En este país, en el que una “férrea dictadura” de un régimen que le viola los derechos humanos a la población, según se desprende de los dictámenes de quien se ha autoerigido dueño del mundo, sobre todo por parte de quienes se han vendido su conciencia y su actuación diaria a replicar todo lo que sale de los laboratorios imperiales, y por lo tanto no se merecen otra cosa que el calificativo de apátridas pues se dedican a defender no solo intereses de otros países, sino a convertirse en fichas de infiltración que se dedican a intentar minar las bases de un gobierno cuya legitimidad no es comparable con la ilegitimidad de un poder omnímodo como el gringo en el que como bien sabemos el pueblo encima de tener una pírica participación con una de las más altas abstenciones del mundo es burlado con frecuencia en sus derechos como lo han reseñado las agencias internacionales al referirse a los hechos que en los últimos meses han involucrado a la fuerza pública de ese país en el asesinato de afrodescendientes sin que la justicia actúe de manera diligente.
Quienes aquí pretenden vendernos eso como un modelo de democracia, son los que desde posiciones al frente de instituciones totalmente desacreditadas, mienten de la manera más descarada, impulsados por la certeza de que todo quedará en la más absoluta impunidad, pues a diferencia de lo que por ejemplo podría pasarles allá ante una calumnia contra el régimen gringo, aquí siguen campantes cumpliendo su papel de desprestigio.
Es el caso del eterno Presidente de la Federación Médica Nacional, reconocido golpista cuya participación en los hechos de abril del 2002 es bien conocida quien sale por todos los medios que aquí están confabulados contra la Revolución, a afirmar que “ Más de 13.000 médicos venezolanos han emigrado a otros países”, según él, al no encontrar condiciones para el desempeño de su profesión, afirmación como todas las que hace con frecuencia para justificar ante sus amos del Norte lo que le pagan por ejercer su papel, como pieza clave en la desestabilización a que nos quiere someter el régimen imperial; son afirmaciones sin ningún respaldo probatorio, hechas con premeditación y alevosía, que lo que logran es desconcierto en muchas personas que se lo creen, y al hacerlo lo que consiguen es reforzar sus erróneos conceptos contra un gobierno que se ha destacado, precisamente por incrementar el número de profesionales de la medicina con nuevas universidades e igualmente mejorar las condiciones para el acceso a la salud de los venezolanos.
El ministro que sí tiene estadísticas afirma que son sólo 320 los que haciendo uso de su libertad de decisión se han ido del país y que muchos de ellos están realizando postgrados por lo que es factible que regresen a su patria.
Ahora bien la pregunta obligada es ¿Por qué el ministro a la par que lo desmiente, no ejerce acciones ante los tribunales para exigirle la presentación de pruebas que respalden su mal intencionada afirmación?
Al no hacerlo lo que se está es dando pié para que factores desestabilizadores como el que ejerce este opositor a ultranza, sigan haciendo uso de una mal entendida y mal utilizada libertad de expresión en su afán de soliviantar al pueblo contra el gobierno y por esa vía lograr u a mayoría en la elección de la miembros de la AN, que se avecina este año.
Caso similar el del bien llamado Julio “matemático” Borges con sus mentiras semanales contra la Misión Vivienda que le lleva a afirmar que aquí solo se han construido 35 mil viviendas, sin que nadie ninguna autoridad, proceda a ejercer acciones que le obliguen a demostrar lo que dice por lo cual a sus mentiras no falta quien le aplique aquello de ¡ quien calla otorga”.
Una vez, en artículo anterior mencioné casos similares a los que se enfrenta a cada rato el hermano Presidente Correa en Ecuador, a quien como aquí, el imperio tiene en la mira; allí la reacción oficial ha sido inmediata para hacer uso del derecho que le asiste y acudir a los tribunales a fin de dejar en evidencia no sólo a los eternos inventores de falsas matrices sino a los medios que se regodean como aquí publicándolas y destacándolas de la manera más descarada.
Si aquí se sentaran como allá precedentes que dejen claro de qué lado está la verdad, otro gallo cantaría y quien como Natera y Borges se han convertido en voceros de la perversidad, de la desestabilización y de la mentira, pensarían bien y mediarían las consecuencias que podrían correr de persistir en ellas.
Las leyes son muy claras y hay que utilizarlas y el hecho de ser gobierno no es impedimento para que se acuda con ellas en la mano a defender los derechos que personajes sin moral como los dos que aquí menciono, violan a cada rato, amparados en una impunidad que ya se ha hecho una costumbre en la política venezolana..-
Es absolutamente necesario que el gobierno se haga respetar ante las instancias jurisdiccionales, es su derecho y los derechos se ejercen o se renuncia a ellos.
¿Qué implica aquello que nuestro Presidente obrero ha repetido con frecuencia: “Ejerceré mano de hierro contra……………”?