirle a los chavistas descontentos que le pidan al presidente imperial, Barack Obama, que les subsidie la moneda gringa para sus viajes a Disney o a cualquier parte de los EEUU. La embajada norteamericana quizás les podría servir de enlace, pero sean coherentes, una cosa es la crítica sana y constructiva y otra hacernos los locos con los dólares preferenciales, cuando sabemos de la organización hamponil que al respecto se ha desarrollado, tan solo porque nos ganamos una plata vendiendo los cupos activos en nuestras tarjetas de crédito.
En mi criterio, ese subsidio debe ser eliminado en su totalidad. Los dólares baratos deben reservarse únicamente para casos especiales que tengan que ver con alimentos, salud, educación. Además, en este país la mayoría del pueblo, salvo en muy pocas excepciones, paga a los comerciantes a precio de Dollar Today.
El cupo de dólares peferenciales lo puso en práctica El Gigante Hugo Chávez pensando en más oportunidades para los pobres, en que la gente necesitada pudiera viajar, irse de vacaciones, disfrutar, pero lamentablemente ese beneficio lo convirtieron en un repudiable y oscuro negocio, que el Gobierno no puede seguir permitiendo.